Название | Decadencia |
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Автор произведения | Adrian Andrade |
Жанр | Языкознание |
Серия | Decadencia |
Издательство | Языкознание |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789942878533 |
—¿Y Myezis?
—Se quedó a liderar al resto de la legión.
—Hubiese sido mejor tú —Enforcer miró con insatisfacción a Ollug.
—No desconfíe de Myezis mí Señor —respondió Ollug en defensa de Myezis— él hará lo posible por mantener a los Replicantes alejados de nosotros.
—Tú lo has dicho, lo posible —Enforcer concentró su fuerte mirada en Ollug quien en contraste con el resto, solía no dirigirse mucho con su palabra sino con sus acciones—. Tú que tienes que reportar.
Manteniendo su inexpresividad, Ollug alzó el brazo revelando la cabeza de Bryan. A Enforcer le encantaba que su presencia no lo intimidara.
—Ollug se hizo cargo del responsable detrás del bombardeo de la sala este de evacuación.
Heros no pudo evitar sentirse rencoroso ante la terrible revelación de Wako, la cual se recalcó al reconocer la cabeza que rodaba por el piso ya que a Ollug le gustaba jugar con su comida, por así decirse.
—Entonces sólo nos queda la sala oeste, debemos apurarnos antes de que Heros Durion vuelva a hacer de las suyas.
—Si me permite mi Señor, yo puedo hacerme cargo de él.
—Él no es la prioridad Wako, así que no desperdiciaremos nuestro tiempo en ese tonto, debemos abordar las capsulas y debemos hacerlo ya.
—Como usted comande mi señor —y todos coincidieron con una ligera reverencia.
En espera de verlos ingresar a la última sala de evacuación, Heros presionó con uno de sus dedos el monitor de sus lentes para conectar vía señal. Buscó el ingreso a las cámaras y una vez adentro, observó con horror como masacraban a los empleados de Administración.
Lo peor era la falta posible de acción; honestamente no había nada que pudiese hacer por aquellas pobres almas debido a que se sacrificaría en vano teniendo muy en serio la prioridad por la cual había sido seleccionado a cumplir.
Y para el colmo, Heros no podía competir al nivel de Enforcer ni mucho menos en la compañía de tres de sus mejores soldados. De por sí gozaban de esas manoplas tácticas de batalla con la modalidad de construir toda clase de armas que de por sí los hacían aún más duros de matar.
Por tanto debía esperar el momento adecuado para atacar y para ello, sería a través del sobrecalentamiento de cada una de las seis capsulas que aguardaban en aquella delimitada sala, esto mediante el comando emitido vía remoto desde el computador integrado en su fascinante visor.
En cuanto entraron, Heros bloqueó las salidas y sobrecalentó los motores de las capsulas poniéndolos en ruta a autodestruirse. Consciente que no podría contener por mucho a Enforcer, se apuró hacía una de las bóvedas de armas ocultas en la mampara que daba justo enfrente del núcleo motorizado del crucero, ubicado a la mitad de ambas salas de evacuación.
Al darse cuenta que las capsulas estaban deshabilitadas, Enforcer dejó escapar un gruñido conforme canalizaba una gran fuente de energía de la cual desató en un intenso oleaje de aire intenso e hirviente que terminó por reventar las compuertas de salida.
Heros tuvo que frenarse y hacerse a un lado para impedir ser aplastado por la compuerta rodante. Al intentar retomar su ritmo hacía la bóveda secreta, entró en la mira letal de Enforcer cuyo segundo golpe de fuerza lo hizo atravesar el suelo debajo de sí hasta aterrizar en las instalaciones hidráulicas del tercer y último nivel.
—¡Excelente tiro mi Señor!
—No realmente.
Antes de que Wako pudiera cuestionarle, el sobrecalentamiento de la sala pendiente de evacuación llegó a su punto de ebullición. En cuestión de segundos se generó una brecha de la cual el espacio aprovechó para succionarlo.
Enforcer, Wako y Ollug ya se encontraban afuera debido a un ligero presentimiento al haber sentido el intenso calor en los vidrios y metal de las capsulas. En cambio Xet estuvo a punto de ser devorado por no diferenciar el frío ni el calor, esto gracias a la activación instantánea de los escudos de contención.
—¿Y ahora qué haremos mi Señor? El plan era ingresar a la Tierra usando la protección de las capsulas.
Los soldados de Enforcer se miraban entre sí, tratando de encontrar una alternativa a su decepcionante confusión.
—Ahora Wako, tomaremos el puente.
Heros no podía darse el lujo de seguir desmayado ante el impacto, dado que se encontraba sumergido en una fuente de agua desatada. Era muy probable que los constantes bombardeos hubiesen provocado varias fugas en las tuberías las cuales inundaban parte del compartimento sellado en donde se encontraba.
Accidentalmente se había golpeado con unos de los contenedores al darse una brutal vuelta en su descenso. Tras reaccionar, nadó hacía el exterior y trató de sostenerse de algunos tubos rotos logrando así impulsarse hacía el ducto de ventilación que yacía abierto y a su vez descompuesto.
Estaba demasiado helado y en el húmedo estado en que se encontraba, nomás sentía como su sangre se le congelaba del efusivo frío. Tampoco se diga de sus dedos porque podía sentir el dolor en sus huesos.
Bajo el módulo de visión nocturna pudo encaminarse hacia una de las orillas del estribor donde para su sorpresa, se topó con varios cadáveres acostados encima de las ametralladoras laterales del segundo nivel.
De por sí nadie se encontraba disparando al crucero, siendo lógico en Heros tras concluir en que la siguiente maniobra de Enforcer sería tomar el puente de mando, dado su fracaso en las salas de evacuación.
Con sumo cuidado se sujetó de la escalera vertical, escalando hacía el nivel superior. Esperaba y ganarle la partida a Enforcer pero cuando accedió a la superficie se encontró con que Enforcer ya se había reunido con su escuadrón.
—¡Llegas tarde estimado Heros! ¡Demasiado tarde!
Tras burlarse, la compuerta principal se selló herméticamente. Heros no podía explicarse las razones detrás de esta falla, se suponía que nadie podía destrabar la compuerta desde afuera, todo operaba desde adentro para evitar esta clase de situaciones.
Era más que obvio la involucración de un tercero, un posible traidor de quien todavía desconfiaba porque dudaba que Bryan hubiese sido. La Legión no mata a los suyos, una gran diferencia en comparación con los humanos.
Wako, Xet, Ollug se reunieron con Myezis mientras éste se adelantaba a hacer casa limpia dentro del puente de mando. Whalfer ni siquiera pudo rendirse, cuando menos lo anticipó había recibido un disparo en la cabeza al igual que el resto de su tripulación. Enforcer no mostró piedad alguna ni tampoco fue partícipe de la masacre.
—Hemos tomado el control —declaró Myezis tras quebrarle el cuello a Kade Evans, el contramaestre del Capitán.
—Hasta que excedes mis expectativas Myezis, bravo.
—Gracias mi Señor.
—Fija rumbo a la Tierra.
—¿Algún lugar en específico?
—El Hexágono.
Myezis asintió y al darse la vuelta le ordenó a uno de los humaliedroides que andaba cerca del timón que lo tomara y fijara el curso hacía el sitio señalado por Enforcer.
Heros comenzó a sentir el descenso del crucero. Así que debía hacer algo al respecto para que Enforcer y su escuadrón no aterrizaran sanos y salvos a la Tierra. Si era necesario, haría lo posible por destruir el crucero aunque cientos estuviesen dentro de este.
Fue inteligente haber supuesto que el mismo código fronterizo de las capsulas de escape respaldasen al Sentry Shuttle de recibir un ataque automático por las Torres Defensivas del Hexágono, aún más inteligente haberle sido bloqueado su acceso vía remoto al sistema emergente del puente porque su visor había perdido