Escolaridad y política en interculturalidad. Angélica Rojas Corés

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Название Escolaridad y política en interculturalidad
Автор произведения Angélica Rojas Corés
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9786074505580



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otras investigaciones sobre los jóvenes, organicé todo el archivo de la coordinación, he asistido a reuniones de discusión sobre alguna problemática o acciones concretas que se piensan realizar, entre otras.

      Junto con Rocío de Aguinaga hemos apoyado el proceso del centro educativo desde su gestación hasta ahora, juntas cuando comenzó en la AJAGI y posteriormente desde el ITESO. Desde el principio teníamos claro que era un proyecto de los huicholes y que teníamos que respetar, dialogar y acompañar el proceso de acuerdo con sus propios intereses.

      El proceso educativo en Tatutsi Maxakwaxi responde a ciertas necesidades comunitarias referidas sobre todo a la relación étnica, política y cultural. Esto es, tiene que ver con al reclamo de derechos colectivos que ostentan como bandera aspectos culturales. La formación de los alumnos está encaminada principalmente a la formación de líderes comunitarios e intermediarios políticos. Es una secundaria que los huicholes asumen como propia, ya que aun cuando está incorporada a la SEP, son ellos quienes la controlan.

      Entre los objetivos del centro educativo destacan el reconocimiento de la importancia de la relación entre lo local y lo nacional, el fortalecimiento del arraigo de los alumnos en sus comunidades y la búsqueda de una estrecha vinculación entre la escuela y la comunidad. Estas intenciones, a la par de un sentimiento de apropiación de la escolaridad, surgen de necesidades comunitarias con respecto a la relación étnica y plantean estructuralmente la posibilidad de hablar de una nueva modalidad educativa que tiene como eje la dimensión política.

      Cuando se realizó la presente investigación, la “educación intercultural” era un término nuevo que se refería primordialmente a cuestiones culturales y que partía de la búsqueda de diálogo y complementariedad entre diferentes culturas; de aspectos pedagógicos en relación con procesos de construcción de significados más que con la transmisión o difusión de conocimientos, y poco se resaltaba el ámbito político en tanto que constituye un camino para el fortalecimiento de las comunidades étnicas y la búsqueda de mayor participación y diálogo con la nación.2 En el análisis presentado a lo largo de estas páginas se observará cómo en el centro del proceso educativo que se efectúa en Tatutsi Maxkwaxi se encuentra la dimensión política.

      A finales de los años noventa del siglo XX, el término “educación intercultural” no era utilizado por los huicholes, más bien lo usaban los asesores no huicholes al hablar del tipo de educación que se pretendía implementar en la secundaria. Esta investigación busca conocer el proceso educativo desarrollado en el centro educativo Tatutsi Maxakwaxi y en qué sentido o con qué contenido se le puede llamar “intercultural” de acuerdo con su práctica cotidiana.

      Para la comunidad, padres de familia, maestros y alumnos, la validación de los estudios y los requerimientos que conlleva son de suma importancia, pero a la par reconocen la necesidad de incluir en el proceso educativo la “cultura huichola”. Combinar ambos elementos no es fácil en un espacio como el centro educativo, donde se transmiten conocimientos específicos, en cuya construcción intervienen diferentes actores, y donde de manera intencionada se relacionan dos mundos: el huichol y el mestizo.

      Los alumnos, en tanto que no son vasijas donde vaciar conocimientos, sino más bien participantes activos en interacción directa con contenidos educativos, juegan un papel primordial. No obstante, poco se sabe sobre ellos.

      El centro educativo constituye el escenario de una importante y compleja interacción para los jóvenes, en él, por lo menos formalmente, se encuentran dos formas de conocimiento y dos culturas diferentes. Los estudios sobre educación indígena que surgen desde las bases sociales de los indígenas no suelen enfocarse en los alumnos. Al centrar la mirada en los jóvenes a quienes va dirigida la educación podemos observar la propuesta educativa como un proceso desde su concepción e implementación, y por otro lado, lo que en los alumnos construye, es decir, el proceso de socialización. Por ello se presentan en este trabajo sus voces, incluso desde que se plantea el contexto en el que se desenvuelve el centro educativo.

      El contraste entre dos lógicas, dos formas de conocimientos, dos culturas, no es totalmente nuevo para ellos, ya que lo han vivido por las diversas interacciones con el mundo no indígena, sobre todo porque estudiaron en una primaria-albergue del gobierno. Quizá lo nuevo radica en la intencionalidad por parte del centro educativo de crear momentos de reflexión sobre la interacción de las dos culturas.

      El presente trabajo intenta mostrar cómo se da en la práctica el proceso educativo construido en la secundaria, y su efecto a partir de identificar cómo lo viven los alumnos. Se trata de un estudio etnográfico desde un enfoque sociocultural, cuya primera intención fue retroalimentar la práctica educativa del centro educativo y aportar a los maestros huicholes, o por lo menos a los asesores mestizos, elementos para mejorar su colaboración en la secundaria. El trabajo de campo se realizó en 1997 y 1998 y luego se elaboró una primera versión de este texto como tesis de maestría en antropología social, la que defendí en 1999. El desarrollo de esta primera versión, en general, no se modificó, sólo se puntualizaron algunos aspectos que se consideraban relevantes para dejar más claros algunos temas, se reestructuraron los capítulos y se reelaboraron las conclusiones a la luz de autores cuyos libros se publicaron en fechas posteriores a 1999 pero que aportaron elementos para profundizar el análisis del trabajo en su conjunto.

      Organización del texto

      Este libro se divide en cinco capítulos además de la introducción. En el primer capítulo se expone una revisión general de la historia indígena en México desde la Revolución hasta nuestros días, tomando como eje el papel que han jugado la educación escolar y sus efectos. También se presenta la situación y demandas del movimiento indígena en México. Este recuento tiene la intención de dar una perspectiva macro que muestre elementos que de alguna forma tienen influencia en la creación, desarrollo y finalidad del centro educativo Maxakwaxi.

      En el segundo capítulo se define el contexto inmediato en el que se inserta la secundaria: la zona huichola y en específico la comunidad de San Miguel Huaixtita. Se trata de mostrar el proceso de los huicholes en relación con el movimiento indígena y la presencia de la educación escolar en la zona. En un segundo apartado se muestra la historia de la secundaria desde su concepción, sus características, condiciones, el proceso de apropiación por parte de los huicholes y los diferentes actores que intervienen en su conformación.

      La pregunta que articula el tercer capítulo es ¿qué provoca la presencia de la secundaria? Esto se responde en dos apartados. Por un lado provoca expectativas concretas y/o la posibilidad de construir un camino para perseguir fines subjetivos. Por otro lado, la presencia de la secundaria genera tensiones, aquí se exponen aquellas que son consecuencia de la prolongación de la adolescencia provocada por la permanencia en esta etapa escolar.

      En el cuarto capítulo se muestra, en primer lugar, que aun en acciones educativas creadas específicamente como parte del proceso de nacionalización desde el Estado, como son las conmemoraciones cívicas, el sentido de estas situaciones escolares se transforma de acuerdo con el contexto sociocultural en el que se desarrollan. Este mismo aspecto se presenta en la introducción de la “cultura huichola” en el centro educativo de manera formal e intencionada. En ambos temas se intenta evidenciar la construcción de “lo cultural” como parte del proceso de etnización en su componente escolar, donde resalta que este proceso de construcción tiene como base lo políticamente significativo para los actores tanto en el plano intracultural como en el intercultural.

      En el quinto capítulo se pone en evidencia que el eje político atraviesa todo el proceso educativo de Tatutsi Maxakwaxi, con adaptaciones de contenido y situaciones educativas en las que se introduce la “cultura huichola”, pero desde una concepción más amplia que incluye el aspecto sociohistórico y en la que se materializa de forma clara la construcción de un camino de formación de líderes que apoyen y defiendan a su comunidad.

      Por último, se reflexiona sobre los procesos de etnización y nacionalismo de los que forma parte el centro educativo, y la importancia que adquiere en esta reflexión el relacionar estos procesos con la práctica educativa y con un contexto intermedio. Este contexto es el de