La práctica de la preparación física. Estélio H.M. Dantas

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Название La práctica de la preparación física
Автор произведения Estélio H.M. Dantas
Жанр Сделай Сам
Серия Preparación Física
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9788499108957



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       Figura 3.15. Gráfico de una periodización adecuada de los entrenamientos.

       Figura 3.16. Duración de los períodos y las fases.

      Sin embargo, a pesar de haber días y microciclos estresantes, el deportista de alto nivel se mantendrá en un estado permanente de desgaste psicológico y fisiológico.

      Sin un reposo activo prolongado, se produciría una conversión del efecto acumulado por el entrenamiento, o, lo que es lo mismo, un sobreentrenamiento y proceso de fatiga al reiniciar el entreno.

      Al margen de lo citado, el enorme volumen de actividades determinadas en la fase específica del período preparatorio y el período de competición hace que el deportista pase la mayor parte del tiempo desarrollando las mismas tareas y perfeccionando los mismos movimientos. Si durante el período de transición no cambia de actividad, surgirá un cuadro de “inhibición reactiva”, o, lo que es lo mismo, el deportista sufrirá una saturación psicológica en relación con el deporte, con graves perjuicios para su capacidad de aprendizaje y motivación. Para prevenir este fenómeno durante el período de transición se debe orientar al deportista a la ejecución de otro tipo de deporte diferente de aquel que normalmente practica.

      Para alcanzar la relajación del sistema nervioso central (arousal), es importante variar el ambiente en que se desenvuelve el deportista. Por ejemplo, si el trabajo durante el año se desarrolla en un gimnasio, puede trasladarse a una playa, un bosque, o viceversa. Son excelentes los resultados obtenidos en períodos de transición en regiones montañosas a gran altitud.

      Un período de transición bien conducido permitirá acelerar el ritmo de entrenamiento al inicio de un nuevo macrociclo.

      Matveev (1977) cita un experimento de Voronin, presentado en el gráfico de la figura 3.17, como ejemplo de dicho fenómeno.

      Sin embargo, aunque no hay una interrupción del entreno, sí se rompe el sistema de entrenamiento del deportista, y los efectos de ese reposo activo, tanto sobre la parte fisiológica como sobre la psicológica, propiciarán un comportamiento de curva de resistencia al entrenamiento como el representado en la figura 3.18.

      La periodización del entrenamiento se fundamenta en los principios científicos de la sobrecarga y de la interdependencia volumen-intensidad, tal y como se explica en el capítulo 2.

      El deportista de alto nivel entrenará, normalmente, dos veces diarias durante seis días a la semana. Zakharov y Gomes (1992) relatan que en Rusia y otros países se entrenan 18 segundos por microciclo (tres veces al día) y que en deportes como gimnasia olímpica, natación, baloncesto y ciclismo, este número llega a la impresionante cifra de cuatro sesiones diarias, distribuidas de la siguiente manera:

       Figura 3.17. Acusada elevación de los valores de la resistencia al trabajo tras una interrupción del entrenamiento.

      De 7 a 8 h: entr. físico.

      De 10 a 13 h: entr. técnico.

      De 16 a 18 h: entr. técnico/táctico.

      De 20 a 21 h: entr. técnico/físico.

      Para soportar esa enorme carga de trabajo, aprovechando siempre el fenómeno de la supercompensación del estímulo aplicado, el entrenamiento tiene necesariamente un carácter ondulatorio de alternancia de estímulos fuertes y estímulos moderados.

      Matveev (1981) resalta que existen ondas de tres grados que se pueden relacionar con los ciclos de la siguiente forma:

      Ondas pequeñas. Se caracterizan por la dinámica de la carga de los microciclos (de cuatro a doce días).

      Ondas medias. Experimentan la tendencia general del comportamiento de carga en los mesociclos (de tres a cinco microciclos).

      Ondas grandes. Representan la ondulación general de la carga a lo largo de las fases y los períodos.

      El microciclo es la fracción menor del proceso de entrenamiento. Combinando fases de estímulo y de recuperación, crea las condiciones necesarias para el fenómeno de la supercompensación y la mejora del nivel de condicionamiento del deportista.

      Atendiendo a imposiciones puramente fisiológicas, se puede crear un microciclo que conjugue tres días de estímulo y uno de recuperación activa. De esta forma, el microciclo tendría cuatro, ocho o doce días. Sin embargo, debido a las influencias psicológica y social del medio sobre el deportista, el microciclo coincidirá con una semana natural (siete días).

      El microciclo es, por tanto, una fracción única e indivisible del plan de entrenamiento, y no se deben variar en su transcurso las cualidades físicas trabajadas ni el volumen o la intensidad de entrenamiento.

      Un error común es desarrollar dos ciclos distintos de trabajo en un único microciclo: uno en los días segundo, cuarto y sexto, y otro en el tercero, quinto y sábado, cada uno con cualidades físicas distintas y muchas veces con efectos de entrenamiento conflictivos (por ejemplo: resistencia aeróbica / resistencia anaeróbica, RML/fuerza, etc.).

      El deportista de alto rendimiento entrenará, como ya se ha visto, seis o siete días por semana; sin embargo, no siempre se trabaja con deportistas de alto rendimiento, y las categorías inferiores casi nunca tienen tanta disponibilidad de tiempo.

      En el caso descrito anteriormente, se procurará entrenar de tres a cinco días por semana, debido a los factores que se presentan más adelante.

      Experiencias prácticas muestran el comportamiento de entrenabilidad, como se muestra en la figura 3.18.

      Se observa que con menos de tres días de entrenamiento semanal el riesgo de lesiones será muy pequeño y la mejora en la forma física es despreciable. De tres a cinco días hay una franja suficiente de entrenabilidad de las cualidades físicas, al mismo tiempo que el riesgo de lesiones se mantiene en un límite aceptable. La frecuencia de tres a cinco veces por semana es, por lo tanto, la recomendable para programas de entrenamiento de personas sedentarias y para el mantenimiento de la salud.

       Figura 3.18. Riesgos de lesión por desarrollo físico en un microciclo.

      A partir del quinto día de entrenamiento por semana, el riesgo de lesiones sufre un brusco aumento, mientras que la mejora de entrenamiento crece muy poco. En deportistas de alto nivel, compensa el riesgo de lesión un régimen de seis días de entrenamiento por semana para obtener