Buscar el Domingo. Rachel Held Evans

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Название Buscar el Domingo
Автор произведения Rachel Held Evans
Жанр Религия: прочее
Серия
Издательство Религия: прочее
Год выпуска 0
isbn 9781951539566



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Manos

       14. La Misión

       15. Error épico

       16. Pies

       IV. Comunión

       17. Pan

       18. La comida

       19. Baile metodista

       20. Brazos abiertos

       21. Mesa libre

       22. Vino

       V. Confirmación

       23. Soplo

       24. Altares al lado del camino

       25. Gigante Tembloroso

       26. Duda de Oriente

       27. Con la ayuda de Dios

       28. Viento

       VI. Ungir a los enfermos

       29. Aceite

       30. Sanación

       31. Tedio evangélico

       32. El asunto del coche fúnebre

       33. Perfume

       VII. Matrimonio

       34. Coronas

       35. Misterio

       36. Cuerpo

       37. Reino

       Epílogo: Oscuridad

Agradecimientos

      Prefacio

      Cuando quiero darme un buen susto, imagino qué le pasaría al mundo si Rachel Held Evans dejara de escribir.

Mientras arraso con las páginas de Buscar el Domingo, me doy cuenta de que estuve esperando toda mi vida por algo así. El Jesús que Rachel ama tanto es el mismo del cual me enamoré hace mucho tiempo, antes de haber dejado que la hipocresía de la iglesia y mi propio corazón lo arruinaran todo. Buscar el Domingo me ayudó a perdonar a la iglesia y a mí misma, y a enamorarme de Dios una vez más. Fue como si, con el tiempo, se hubieran establecido barreras en el camino entre Dios y yo; al leer este libro sentí cómo las palabras de Rachel las eliminaban una por una hasta, al llegar al final, volver a encontrarme cara a cara con Dios.

      PROLOGO

      ALBA

      Diré cómo el sol nació

      -en cintas sucesivas -

      —Emily Dickinson

      El teólogo alemán Dietrich Bonhoeffer escribió que “las horas más tempranas de la mañana le pertenecen a la Iglesia del Cristo resucitado. Al romper la luz, recuerda la mañana en que la muerte y el pecado se postraron derrotados y se le dio una nueva vida y salvación a la humanidad”.2

Esta es una noticia desafortunada para alguien como yo, que apenas puedo recordar quién soy al “romper la luz”, y mucho menos reflexionar sobre las implicaciones teológicas de la resurrección. No soy lo que se dice una persona mañanera y, de hecho, preferiría ser de las que permanecen postradas y derrotadas en horas tan tempranas. La alegría de ver el amanecer sigue siendo para mí solo otro de los regalos inaccesibles del universo, como la aurora boreal y el cabello naturalmente rizado. Sin duda, habría ahuyentado a la pobre María Magdalena con un suave gruñido amortiguado por la almohada si me hubiera pedido que la ayudara a llevar las especias funerarias a la tumba esa fatídica mañana hace dos mil años. Hubiera dormido durante todo el evento principal.

      UNO

      AGUA

      … por la palabra de Dios, existía el cielo y

      también la tierra, que surgió del agua y mediante el agua

      —2 Pe 3:5

      En el principio, el Espíritu de Dios sobrevolaba las aguas.

Las aguas eran oscuras y profundas y, por todas partes, dicen los antiguos, reinaba un mar interminable.

      DOS

      Bautismo del creyente

      Toda el agua tiene una memoria perfecta y siempre

      está tratando de volver a donde estaba.

      —Toni Morrison

      Fui bautizada por mi padre. Su presencia a mi lado en el bautisterio, con el agua hasta la cintura, marcó otra de las ventajas de tener un padre que fue ordenado pero no que no era pastor, capaz de participar en mi vida espiritual sin arruinarla. Déjame decirte que las expectativas hacia una hija de profesor bíblico universitario son mucho más laxas que hacia un hijo de pastor, y principalmente involucran sugerencias gentiles de redirigir algunas de las preguntas que realizaba en la escuela dominical a la única persona en mi vida que sabía hebreo antiguo y que, mientras desayunábamos, podía explicarme