Más allá de la escuela. Группа авторов

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Название Más allá de la escuela
Автор произведения Группа авторов
Жанр Учебная литература
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Издательство Учебная литература
Год выпуска 0
isbn 9789878661773



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como práctica política y problematizan sus implicancias en el momento histórico actual. Paula Lago nos ayuda a repensar el aspecto legal del aprendizaje libre. Raúl Zibechi aporta su mirada sobre los movimientos sociales, valorándolos como espacios de aprendizaje en sí mismos. Grimaldo Rengifo relata cómo el pueblo quechua lamas ha recuperado sus saberes ancestrales a través de la inclusión de los abuelos en la educación comunitaria. Pedro García Olivo cuenta cómo se aprende en algunas comunidades donde no hay escuelas. Gustavo Esteva comparte los síntomas de la crisis actual de las instituciones educativas, los daños y las consecuencias que estas generan, así como experiencias inspiradoras de aprendizaje autónomo en varias partes del mundo.

      Decidir que lxs hijxs no vayan a la escuela o ser docente y elegir salir de la escuela no son decisiones menores. ¿Qué llevó a un papá o a una mamá a tomar esa decisión? ¿Qué fue lo que hizo que una maestra dejara la escuela? ¿Y qué ocurrió después? ¿Cómo reaccionó la familia? ¿Qué cambios hubo en sus vidas? Esto es lo que nos cuentan las personas en este libro, a través de sus experiencias de vida en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, México y España. Conoceremos familias que, a partir de su malestar en la escuela, emprenden con valentía nuevos caminos. Entre serpenteos y espirales, más que líneas rectas, iremos descubriendo procesos dinámicos de personas en constante búsqueda. Una maestra en crisis con el sistema de educación alternativa nos cuenta cómo transitó su salida de una escuela que ella misma había creado y cómo es su vida hoy. Un padre de familia comparte el proceso de desescolarización que vive junto a su compañera, sus hijxs y otras familias desescolarizadas. Una madre nos lleva de la escuela a la plaza y de la plaza al monte en su intento por romper los encierros de la vida moderna, atender la necesidad de socialización de sus hijos y ofrecerles un modo de vida más libre y natural. Otra mamá relata cómo ella, una profesora universitaria, decidió quitar a sus hijxs de la escuela en una etapa de sus vidas para que, luego de fructíferos años desescolarizados, ellxs mismos optaran por volver a transitar el sistema educativo formal. Otro testimonio hace que nos detengamos un instante para caer en la cuenta de que no hay recetas posibles, y nos advierte que la desescolarización no es una solución al paradigma de la educación. Un joven nos cuenta cómo fue su vida aprendiendo y creciendo en casa, hasta llegar a ser licenciado en Física, mientras que otro narra cómo, a su salida de la escuela a los catorce años, descubrió en la calle y en el movimiento cooperativo, autogestionado, lugares de aprendizaje y posibilidades de sostén económico.

      Niñxs y adultxs entusiasmadxs, creciendo y descubriendo juntxs, cambian las materias, los deberes, los horarios, el consumo y las calificaciones por el acompañamiento, la presencia, la crianza conjunta, el tiempo libre, el cuidado, el juego, los viajes, los encuentros, la colaboración entre familias y los aprendizajes compartidos. Estos relatos dan cuenta de la importancia e influencia del entorno que las envuelve, y revalorizan las relaciones con el mundo y la naturaleza, como parte de los procesos de aprendizaje de cada quien.

      Estas historias no son cuentos de hadas, súper héroes o personas privilegiadas. Son testimonios de personas comunes que deciden tomar sus vidas en sus manos y conectarse con sus propias búsquedas y sentires, poniendo todo lo ya hecho en duda, creando otros caminos, prestando atención a las voces de lxs niñxs, tejiendo comunidades, confiando en su intuición, volviendo a la naturaleza. Son personas que están caminando día a día su propia desescolarización, asumiendo sus desafíos con los ojos bien abiertos, descubriendo que, al tomar este camino, crean también otras formas de relacionarse, de ser familia, de aprender haciendo, de vivir aprendiendo. Tomar conciencia y responsabilidad de su propio aprendizaje y el de sus hijxs, es lo que les otorga libertad.

      Todas las personas interesadas en la educación, que valoren la infancia como etapa fundacional en la vida o que estén en la búsqueda de formas de vida más autónomas encontrarán en este libro interlocutores que las interpelan, que las invitan a pensar y repensar, a sentir y a conocer otros modos de aprender y de vivir. Esperamos que estos textos funcionen como espejos de aquellas sensaciones, emociones, pensamientos y preguntas que nos reúnen como seres humanos.

      Estas palabras hechas de pies y manos muestran cotidianidades educativas en constante invención, así como aprendizajes autónomos sin currículo ni jerarquías, sin caminos trazados, manuales ni recetas ya probadas. Quizás sus referentes hayan sido otras familias, otras experiencias y algunas certezas que han encontrado en su andar.

      La invitación es a verlo todo desde una óptica diferente: el aprendizaje sucede, está en nuestra naturaleza, es parte de nuestro ser. Si estamos atentxs, siempre estamos aprendiendo. No hay distinción entre vivir y aprender. Todas nuestras actividades e iniciativas son hilos de un mismo tejido de aprendizajes; hilos que van dando forma a la tela de una vida cada vez más libre y más nuestra.

      Buenos Aires-San Luis, otoño de 2018

      INTRODUCCIÓN A LA SEGUNDA EDICIÓN

      Escribimos estas líneas en un contexto muy diferente al del otoño de 2018. Las escribimos inmersas en una crisis mundial causada por la propagación del virus COVID-19, que nos ha obligado a un cambio de vida. Puede que el aislamiento social impuesto nos haya llevado a reconsiderar nuestra manera de trabajar, de consumir, de relacionarnos con lxs demás y con nosotrxs mismxs, así como sucede cuando nos salimos del sistema escolar tradicional.

      Por su parte, las escuelas cerradas han hecho que las familias lleven adelante una educación en casa forzada y en su forma más limitada, es decir, impuesta, aislada, despersonalizada y dirigida desde afuera. Esto ha causado a familias y a docentes altos niveles de estrés, provocados por las tareas, las correcciones, las fechas de entrega. Las historias en este libro y sus protagonistas tienen algo que aportar en este momento, ya que muestran la gran diversidad de formas en que el aprendizaje sucede más allá de la institución escuela, y resaltan la necesidad de no perder de vista la motivación intrínseca que los seres humanos traemos por el aprendizaje desde el nacimiento. Incluso, algunxs de lxs autorxs del libro se han vuelto referentes del tema, y acompañan a familias que de pronto tuvieron que llevar la escuela y el trabajo a casa.

      Lo que marca este tiempo, sobre todo, es que nos vemos enfrentadxs con el encierro, con la prohibición de estar al aire libre, de frecuentar personas, parques y plazas, de que lxs niños jueguen con otrxs, de que lxs adultxs se encuentren. En Argentina, al menos, la situación es esta, y aunque los perros gozan de un protocolo para salir a pasear, lxs niñxs no. Para las familias que crían en contextos de neurodiversidad o discapacidad motriz, esto es especialmente difícil, porque la necesidad de movimiento, de por sí vital para la infancia, es en estos casos urgente. Ha habido mociones y pedidos a las autoridades al respecto, y los gobiernos están comenzando a autorizar paseos breves y controlados. La crisis nos ayuda a entender que hay cosas para cambiar, y que tanto la situación mundial como la forma de educar están cambiando. Esta coyuntura nos hace ver también la necesidad vital de seguir indagando en el entrecruzamiento de infancia, crianza, libertad y aprendizaje.

      “Que el libro nos mueva” fue el sueño lanzado al aire al inicio del proceso de creación de la primera edición, y así sucedió. El libro ha rodado por lugares y contextos muy diversos durante estos dos años; hemos andado y crecido mucho junto a él, y junto a quienes se acercaron a nosotras para compartir sentires, preguntas, reflexiones y más historias.

      Lectores y lectoras nos han transmitido que el libro sirve como puente, guía y compañero; sirve para saber que hay distintas maneras de aprender y criar, y que cada persona puede hacerlo a su forma y según su propio contexto. Además, sirve para visibilizar y legitimar el modo de vida de muchas familias que ya venían practicando la educación sin escuela. Por fin, sirve para acompañar búsquedas en el tema de la educación y plantearse nuevos interrogantes. Las personas que nos escriben agradeciendo, o que nos cruzamos y nos comentan que han leído el libro y se han sentido confortadas en sus decisiones, las que mandan fotos, las que escriben a lxs autores para profundizar el contacto, e incluso las novedades que recibimos de quienes escribieron sus historias, nos traen la alegría de la continuidad de su proceso, como un libro vivo, sin fecha de caducidad.

      Hoy, mirando el camino del libro, vemos un entramado de personas, familias, espacios y compartires que han ido enriqueciéndolo cariñosamente y que, casi sin darse cuenta, han ido creando