Название | #Manifestante |
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Автор произведения | Álvaro Acevedo |
Жанр | Социология |
Серия | |
Издательство | Социология |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789585188167 |
El “no más” afirma la existencia de una frontera. Vuelve a encontrarse la misma idea de límite en este sentimiento del rebelde que el otro “exagera”, de que no extiende su derecho más allá de una frontera a partir de la cual el otro derecho le hace frente y lo limita. Así el movimiento de rebelión se apoya, al mismo tiempo, en el rechazo categórico de una intrusión juzgada intolerable, y en la certidumbre confusa de un buen derecho; más exactamente en la impresión del rebelde de que “tiene derecho a…”. La rebelión va acompañada de la sensación de tener uno mismo, de alguna manera y en alguna parte, razón3.
Desde finales del siglo XIX y durante el siglo XX las revoluciones dominan el espectro social. En el acontecer puede ocurrir que unos individuos se tornen rebeldes y digan “no más” a los parámetros sociales y políticos establecidos y a los paradigmas que hasta el momento la ciencia y la tecnología han propuesto4. El manifestante como referente de la sociedad moderna se acostumbra a estar inconforme, a no dejar piedra sobre piedra y a ser él mismo quien cuestione, transforme o destruya lo anteriormente establecido. Esta lógica patentada en el capitalismo moderno orienta las doctrinas del liberalismo y es extrapolada a coyunturas como la cultura, la educación e incluso, el ocio.
La modernidad es entonces una experiencia colectiva de rebeldía, movilización y destrucción innovadora permanente. En el año de 1982 el filósofo marxista Marshall Berman plantea que todas las formas materiales e inmateriales contemporáneas son parte de una dinámica capitalista que busca un “no más” como excusa para crear algo nuevo y capitalizarlo. A esta tendencia la denomina nihilismo innovador5. Pero la revolución de un consumo continuo necesita explotar y la mejor forma de hacerlo es creando máquinas deseantes: “las máquinas deseantes proceden al investimento de las máquinas sociales, sea formando investimentos de libido de tipo revolucionario, sea formando investimentos de libido de tipo reaccionario”6. Para Deleuze, el objeto de la revolución o de la manifestación siempre está implícito en un cuerpo codificado de deseos en el que prima la proyección de un bienestar propio, y este cuerpo es compartido y exteriorizado por otros actores que a la final conforman la masa7. En otras palabras, ser manifestante es una topología social del consumo capitalista. Con el avance de la sociedad a un estadio neoliberal, los manifestantes cambian de forma radical en su forma de actuar. Si las redes sociales pueden conservar el anonimato, ya no es necesario protestar en medio de una masa. La fugacidad del deseo es equiparable a la fugacidad de la rebelión. Esto puede llevar a que no exista, en el momento, una definición de manifestante.
Las movilizaciones sociales estudiantiles de hoy tienen la particularidad de ser momentáneas si son comparadas con otro tipo de movilizaciones como la obrera o la campesina del siglo XX. Esta particularidad gira sustancialmente la forma de abordar una investigación histórica y la necesidad de la misma, de recurrir a estrategias metodológicas que logren aprehender la mayor cantidad de fenómenos asociados a la coyuntura. Si a esta situación –propia de los movimientos estudiantiles– se suma la realidad social colombiana, la resultante es una movilización aún más pasajera y difícil de investigar con la profundidad y el rigor necesarios.
Esta nueva situación de la protesta hace que existan retos al momento de investigar como son el seguimiento de los actores sociales que se movilizan; más aún, comprender la evolución de los discursos, los ajustes generacionales y su sincronía con las contemporaneidades, sin dejar de considerar temas transversales propios de la movilización estudiantil como son el derecho a la educación, la autonomía universitaria o nuevas iniciativas colectivas como el procomún. La compleja adaptabilidad de la movilización estudiantil hace que sea necesario analizar las perspectivas y los seguimientos más de una vez.
De hecho, la dinámica de la movilización estudiantil puede tener un relevo generacional cercano a los cinco años, que es el promedio formal de un estudiante para terminar sus estudios universitarios. Esta transmutación continua del estudiante que protesta dificulta ver un “movimiento estudiantil” colombiano al día de hoy, según una variable esencial que caracteriza un movimiento social: la organización permanente en el tiempo. Pese a ello, la protesta estudiantil en Colombia cumple con otras variables que identifican un movimiento social: un interés focal, horizontalidad en las decisiones sin que esto desvirtúe los liderazgos y un conjunto de valores e ideologías convergentes en pro de una o varias causas.
Las protestas del año 2011 cuentan con varias cualidades que las hacen insólitas a nivel global y local. En primer lugar, se considera como el primer intento de “revolución planetaria” por parte del grupo generacional milénico8 y en segundo lugar, se vislumbra un desgaste o malestar social generalizado ante políticas planetarias con base en postulados neoliberales que incrementan la desigualdad social. Una manera en que se comprueba lo anterior es a partir de un seguimiento a la producción de información en masa de los actores sociales. No es objetivo de esta investigación realizar un análisis exhaustivo a una movilización estudiantil, su objetivo es realizar una radiografía social de una generación desencantada que se moviliza, pero que también crea contenidos valiéndose de las tecnologías de la información y de la comunicación impulsadas por el mismo sistema, y a partir de ellas la manera como ejerce presión y resistencia.
En el año 2011 reaparece la movilización y la acción colectiva como una fuerza de opinión global. Por ello, The protester es la figura del año para la revista Time9. La elección de la misma revela la importancia que le da el mundo de la información a los millones de personas que marchan por las calles ante un malestar que es bautizado con el nombre de indignación. Los manifestantes no son una masa sin rostro que se mueve por ideales; por el contrario, tienen un rostro que evoca la lucha de la humanidad por un futuro común mientras se abre paso en una sociedad de virtualidad y gadgets10; tampoco necesitan de líderes o caudillos, menos aún de una definición política o sectorizada.
Los manifestantes del año 2011 son en su mayoría jóvenes con un ideal político y social orientado al bienestar común de todos los actores de la sociedad. Expresión de ello, son las protestas en contra de las dictaduras en el norte de África, las movilizaciones en contra del sistema financiero en Europa y las movilizaciones por la protección del medio ambiente, los derechos digitales y la educación en Latinoamérica. Estas movilizaciones proclaman el cambio para salir del atasco neoliberal o luchar por mayor participación o más inclusión. Pero de los supuestos a los realizables siempre hay un universo de posibilidades que terminan muchas veces por modificar el objetivo inicial.
La investigación y construcción de un relato explicativo sobre temas contemporáneos o de historia del tiempo presente remite de manera directa al uso metodológico de las plataformas de las tecnologías de la información y de la comunicación; a su vez, representa diversos retos porque se enfrenta a una cantidad colosal de información –que puede saturar el relato–. Por ello, es necesario realizar un filtro para depurar las fuentes e identificar aquellas que tienen mayor incidencia.
Los nuevos repositorios informáticos con sus herramientas de análisis también permiten comprender el hábitat polimorfo en el cual se mueven los manifestantes. El apoyo que recibe una publicación al tener millones de “me gusta” no solo indica un tráfico alto del contenido, sino una mayor incidencia relativa en la web; de igual manera, el hecho de que un usuario decida compartir un contenido, no solo revela una traza de información que le interesa, sino que concurre todo un sentimiento y compromiso para hacerlo. Millones de usuarios se unen y comparten el mismo contenido logrando un trending topic11, que es todo un fenómeno colectivo, en su mayoría, con temas de protestas y apoyo a las movilizaciones.
Llega el momento en que la investigación social debe tomar en serio lo que sucede en la Internet. Las redes sociales son testigo de las nuevas formas de aglutinación de la opinión y son el pósito donde los manifestantes consignan toda la molestia y razones para salir a marchar. Además, es en este nuevo entorno en el que los medios de comunicación tradicionales como la prensa y la televisión incursionan para llegar a nuevos consumidores, mientras divulgan y dan forma a los acontecimientos.
La relación entre la humanidad y los acontecimientos es una de las particularidades que enriquece la investigación. Los acontecimientos llegan súbitamente