Название | Actores sociales, acciones colectivas y transformación social |
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Автор произведения | Brayan Álvarez Valeria |
Жанр | Социология |
Серия | Agendas y debates |
Издательство | Социология |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789587824322 |
El objetivo principal de cualquier acción para el desarrollo comunitario es asumir a cada individuo como parte de un todo orgánico e interdependiente con el contexto y, por ende, es preciso producir escenarios de transformación en un ámbito cultural y social. No obstante, es primordial que la producción de estos escenarios se dé a partir de un enfoque ético y transparente.
En la Facultad de Sociología se han concretado estos esfuerzos mediante el espacio académico de Proyecto I, II y III, en donde se busca llevar a cabo una planificación y comprensión de la población objetivo, los recursos por emplear, las áreas de trabajo, las metas que alcanzar, la evaluación y la socialización del informe final de resultados.
Las maneras como se seleccionan las áreas en donde se pueda realizar la proyección social se ejercen por medio de la identificación de las necesidades y demandas de la comunidad, la deducción de propuestas de solución a los problemas referidos y, posteriormente, se conforman redes de apoyo con otras organizaciones. Cabe destacar que los participantes en los proyectos elaborados son miembros de organizaciones sociales de base, instituciones, estudiantes, docentes y algunos administrativos con perspectiva social.
Como se ha evidenciado anteriormente, la proyección social en la Universidad Santo Tomás, especialmente en la Facultad de Sociología, busca fomentar herramientas en los estudiantes que les permitan generar un diálogo entre la academia y los territorios, para así permitir la construcción colectiva de conocimiento y la conformación de alianzas a través de proyectos con comunidades, organizaciones sociales y el sector público-privado, con el fin de estructurar proyectos que den como resultado el mejoramiento de la calidad de vida de las personas y de las comunidades; de este modo, se logra un impacto en el desarrollo social del país.
Las metodologías participativas en investigación social
El uso de metodologías como la IAP conlleva la implementación de nuevas herramientas y paradigmas teóricos para los estudiantes, con lo cual es posible identificar debilidades y fortalezas en su uso dentro del ejercicio propuesto para el espacio académico de Proyecto I, II y III.
Dentro de las debilidades encontradas durante el desarrollo del ejercicio, está el tránsito de la teoría a la praxis y su posterior articulación dentro de un solo escenario que logre la confluencia de la comunidad y la academia. En este punto, los estudiantes deben mantener los criterios de objetividad científica, para ver el conjunto, así como reflexionar y contribuir con teorías que intenten explicar los fenómenos o problemáticas identificadas, evitando caer en tendencias netamente academicistas, ni salir de su papel como investigadores. Dentro de esta fase, también se encuentra la elección de técnicas metodológicas que respondan de forma apropiada a las problemáticas identificadas y la posterior traducción de los hallazgos de un lenguaje científico a uno más sencillo, sin que esto implique su simplificación.
Otra de las debilidades establecidas es el factor temporal, pues el desarrollo de la IAP requiere un tiempo prudente en el que se realicen todas las fases planteadas; por ello, se identificó que el límite de tiempo con el que cuentan los investigadores resulta corto para el desarrollo integral del proyecto, donde la formación de lazos de confianza y el compromiso de participación, tanto del investigador como de la comunidad, resulta esencial; así como puede producirse en poco tiempo, puede ser un proceso demorado e incluso incierto. Asimismo, algunas veces no se logra la continuidad y rigurosidad necesaria para el buen desenvolvimiento de la metodología planteada, sino que, por el contrario, en ocasiones se presentan obstáculos o cruces con las agendas internas de las propias comunidades, lo que en ocasiones no permite llevar a cabo la totalidad de las actividades planteadas.
Por otro lado, identificar la problemática principal desde la cual se traza el desarrollo del proyecto plantea la necesidad de una comunicación constante y efectiva entre comunidad e investigador, donde ambas partes definan un horizonte común desde el cual trabajar. Sin embargo, la problemática planteada en un inicio no siempre es la que se continúa desarrollando, ya que, a medida que se va conociendo y trabajando más a profundidad con la comunidad, es posible que se conozcan nuevas problemáticas de mayor importancia a las identificadas anteriormente, lo que conlleva un redireccionamiento o ajuste metodológico del proyecto.
Las expectativas generadas por parte de la comunidad hacia el trabajo de los estudiantes pueden generar impaciencia frente a los resultados, ya que en ocasiones se esperan resultados de forma inmediata o un impacto más visible en la población. Sin embargo, en ocasiones los investigadores optan por trabajar con proyectos de mediano o largo plazo, que en ocasiones terminan por desalentar a la comunidad y reducir su participación en las actividades. Asimismo, el surgimiento de condiciones y situaciones imprevistas requiere del ingenio y rápida capacidad de reflexión y adaptación del equipo de investigación, para así dar continuidad a los procesos de la mejor manera posible.
Por eso, el diagnóstico de dichas falencias en el proceso formativo en investigación y la determinación de acciones acordes a la proyección social permite identificar una serie de desafíos por abordar dentro y fuera de los espacios curriculares.
Nuevos escenarios metodológicos revisitados
Por otro lado, el desarrollo de habilidades extraacadémicas se presenta como una de las principales fortalezas de este espacio, ya que permite la integración de un nuevo actor —como lo es la comunidad—para el establecimiento y concientización de la problemática desde un inicio, así como la identificación de las necesidades existentes —posibles causantes de la problemática—y la ruta metodológica más adecuada para esta. Este acercamiento de los estudiantes a las comunidades incrementa sus habilidades comunicativas e incentiva la puesta en práctica de la teoría, así como el desarrollo de diversas metodologías de acuerdo con el contexto en que se trabaja.
Dicha participación articulada permite a la vez el desarrollo de nuevas perspectivas en relación con la planificación, la gestión y la intervención, competencias que desde la formación en la Facultad de Sociología de la Universidad Santo Tomás resultan esenciales, especialmente al generar una orientación complementaria con procesos de planeación relacionados con intereses ciudadanos. Además, se resalta el latente esfuerzo que realizan tanto los estudiantes como los docentes que dirigen estos espacios en instalar capacidades en la comunidad, es decir, dejar atrás la lógica extractivista en la investigación para que, por medio del intercambio de conocimientos, se gesten nuevas habilidades.
Por esta razón, la implementación de nuevos escenarios metodológicos permite la formación integral de investigadores capaces de articular teoría y práctica en un solo espacio, en el que se logre dar soluciones a la comunidad a través del trabajo realizado y a su vez aportar al desarrollo de nuevos conocimientos. Igualmente, este campo académico permite ampliar el horizonte metodológico hasta el momento trabajado por los estudiantes, ya que les ofrece el dominio de nuevas herramientas que les permiten recoger otras fuentes de información.
Este espacio también permite el desarrollo de capacidades participativas para negociar y consensuar, habilidades para el trabajo en equipo y la conformación de redes, así como un alto grado de compromiso y corresponsabilidad con las comunidades, que repercute en diversas experiencias profesionales y en la proyección en el campo laboral. Al ser un proceso que parte de la constante retroalimentación entre comunidad e investigador, es necesario tener en cuenta los aportes que los estudiantes dejan en las comunidades con las que realizan los procesos de acompañamiento. Algunos intercambios significativos de los investigadores y la comunidad se relacionan con la generación de habilidades y capacidades técnicas, metodológicas y teóricas, con el fin de ser implementadas en la toma de decisiones para buscar la solución adecuada