La lucha política en el Perú republicano se ha desarrollado en un contexto de constantes crisis sociales. El país ha carecido de estabilidad y al llegar el bicentenario sigue válida la definición de Basadre: el Estado es empírico y está basado en un abismo social. En este libro se revisa la vida política buscando entender las propuestas antisistema como contraparte del país oficial. Por ello, el argumento se sitúa en la tensión que ha dividido al Perú y sostiene que no se ha resuelto. El lector de esta obra también encontrará las fortalezas de la nación. Sus logros y héroes son analizados en busca de los mitos que la fundan como entidad independiente. Aquí se hallan luces suficientes sobre las crisis y también sobre las posibilidades del país. Su mensaje es de esperanza porque las principales virtudes de los peruanos son la resilencia, la paciencia y la constancia.