Obras escogidas de Ireneo de Lyon. Alfonso Ropero

Читать онлайн.
Название Obras escogidas de Ireneo de Lyon
Автор произведения Alfonso Ropero
Жанр Документальная литература
Серия Obras Escogidas Patrística
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9788416845095



Скачать книгу

luminosos y, por decirlo así, espirituales, tal como habían sido modelados, pero al llegar aquí abajo se volvieron oscuros, pesados y perezosos. Incluso sus almas se tornaron negligentes y débiles, porque no poseían más que el soplo cósmico, recibido de su Autor. Esto fue así hasta que Prunikós se compadeció de ellos y les devolvió el suave olor de gota de luz. Entonces conocieron que estaban desnudos (Gn. 3:7) y que su cuerpo estaba hecho de materia; conocieron también que llevaban la muerte encima y se mostraron pacientes al saber que estaban revestidos de un cuerpo sólo por un tiempo determinado; guiados por la Sabiduría, encontraron su alimento, y después, una vez saciados, se unieron carnalmente y engendraron a Caín. Pero la Serpiente destronada, con sus hijos, se apoderó de él y le corrompió, le llenó del olvido cósmico y le precipitó al atrevimiento más insensato, hasta el extremo de que, matando a su hermano Abel, fue el primero que hizo aparecer la Envidia y la Muerte.

      Después de ellos, según la providencia de Prunikós, fueron engendrados Seth y Norea; de los que dicen que nació el resto del género humano. Este, a causa de la Hebdómada inferior, quedó anegado en toda clase de maldades, en la apostasía con respecto a la santa Hebdómada superior, en la idolatría y en el desprecio de todo, aunque la Madre no cesaba de oponerse invisiblemente a la obra de esas Potestades y de salvar lo que le pertenecía, que era la gota de luz

      Afirman que la Santa Hebdómada en cuestión son las siete estrellas, llamadas planetas, y que la Serpiente destronada tiene dos nombres: Miguel y Samahel.

      10. Irritado contra los hombres, porque no le rendían culto y no le honraban como a su Padre y a su Dios, Jaldabaoth les envió el diluvio, a fin de hacerlos perecer a todos a la vez. También aquí se opuso la Sabiduría. Noé y los que estaban con él en el arca se salvaron por la gota de luz que procedía de la Sabiduría, y, gracias a él, el mundo quedó de nuevo repleto de hombres. De entre ellos Jaldabaoth eligió a un cierto Abraham y estableció una alianza con él, atestiguando que, si su descendencia perseveraba en su servicio, le daría la tierra en posesión. Más adelante, por medio de Moisés, hizo salir de Egipto a los descendientes de Abraham, les dio la Ley e hizo que se llamaran judíos en adelante. De entre éstos, siete dioses, llamados también la Santa Hebdómada, se eligieron cada uno sus propios heraldos, para que glorificaran y anunciaran a su dios, a fin de que los demás hombres, al oír esas alabanzas, sirvieran también a los dioses que anunciaban los profetas.

      11. He aquí cómo se reparten los profetas: A Jaldabaoth pertenecen Moisés, Josué, Amós y Habacuc; a Jao, Samuel, Natán, Jonás y Miqueas; a Sabaoth: Elías, Joel y Zacarías; a Adonái: Isaías, Ezequiel, Jeremías y Daniel; a Elohim: Tobías y Ageo; a Hoy: Miqueas y Nahum; a Astafeo: Esdras y Sofonías. Cada uno de estos profetas glorificó por tanto a su propio Dios y Padre.

      Mas la Sabiduría también profirió por medio de ellos muchas palabras relativas al Primer Hombre, al Eón incorruptible, y al Cristo de arriba, haciendo recordar a los hombres la luz incorruptible, al Primer Hombre y su predicación del descendimiento de Cristo. Los principados quedaron llenos de espanto y de estupor ante esta novedad que contenían los mensajes de los profetas. Prunikós, actuando por intermedio de Jaldabaoth, que desconocía lo que hacía, obró de manera que tuvieron lugar dos producciones de hombres, una del seno de la estéril Isabel, la otra del seno de la Virgen María.

      12. Prunikós misma, como no encontraba descanso ni en el cielo ni en la tierra, en su aflicción llamó en su ayuda a la Madre. Esta, es decir, la Primera Mujer, quedó conmovida del arrepentimiento de su hija y pidió al Primer Hombre que enviara a Cristo para socorrerle. Éste descendió en efecto enviado a su hermana y al de luz. La Sabiduría de abajo, al conocer que su hermano bajaba donde ella, anunció su llegada por medio de Juan y preparó el bautismo de penitencia y dispuso previamente a Jesús para que, cuando descendiera Cristo, encontrara un vaso limpio y para que, gracias a su hijo Jaldabaoth, la Mujer fuera anunciada por Cristo. Dicen que Cristo descendió a través de siete Cielos, haciéndose semejante a sus hijos, y les fue privando gradualmente su poder, porque según ellos toda la gota de luz se concentró en él.

      Al llegar Cristo a este mundo, se revistió en primer lugar de su hermana Sabiduría, y ambos saltaron de gozo, descansando el uno en la otra. Éstos son, para ellos, el Esposo y la Esposa. Ahora bien, Jesús, como nació de una Virgen por obra de Dios, era más sabio, más puro y más justo que todos los hombres; Cristo unido a la Sabiduría descendió a él y así se hizo Jesucristo.

      13. Dicen que muchos de los discípulos de Jesús ignoraron la bajada de Cristo a él. Cuando Cristo descendió a Jesús, fue el momento en que éste comenzó a obrar milagros, a hacer curaciones y a anunciar al desconocido Padre, y a proclamarse abiertamente el Hijo del Primer Hombre. Irritados los principados y el Padre de Jesús, trabajaron para hacerle morir.

      Mientras se le conducía a la muerte, dicen que Cristo con la Sabiduría se retiraron al Eón incorruptible, y solamente Jesús fue crucificado. Cristo no se olvidó de lo que era suyo; sino que le envió desde arriba una virtud, que le resucitó en el cuerpo. Llaman a este cuerpo psíquico y espiritual, porque Jesús dejó en el mundo los elementos materiales (hílicos). Sus discípulos, cuando le vieron después de su resurrección, no le conocieron, ni siquiera estaban seguros de que hubiera resucitado. Este fue el mayor error de los discípulos, pensar que resucitaría en un cuerpo material, ignorando que “la carne y la sangre no entrarán en el reino de Dios” (1ª Co. 15:50).52

      14. Quieren confirmar la bajada y subida de Cristo por el hecho de que ni antes de su bautismo ni después de su resurrección de entre los muertos, hizo Jesús nada digno de tenerse en cuenta, según sus discípulos, ignoraban éstos que Jesús hubiera estado unido a Cristo y el Eón incorruptible a la Hebdómada y tomaban el cuerpo psíquico por un cuerpo material (hílico). Después de su resurrección, Jesús se quedó todavía dieciocho meses sobre la tierra.

      Y cuando la gnosis descendió sobre él, aprendió la verdad auténtica. Y enseñó entonces estas cosas a un pequeño número de sus discípulos, a aquellos que sabía que eran capaces de comprender tan grandes misterios, y a continuación fue elevado al cielo. De esta manera Jesús está ahora sentado a la derecha de su Padre Jaldabaoth, para recibir en sí, después del abandono de su carne cósmica, las almas de los que le conocieron; él se está enriqueciendo, en tanto que su Padre está en la ignorancia y ni siquiera le ve, porque en la medida en que Jesús se enriquece a sí mismo con almas santas, en esa misma medida su Padre sufre una pérdida y una disminución, privado del poder de retener las almas. Porque él ya no tendrá más dominio sobre las almas santas, hasta el punto de poderlas devolver al mundo, sino únicamente sobre aquellas que han salido de su sustancia, es decir, que provienen del soplo de vida. La consumación final tendrá lugar cuando la gotas de luz sean reunidas y llevadas al Eón de la incorruptibilidad.

      Ramificaciones de la doctrina ofita

      1. Tales son las enseñanzas de estas personas, enseñanzas de las que nace, como hidra de Lerna,53 la bestia de muchas cabezas, que es la escuela de Valentín. Sin embargo dicen algunos que fue la Sabiduría misma la que se convirtió en Serpiente, por esta razón se ha levantado ella en contra del Autor de Adán y ha dado a los hombres la gnosis; por lo que se dice que la Serpiente es el más inteligente de todos los seres (Gn. 3:1).

      Hasta por la posición de nuestros intestinos, a través de los cuales se encamina la comida, y hasta por su configuración, se manifiesta, escondida en nosotros, la sustancia generatriz de vida en forma de Serpiente.

      2. Hay quienes dicen incluso que Caín ha salido del Poder Supremo, y que Esaú, Coré, los Sodomitas y todos sus semejantes eran de la misma raza de la Serpiente; por lo que, aunque han estado expuestos a los ataques del Demiurgo, no han sufrido ningún daño, porque la Sabiduría se ha adueñado de lo que en ellos le pertenecía en propiedad.