Des/venturas de la frontera. Menara Guizardi

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Название Des/venturas de la frontera
Автор произведения Menara Guizardi
Жанр Социология
Серия
Издательство Социология
Год выпуска 0
isbn 9789563572018



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En todos los casos, se ha atendido integralmente a las solicitudes e indicaciones de las y los entrevistados sobre qué informaciones divulgar y cuáles mantener en sigilo.

      4 Los aguayos son recortes de tela coloridos, tejidos usualmente de lana de alpaca, que son usados por las mujeres aymara para transportar mercancías, animales, instrumentos y también para cargar y transportar menores.

      5 Rafaela nos mencionó que esta violación fue, en realidad, perpetrada por miembros de los grupos “terroristas” que, entre 1980 y 1990, disputaron espacios de actuación y control político en los sectores rurales del altiplano peruano. En el marco de estos conflictos, las violaciones hacia las mujeres (ejecutadas por milicianos de las diferentes facciones involucradas en la contienda) se generalizaron. Reproduciendo mecanismos de acción patriarcales y racistas, las guerrillas violaban mayormente a las mujeres identificadas como indígenas (Boesten, 2008: 68).

      6 Este permiso era parte de los acuerdos establecidos en el “Convenio de Tránsito de Personas en la Zona Fronteriza Chileno-Peruana de Arica-Tacna”, que fue puesto en vigor en 1983, pero a partir de una norma firmada por Chile y Perú en 1930 (suscrita en Lima, el 13 de diciembre de 1930 y promulgada en Chile el 20 de febrero de 1931, a través del Decreto 174) (Tapia y Ramos, 2013: 241). Su aplicación fue suspendida en junio de 2013. Aquellos que cruzasen la frontera bajo esta modalidad documental no estaban habilitados a ejercer actividades con fines de lucro, trabajo, profesión, ocupación temporal o permanente, ni fijar domicilio en el otro país. Tampoco podían tramitar otra forma de visa (de residencia o turismo) (Guizardi et al., 2015: 79-80). En la práctica, la mayor parte de los peruanos que trabajaban circularmente entre Arica y Tacna adherían a esta forma de documentación, ya fuera porque carecían de los documentos y recursos necesarios para tramitar otra modalidad de permiso, o porque los propios funcionarios chilenos del control fronterizo se negaban discrecionalmente a tender otras formas de visa a los peruanos (incluso cuando estos presentaban los documentos y cumplían los requisitos establecidos por la ley, como nos mostrará el relato de Rafaela). Volveremos a estos temas en los capítulos IV y VI.

      7 El sur, compuesto por los departamentos de Moquegua, Puno y Tacna es de las partes más pobres del Perú. La sierra del sur peruano, donde nació Rafaela, a su vez, presenta niveles más elevados de pobreza que la costa sureña del país.

      8 Difícilmente se nos podría acusar de “novedosos” al enunciar estas preguntas. Antropólogos de diversos países vienen dedicando mucha energía en contestarlas desde fines de los años 80, cuando el proceso de globalización se delineó más decisivamente y los pensadores críticos enfatizaron la importancia de repensar el concepto de frontera para comprender a los procesos sociales globalizados. Asimismo, sería inexacto suponer que se tratan de dilemas antropológicos surgidos en los 80. Su enunciación remite a debates como el de Roberto Cardoso de Oliveira (1960, 1963, 1983) o el de Fedrik Barth (1969) sobre los grupos étnicos y sus “límites”. Con todo, el hecho de que se piense sobre estas indagaciones desde hace más de tres décadas no hace de ellas un tema superado. Su formulación sigue teniendo un impacto explosivo en términos epistemológicos para la antropología, porque desafía algunos de los pilares fundadores de la disciplina en su versión más clásica, vinculada a la hegemonía de la etnografía malinowskiana: 1) la noción de un isomorfismo entre espacio y cultura, 2) la concepción de los grupos étnicos (o subgrupos sociales) como homogéneos y a-históricos, 3) la sustantivación de lo cultural y 4) la creencia en la neutralidad política (conceptual o empírica) del quehacer antropológico.

      9 Pese a lo anterior, nuestro debate teórico se sedimenta en algunos puntos de partida que sintetizamos en el Capítulo II y que servirán como referencias a los desenlaces y complementaciones que van apareciendo en las secciones posteriores. Esta particular relación con la teoría también se debe a la forma como realizamos nuestra etnografía: articulada a través del Extended Case Method (ECM) y pensada en cuanto praxis. Lo anterior desautoriza la concepción de una separación bipolar y dicotómica entre lo empírico y lo teórico, empujándonos hacia una preocupación narrativa por tratar la teoría sin separarla tajantemente de los relatos etnográficos. Sobre esto, véase el Capítulo I.

      CAPÍTULO I

      Llegar a la frontera: la historia de la investigación

      Eso es un truco: un dispositivo simple que te ayuda a resolver un problema [… ]. Cada oficio tiene sus trucos, sus soluciones a sus propios problemas distintivos; la manera fácil de hacer ciertas cosas con las cuales los no iniciados tienen muchos problemas. Los oficios de las ciencias sociales, no menos que la fontanería o carpintería, tienen sus trucos, diseñados para resolver sus problemas peculiares

      (Becker, 1998: 2. Traducción propia).

      Desde los años 90, el estudio antropológico de las zonas de frontera viene reflexionando sobre la dimensión política de la investigación en estas áreas, relacionándola con la historia de conformación de estos espacios, con la trayectoria de los sujetos y, al mismo tiempo, con el papel que ocupan los investigadores en este intricado escenario. Sería asimétrico, cuando no epistemológicamente disléxico, pensar que la historia de los sujetos y procesos en la frontera es central, menospreciando, paralelamente, la historia particular que enmarca la presencia de los investigadores en el territorio y que condiciona sus perspectivas e indagaciones sobre él. Así las cosas, debemos partir por explicitar cómo hemos construido el proyecto de investigación que nos llevó a la frontera chileno-peruana; y, asimismo, aludiendo a la definición sagaz de Becker (1998), debemos abordar también los “trucos” empleados en él.

      A este ejercicio nos dedicaremos en el presente capítulo. Lo haremos situando nuestra propuesta de investigación con relación a debates previos sobre la migración latinoamericana “en Chile” y a discusiones antropológicas sobre las movilidades y organización social indígena en el norte del país. Esto nos permitirá explicitar los puntos críticos a partir de los cuales formulamos una apuesta metodológica propia.

      Sin más retrasos, deslindemos entonces la historia de cómo surgió el proyecto que da origen al libro, y sobre cómo su puesta en marcha demandó de nosotros la invención de nuestros propios “trucos” de investigación.