La Celestina. Fernando de Rojas

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Название La Celestina
Автор произведения Fernando de Rojas
Жанр Зарубежная классика
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Издательство Зарубежная классика
Год выпуска 0
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ella estuuiesse suspensa: mirandome, espantada del nueuo mensaje: escuchando fasta ver quien podia ser: el que assi por necessidad de su palabra penaua. o a quien pudiesse sanar su lengua: en nombrando tu nombre: atajo mis palabras, diose en la frente vna grand palmada: como quien cosa de grande espanto houiesse oydo: diziendo que cessasse mi habla: e me quitasse delante: si queria no hazer a sus seruidores verdugos de mi postremeria. Yo que en este tiempo no dexaua mis pensamientos vagos: ni ociosos: viendo quanto almazen gastaua su yra: agrauando mi osadia: llamandome hechizera: alcahueta: vieja falsa, "barbuda / malhechora" e otros muchos inominiosos nombres: con cuyos titulos se asombran los ninos "de cuna. E empos desto mill amortescimientos e desmayos mill milagros e espantos / turbado el sentido / bulliendo fuertemente los miembros todos / a vna parte e a otra / herida de aquella dorada frecha que del sonido de tu nombre le toco / retorciendo el cuerpo las manos enclauijadas como quien se despereza: que parecia que las despedazaua / mirando con los ojos a todas partes / acoceando con los pies el suelo duro: E yo a todo esto arrinconada / encogida callando: muy gozosa con su ferocidad. mientra mas vasqueaua: mas yo me alegraua: porque mas cerca estaua el rendirse e su cayda. pero entre tanto que gastaua aquel espumajoso almazen su yra: yo no dexaua mis pensamientos estar vagos / ni ociosos / de manera que", toue lugar de saluar lo dicho. CAL.—esso me di, senora madre: que yo he rebuelto en mi juyzio mientra te escucho: e no he fallado desculpa que buena fuesse: ni conueniente con que lo dicho se cubriesse ni colorasse: sin quedar terrible sospecha de tu demanda. Porque conozca tu mucho saber que en todo me pareces mas que muger: que como su respuesta tu pronosticaste: proueyste con tiempo tu replica. Que mas hazia aquella Tusca Adeleta? cuya fama, siendo tu viua, se perdiera: la qual tres dias ante de su fin: prenuncio la muerte de su viejo marido: e de dos fijos que tenia. Ya creo lo que dizes: que el genero flaco de las hembras es mas apto para las prestas cautelas quel de los varones. CEL.—que, senor? dixe que tu pena era mal de muelas: e que la palabra que della queria era vna oracion que ella sabia muy deuota para ellas. CAL.—o marauillosa astucia. o singular muger en su oficio. o cautelosa hembra. o melezina presta. o discreta en mensajes: qual humano seso bastara a pensar tan alta manera de remedio? De cierto creo: si nuestra edad alcanzara aquellos passados Eneas e Dido: no trabajara tanto Venus para traer a su fijo el amor de Elisa: haziendo tomar a Cupido Ascanica forma para la enganar: antes por euitar prolixidad, pusiera a ti por medianera. Agora doy por bienempleada mi muerte, puesta en tales manos: e creere que si mi desseo no houiere efeto qual querria, que no se pudo obrar mas segun natura en mi salud. Que os paresce, mozos? que mas se pudiera pensar? ay tal muger nascida en el mundo? CEL.—senor, no atajes mis razones: dexame dezir, que se va haziendo noche: ya sabes quien mal haze, aborrece claridad: e yendo a mi casa podre hauer algun mal encuentro. CAL.—que? que? si que hachas e pajes ay que te acompanen. PARM.—si. si. porque no fuercen a la nina: tu yras con ella, Sempronio: que ha temor de los grillos que cantan con lo escuro. CAL.—dizes algo, hijo Parmeno? PARM.—senor: que yo e Sempronio sera bueno que la acompanemos hasta su casa: que haze mucho escuro. CAL.—bien dicho es: despues sera. procede en tu habla: e dime que mas passaste: que te respondio a la demanda de la oracion. CEL.—que la daria de su grado. CAL.—de su grado? o dios mio, que alto don. CEL.—pues mas le pedi. CAL.—que, mi vieja honrrada? CEL.—vn cordon que ella trae contino cenido: diziendo que era prouechoso para tu mal: porque hauia tocado muchas reliquias. CAL.—pues que dixo? CEL.—dame albricias, dezirtelo he. CAL.—o por dios, toma toda esta casa: e quanto en ella ay: e dimelo. o pide lo que querras. CEL.—por vn manto que tu des a la vieja: te dara en tus manos el mesmo que en su cuerpo ella traya. CAL.—que dizes de manto? y saya: e quanto yo tengo. CEL.—manto he menester, e este terne yo en harto: no te alargues mas: no pongas sospechosa duda en mi pedir: que dizen que ofrescer mucho al que poco pide es especie de negar. CAL.—corre, Parmeno, llama a mi sastre: e corte luego vn manto e vna saya: de aquel contray que se saco para frisado. PARM.—assi, assi. a la vieja todo, porque venga cargada de mentiras como abeja: e a mi que me arrastren: tras esto anda ella oy todo el dia con sus rodeos. CAL.—de que gana va el diablo! no ay cierto tan mal seruido hombre como yo: manteniendo mozos adeuinos: rezongadores: enemigos de mi bien. que vas, vellaco, rezando? embidioso, que dizes? que no te entiendo; ve donde te mando presto: e no me enojes: que harto basta mi pena para me acabar: que tambien haura para ti sayo en aquella pieza. PARM.—no digo, senor, otra cosa: sino ques tarde para que venga el sastre. CAL.—no digo yo que adeuinas? pues quedese para manana: e tu, senora, por amor mio te sufras: que no se pierde lo que se dilata: e mandame mostrar aquel sancto cordon: que tales miembros fue digno de cenir: gozaran mis ojos con todos los otros sentidos: pues juntos han sido apassionados: gozara mi lastimado corazon: aquel que nunca recibio momento de plazer despues que aquella senora conoscio: todos los sentidos le llegaron: todos acorrieron a el con sus esportillas de trabajo: cada vno le lastimo quanto mas pudo. los ojos en vella. los oydos en oylla. las manos en tocalla. CEL.—que la has tocado, dizes? mucho me espantas. CAL.—entre suenos, digo. CEL.—en suenos? CAL.—en suenos la veo tantas noches, que temo no me acontezca como a Alcibiades o a Socrates: que el vno sono que se veya embuelto en el manto de su amiga: y otro dia mataronle, e no houo quien le alzasse de la calle: ni cubriesse, sino ella con su manto. el otro via que le llamauan por nombre: e murio dende a tres dias. pero en vida o en muerte, alegre me seria vestir su vestidura. CEL.—asaz tienes pena: pues quando los otros reposan en sus camas, preparas tu el trabajo para sofrir otro dia. esfuerzate, senor: que no hizo dios a quien desamparasse: da espacio a tu desseo: toma este cordon: que si yo no me muero, yo te dare a su ama. CAL.—o nueuo huesped. o bienauenturado cordon: que tanto poder e merescimiento touiste de cenir aquel cuerpo que yo no soy digno de seruir. o nudos de mi pasion: vosotros enlazastes mis desseos: dezidme si os hallastes presentes: en la desconsolada respuesta de aquella a quien vosotros seruis e yo adoro: e por mas que trabajo noches e dias, no me vale ni aprouecha. CEL.—refran viejo es: quien menos procura, alcanza mas bien. Pero yo te hare procurando conseguir: lo que siendo negligente no haurias. consuelate, senor: que en vna hora no se gano Zamora: pero no por esso desconfiaron los combatientes. CAL.—o desdichado: que las cibdades estan con piedras cercadas: e a piedras, piedras las vencen. pero esta mi senora tiene el corazon de azero: no ay metal que con el pueda: no ay tiro que le melle: pues poned escalas en su muro: vnos ojos tiene con que echa saetas: vna lengua llena de reproches e desuios. el asiento tiene en parte que a media legua no le pueden poner cerco. CEL.—calla, senor, que el buen atreuimiento de vn solo hombre gano a Troya: no desconfies, que vna muger puede ganar otra. Poco has tratado mi casa. no sabes bien lo que yo puedo. CAL.—quanto dixeres, senora, te quiero creer, pues tal joya como esta me truxiste. O mi gloria, e cenidero de aquella angelica cintura: yo te veo e no lo creo. o cordon, cordon! fuisteme tu enemigo? dilo cierto si lo fuiste. yo te perdono: que de los buenos es propio las culpas perdonar. no lo creo, que si fueras contrario, no vinieras tan presto a mi poder: saluo si vienes a desculparte. conjurote que me respondas: por la virtud del gran poder que aquella senora sobre mi tiene. CEL.—cessa ya, senor, esse deuanear: que a mi tienes cansada de escucharte: e al cordon roto de tratarlo. CAL.—o mezquino de mi! que asaz bien me fuera del cielo otorgado, que de mis brazos fueras fecho e texido: y no de seda como eres: porque ellos gozaran cada dia de rodear e cenir con deuida reuerencia aquellos miembros que tu, sin sentir ni gozar de la gloria, siempre tienes abrazados. o que secretos hauras visto de aquella excelente ymagen. CEL.—mas veras tu e con mas sentido: si no lo pierdes fablando lo que fablas. CAL.—calla, senora: que el e yo nos entendemos. o mis ojos! acordaos como fuistes causa e puerta por donde fue mi corazon llagado: e que aquel es visto hazer el dano que da la causa: acordaos que soys debdores de la salud. remira la melezina que os viene hasta casa. SEMP.—senor, por holgar con el cordon, no querras gozar de Melibea. CAL.—que, loco? desuariado? atajasolazes: como es esso? SEMP.—que mucho fablando matas a ti e a los que te oyen. e assi que perderas la vida o el seso. qualquiera que falte, basta para quedarte ascuras. abreuia tus razones, daras lugar a las de Celestina. CAL.—enojote, madre, con mi luenga razon? o esta borracho este mozo? CEL.—avnque no lo este, deues, senor, cessar tu razon. dar fin a tus luengas querellas: tratar al cordon como cordon: porque sepas fazer diferencia de fabla quando con Melibea te veas. no haga tu lengua yguales la persona e el vestido. CAL.—o mi senora. mi madre. mi consoladora. dexame gozar con este mensajero de mi gloria. o lengua mia, porque te impides en otras razones: dexando de adorar presente la excellencia de quien por ventura jamas veras en tu poder? O mis manos, con que atreuimiento: con quan poco acatamiento teneys y tratays la triaca de mi llaga. ya no podran empecer las yeruas que aquel crudo caxquillo traya embueltas en su aguda punta. seguro soy: pues quien