El valioso secreto que esconde tu sonrisa. Verónica Romero

      Este seria para mí el mensaje que define la existencia de Alex en el planeta.

      La vida está compuesta de momentos, de instantes que cambian el transcurso de tu realidad y la convierte en un camino nuevo por descubrir. Así que no temas a lo desconocido, es ahí donde está la llama del aprendizaje.

      Él, además de inspirarnos como persona y como artista, nos dejó un legado. Nos dio la oportunidad de mirar dentro de cada uno de nosotros y reflexionar sobre nuestra existencia en este plano físico. De cómo experimentar y vivir una vida humana digna, disfrutando de cada momento como si fuera único e irrepetible. Nos mostró que, si vives la vida sin miedos ni prejuicios, cada día será un regalo. Simplemente siendo tú mismo, simplemente fluyendo y agradeciendo.

      Alex se inspiraba con las cosas sencillas, sentía el amor muy profundamente y vivía creando su realidad intensamente, disfrutando de lo que a él le hacía vibrar en alegría.

      Tú puedes hacer lo mismo. Escúchate, siente cuál es tu propósito y experimenta la alegría en cada acción. Deja que se expanda esa honda llena de sueños, momentos e ilusiones. No le pongas freno ni bloquees ese afluente de energía radiante por miedo al qué dirán o a lo que sucederá si no sale como lo tenías previsto. Si lo haces desde el amor, el respeto hacia los demás y hacia ti, no hay nada que temer, al contrario, habrás vivido una experiencia que te enriquecerá el camino.

      Crea tu propia realidad desde la alegría, despójate de lo que no te sirve y empieza a vivir con ilusión.

      Los momentos son los pilares que sostienen la vida

      En realidad, hemos venido a este plano a experimentar la plenitud y la abundancia, no a ser víctimas de nuestros miedos o errores.

      La vida, no sería vida sin ese cúmulo de momentos llenos de amor y plenitud. Aunque te cueste de creer, al final de la vida los momentos negativos pierden fuerza, llegando a desaparecer, quedando solamente la luz que te ayudará a emprender el camino de tu nuevo ser en el momento de tu transición.

      Siéntate en silencio y visualiza tu momento de transición mientras te haces estas preguntas:

      •¿He vivido mi vida como yo he deseado?

      •¿He dado lo mejor de mí en cada momento?

      •¿He creado mi propia realidad con honestidad y amor?

      •¿He amado de verdad?

      •¿He disfrutado de las pequeñas cosas?

      •¿He agradecido cada momento?

      •¿He perdonado?

      •¿He sido valiente?

      •¿He sido amable?

      •¿He aprendido a tomar la responsabilidad de mis acciones?

      •¿He aprovechado y agradecido las oportunidades que se me han presentado en el camino?

      •¿He crecido espiritual y personalmente?

      •¿He hecho lo que he querido sin hacer daño a nadie, incluido a mí mismo/a?

      Si la negatividad es débil y enfermiza, ¿para qué enfocarnos en ese estado de baja frecuencia dándole tiempo y energía a algo que nos hace daño? Cuando algo negativo nos ocurre es natural sentir esa emoción. Permítete un momento de estar mal, pero aprovecha esa negatividad para sentir tus emociones, perdónalas, sánalas y sal de ese estado negativo lo antes posible. El éxito está en no darle fuerza, tiempo de más o poder a esos pensamientos destructivos.

      Sé el observador del que observa esa negatividad y diles a tus pensamientos negativos: ¡Ya no tienes poder sobre mí!

      ¿Dónde van las almas?

      Donde sea que vayan, ese lugar está lleno de un amor tan grande que solo deseas que te envuelva. No necesitas llevar contigo nada porque tú ya eres el todo. Dejas atrás lo que pensabas que eras o poseías, llevándote contigo lo más inmenso y eterno, el amor y el aprendizaje de una vida humana.

      Ahora mismo estás experimentando un aspecto de ti en la tierra, viviendo una experiencia como ser humano, mientras que otro aspecto de tu ser está experimentando una existencia en otro plano. Podemos llamar al creador como la fuente de donde viene todo y en ese todo estas tú.

      Tú eres información del ser infinito que forma parte del todo.

      Se puede decir que en realidad no solamente vivimos en un planeta, sino que vivimos en una banda de frecuencia que contiene un campo de información con la que nosotros estamos interactuando, como cuando un ordenador interactúa con el wifi. Estamos decodificando esos campos de información en donde experimentamos un mundo de sincronicidad, dualidad, experiencias humanas, emociones, etc.

      Si me preguntas qué somos, te diré que somos consciencia en un estado de conciencia viviendo diferentes experiencias a la vez, en diferentes planos del ser en sincronía y en armonía.

      Olvida por un momento tu estado físico y todo lo que ves.

      Ahora piensa que existes en ese estado de consciencia, empezando con un punto de atención (la fuente) en una corriente infinita de consciencia, a la vez que tú, yo y todos los demás somos ese punto de atención en la misma corriente, influenciado por una experiencia de vida, viviendo una distorsión de la realidad de forma diferente. Todos somos ese punto de atención, esa fuente, dentro de la misma corriente de consciencia.

      Hemos venido a experimentar esta experiencia humana con un contrato, donde elegimos todo lo que necesitamos para el aprendizaje espiritual en el campo físico y así poder ascender en el momento de nuestra transición. Elegimos a nuestra familia, el lugar donde nacemos y el momento en el que morimos. Elegimos las experiencias que por el karma debemos sanar para la liberación y la ascensión de nuestro ser, aunque puede que para muchos de nosotros sea duro de aceptar.

      Puede que tu propósito o misión sea impartir las enseñanzas del camino de la luz teniendo que experimentar la oscuridad.

      Puede que hayas venido a inspirar a los demás o a cerrar un aspecto negativo del karma. Vivimos una misma experiencia, pero depende de tu percepción de la frecuencia en la que estés experimentando el camino, será la clave para avanzar, sanar y romper con la información negativa de tus acciones en vidas pasadas o ancestros, para que tus sucesores puedan experimentar la plenitud de sus almas, sin tener que pasar por las situaciones kármicas de sus antepasados y seguir con la evolución.

      La experiencia de la existencia es la misma para todos, solo dependerá de la frecuencia en la que estés vibrando. Lo importante es darte cuenta de tu estado emocional en ese momento, para así cambiarlo usando las herramientas adecuadas, como el conocimiento, el amor, la empatía etc.

      La Muerte

      Mejor dicho, transformación.

      Llámalo como quieras, transición, muerte, transmutación... Intenta no pensar en esa palabra con un sentimiento negativo.

      Conocemos por muerte, como algo que jamás volverá a existir, la incertidumbre de lo que nos pasará, el miedo de desaparecer del estado físico, de no vivir en nuestro cuerpo, de que desparezcan nuestros recuerdos o creencias, incluso de ser olvidados y de convertirnos en la nada. Pero hay algo que nunca muere y eso es el alma.

      Los latidos dan impulso a tu corazón para que experimentes esta experiencia humana, mientras que tu alma es la que da amor y vida a esos latidos para guiarlos por el camino de tu propósito aquí en la tierra.

      Nunca sabremos que es lo que nos pasará al morir, pero sí te puedo contar mi experiencia personal con la transición del estado físico al plano espiritual.

      El ocho de Octubre del 2005 sería el ultimo día que podría sentir la presencia de mi padre como ser humano. Eran cerca de las ocho de la noche, todos estábamos en el hospital acompañándolo en sus ultimas horas. Muchas cosas pasaron durante la tarde, esperando el momento de su marcha, pero en ese momento no lo quieres aceptar.

      Yo no quise separarme de él ni un instante, estaba sentada a su lado izquierdo y