Название | El pequeño doctor |
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Автор произведения | Alfred Vogel |
Жанр | Сделай Сам |
Серия | |
Издательство | Сделай Сам |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9783906404370 |
Reglas fundamentales para personas sanas y enfermas
Curas de ayuno como remedio contra las enfermedades de la civilización
Indispensable limpieza intestinal antes de una cura de ayuno
Efectos beneficiosos de los zumos de hortalizas
Efectos beneficiosos del ayuno con zumos ante diversas enfermedades
¿Cómo influye la cura de zumos de hortalizas en el cáncer y la leucemia?
Cura antirreumática de A.Vogel
¿Constituyen los nitratos un verdadero veneno?
El pequeño doctor se despide de ustedes
Índice de materias, enfermedades y afecciones
Lista de las ilustraciones en color
Lista de las ilustraciones en blanco y negro
Información de salud de A.Vogel
Alfred Vogel observando una flor de hipérico
Prólogo
Aunque Alfred Vogel haya fallecido, su obra continúa viva en sus libros, como en esta nueva versión levemente revisada de su conocido best seller El pequeño doctor. Su carisma y su personalidad irradian todavía en los tiempos actuales y nos transmiten el mensaje de que este valioso manual, superado el año 2000, puede ser de utilidad a sanos y enfermos.
¿Dónde reside la intemporalidad y la fascinación de su mensaje? Alfred Vogel se dio cuenta muy pronto de que la naturaleza, con todas sus plantas, dispone de todos los recursos para la protección de la salud y para el tratamiento de enfermedades. Cabe ahora preguntarnos si la experiencia adquirida durante decenios por Alfred Vogel en su consulta y el conocimiento de numerosos procedimientos terapéuticos aprendidos en países extranjeros son todavía, hoy en día, interesantes para las nuevas generaciones y para las ciencias naturales modernas. Solo podemos responder con un rotundo sí. Desde hace tiempo se sabe que no se pueden tratar todas las enfermedades a base de píldoras. Al leer atentamente El pequeño doctor nos daremos cuenta de que Alfred Vogel no quiso convertirlo en una especie de vía libre al autotratamiento, sino que en él pondera y sopesa escrupulosamente cuándo está justificado y cuándo es preciso un tratamiento médico. A menudo es suficiente, especialmente cuando no se trata de enfermedades graves, iniciar el autotratamiento con unas tisanas o con unos preparados de plantas medicinales de la farmacia, como por ejemplo, en trastornos funcionales gastrointestinales, de hígado y vesícula biliar, padecimientos articulares, propensión a padecer infecciones, estrés o en enfermedades simples de la piel. Incluso, cuando ante una enfermedad grave se hace imprescindible la toma de un fármaco, el empleo de un remedio natural puede apoyar el tratamiento, favoreciendo la actuación de las defensas naturales y del poder de autocuración.
¿Y cuál es la posición, en la actualidad, de médicos e investigadores de medicamentos sobre este manual de consulta de Alfred Vogel? Lo más probable es que solo unos pocos conozcan este libro, lo que no es de extrañar, ya que solo los interesados en la medicina naturista conceden una gran importancia a las experiencias acumuladas durante siglos. Los demás han olvidado que buena parte de nuestros medicamentos más potentes, como la digitoxina, la reserpina o la vincristina (usada en el tratamiento del cáncer) proceden de antiguos conocimientos empíricos de la medicina popular y que, todavía hoy, se consideran como unos de los medicamentos más efectivos. Admitimos que nuestros antibióticos y betabloqueantes poco tienen que ver con los conocimientos empíricos de la medicina natural, pero ¿qué sucede con los remedios preventivos de los que tanto se vuelve a hablar y alabar para la protección de la salud y a los que Alfred Vogel ha dedicado tanto espacio en su libro? Estudios de laboratorio propios nos muestran, una y otra vez, que el análisis de plantas usadas en nuestra medicina popular con modernos métodos fitoquímicos, no solo confirma ampliamente los conocimientos empíricos que se tenían de ellas, sino que a menudo pueden servir de punto de partida para el desarrollo de nuevos y potentes medicamentos. Aquello que en tiempos pasados la intuición visionaria de Alfred Vogel recogió y anotó puede ser una auténtica mina y puede servir, aun hoy, como un interesante estímulo para muchos investigadores de plantas medicinales. No deja de sorprender la gran cantidad de recetas que Alfred Vogel llegó a recoger y compilar, y que no se encuentran en ningún otro libro o hace tiempo cayeron en el olvido.
Teniendo en cuenta esto, ya nadie debiera reírse de las que parecerían a veces observaciones de meras fantasías de este naturópata. Solo nos cabe la admiración y sacarnos el sombrero ante un hombre que dedicó su vida y su obra a la medicina natural y que, con un entusiasmo y una capacidad de comunicación ejemplar, nos ha transmitido conocimientos y experiencias beneficiosas para nuestra salud que, iniciado ya el siglo XXI, aún nos son de incalculable valor.
Prof. Dr. h.c. mult. Hildebert Wagner
Instituto de Biología Farmacéutica
Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich
Biografía de Alfred Vogel
Alfred Vogel nació en el año 1902 en Aesch, población próxima a Basilea. Desde niño estuvo familiarizado con el uso de las plantas medicinales, ya que sus padres y sus abuelos conocían el poder terapéutico de muchas plantas y se ocuparon de transmitir dichos conocimientos al joven Alfred. Con el paso del tiempo, fue profundizando más y más en lo que había vivido y experimentado de pequeño, llegando a reunir y a ampliar de forma notable el legado de conocimientos empíricos de la medicina popular europea, y abrió nuevos caminos en este campo. Sus grandes deseos de ampliar sus conocimientos le llevaron a visitar numerosos países por todo el mundo, sintiéndose muy unido a los pueblos indígenas. Se interesó enormemente en saber cómo empleaban estos los recursos naturales y en estudiar las relaciones existentes entre alimentación, forma de vida, constitución y enfermedad. Sus experiencias en África, Asia y el continente americano, con los pueblos de las selvas y las estepas, enseñaron a nuestro incansable viajero que el buen uso y apoyo de las fuerzas de la naturaleza puede conseguir mejores resultados que el presunto arte (terapéutico) elaborado por los seres humanos. Alfred Vogel fue familiarizándose con los métodos curativos de diversos pueblos indígenas, descubriendo así un buen número de nuevas plantas medicinales.