Название | Misterios develados |
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Автор произведения | Saint Germain |
Жанр | Сделай Сам |
Серия | |
Издательство | Сделай Сам |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9786074574043 |
A continuación me mostró una relación comercial en la cual yo pretendía ayudar a diversa gente, mientras estaba en el Oeste, hacía unos diez años, en conexión con un representante del gobierno Belga.
—A este hombre —continuó Él—, se le dio una oportunidad aquí para corregir la equivocación cometida en tu contra en Francia. Se le mostró la condición, y supo perfectamente bien la situación por la cual se lo mostramos, pero no era aún lo suficientemente fuerte para dejar operar la Gran Ley Cósmica de Justicia, y saldar esa deuda. Si lo hubiese hecho de propia voluntad, hubiera obtenido la libertad en muchos modos y le hubiese permitido progresar mucho más rápidamente en esta encarnación.
“Es de este modo cómo la vida externa mantiene al individuo atado a la rueda de la necesidad, renacimiento, continuada lucha, y dolor, hasta que permitimos que la Luz del Cristo Interno nos ilumine y purifique, para que podamos responder solamente al Plan de Dios: Amor, Paz, y Perfección para Su Creación. Esta es la clase de lección que uno nunca olvida, porque la enseñanza objetiva registra la experiencia en la visión, lo mismo que en la mente. El registro en la vista es más profundo, y necesariamente recibe más atención desde la actividad externa del intelecto.
“La esencia de esta experiencia, olvidada hace tiempo, se fijó ella misma en mi memoria permanentemente, porque puedo recordar cada detalle, tan claramente como cuando la observé con Él.
“Ahora —prosiguió Él—, recordaremos otra encarnación tuya. Una ocurrida en Egipto.
Nos elevamos del suelo y proseguimos rápidamente hacia adelante. Yo era muy consciente del Mar Mediterráneo, mientras pasábamos sobre sus bellas aguas. Nos dirigíamos a Karnac y Luxor, cuando tomamos de nuevo contacto con la Tierra.
—Observa atentamente —dijo Él—. Este registro es de un templo muy antiguo en Luxor. No de esos cuyas ruinas están explorando hoy los arqueólogos, sino uno que es anterior a cualquier otro que haya sido descubierto hasta el presente. Si ellos supiesen dónde buscar, encontrarían templos magníficos en un estado de conservación casi perfecta.
Indicándome un cierto lugar lleno de ruinas, que es todo lo que los viajeros pueden ver hoy, la escena fue reemplazada por la actividad en el éter, tal como había sido originalmente en toda su belleza y esplendor, mucho más magnífica que cualquier cosa de la cual tenga idea la presente generación.
Los jardines y estanques estaban rodeados por grandes pilares de mármol blanco y granito rosa. La localidad entera llegó a estar viva, real y vibrante, y justo tan tangible como cualquier ciudad física actual de la Tierra. Se veía tan perfectamente natural y normal que pregunté de qué modo hacía Él tan vividas estas experiencias.
—El hombre y su creación —replicó Él—, como también la Naturaleza, tienen una contraparte etérica, un patrón, que hace su impresión eterna sobre la atmósfera alrededor de él, dondequiera que se mueve. El patrón de la actividad del individuo, y de la experiencia de la vida, está dentro de su propia aura todo el tiempo. Un registro similar existe en el aura de cada localidad. Un Maestro Ascendido puede, si así lo elige, revivificar o revestir el registro de las actividades anteriores del individuo, dondequiera que esta persona ocurra que se halle, porque el patrón, sobre el cual reúne el Maestro Ascendido la estructura atómica, está siempre en el aura de ese individuo. Cuando el Maestro reviste el registro de una localidad, debe hacerlo en el mismo y específico lugar; porque tal registro, cuando se reviste, llega a tener la misma forma y estructura viviente que tenía antes, cuando se construyó por primera vez en la sustancia física.
“De este modo es posible agrupar de nuevo la estructura física de un edificio completo y de sus alrededores, cuando así lo desea el Maestro Ascendido, para lograr algún buen propósito. Cuando uno ha obtenido este Dominio dado por Dios, él puede revestir y reanimar cualquier Registro Etérico que desee hacer visible para enseñanza y beneficio de los estudiantes y de otros. Cuando hace esto, es tan real como la realidad misma, y los objetos revestidos se pueden fotografiar, manipular y hacer tangibles a los sentidos físicos de aquel que los observe.
—Fíjate —me recordó Él—, Tu estás experimentando estas actividades en su cuerpo más sutil, pero no son menos reales a causa de esto, porque su cuerpo físico es solamente una vestidura que tú, el Ser Consciente, pensante, y experimentador, llevas puesta. Es lo mismo que si llevara un grueso abrigo en el frío invierno y solamente un traje ligero en un día del caluroso verano. Las experiencias en el traje ligero no serían seguramente menos reales que las vividas cuando lleva puesto el abrigo grueso. Traigo esto a tu atención para que puedas entender las actividades mayores y menores de la Vida.
Examinamos entonces los terrenos, el entorno y la arquitectura.
—Ven y entremos —dijo Él.
Y mientras hablaba, avanzamos unos pasos y atravesamos la entrada principal, entrando dentro del mismo templo. Nosotros nos volvimos actores vivientes y, al mismo tiempo, observadores de la experiencia siguiente.
Pasamos dentro de la parte principal del templo, y proseguimos hacia el Santuario Interno. El Sumo Sacerdote vino directamente en nuestra dirección, y pareció reconocerme.
—Este sacerdote de tiempos antiguos —explicó Saint Germain—, es ahora tu hijo.
Apareció entonces un sacerdote menor a quien inmediatamente sentí que conocía, y el Maestro señaló: “El sacerdote coadjutor era usted mismo”. Entramos al Santuario Interno y vi la virgen vestal guardando el Fuego Sagrado. Ella, a la que ahora observaba, era Lotus, mi bienamado Rayo Gemelo, a quien conocí y con quien me casé hace algunos años, y es la madre de nuestro hijo.
La escena cambió y vimos a un príncipe visitante de una distante provincia que planeaba apresar a la virgen vestal para hacerla su esposa. Todo parecía ir bien, hasta que el Sumo Sacerdote tuvo una visión de lo que iba a ocurrir. Eso le perturbó pero se contuvo. Se puso en guardia cuando vio entrar a los esclavos del príncipe y los observó al aproximarse éstos al Santuario. Cuando se acercaron más, él avanzó unos pasos y pronunció con tan sólo una palabra. Un esclavo más atrevido que el resto entró. El Sumo Sacerdote le advirtió que retrocediera, pero él todavía se acercó más.
Cuando alcanzó un cierto Círculo Sagrado de fuerza, que emanaba del Altar, el sacerdote no lo dudó por más tiempo. Avanzó hasta el borde externo de esa Radiación Protectora, elevó su mano derecha y apuntó directamente al esclavo. Una ráfaga Llameante salió disparada como un rayo y el esclavo cayó sin vida al suelo.
El príncipe, que estaba observando, se adelantó con insano furor. “¡Para!”, ordenó el sacerdote de nuevo, en un tono de voz similar a un trueno. El príncipe dudó por un momento, aturdido por el mismo poder de la palabra, y el sacerdote continuó: “¡Escúchame! Tu no profanarás el mayor de los dones de Dios al Templo de la Vida. ¡Márchate! Antes de que sigas la misma suerte de tu descarado y atrevido esclavo”.
El Sumo Sacerdote era totalmente consciente del poder que podía manejar y, mientras vigilaba al príncipe, era la misma encarnación del autocontrol absoluto, conscientemente mantenida en obediencia a su voluntad. Se veía Majestuoso, coronado con Poder Eterno. La voluntad del príncipe era también poderosa, pero no tenía control sobre sí mismo y, cuando le envolvió otra oleada de ciega rabia al verse contrariado, se lanzó hacia adelante, dando rienda suelta a su lujuria. El sacerdote, rápido como un relámpago elevó su mano. La Llama se disparó una segunda vez y el príncipe siguió la misma suerte que su esclavo.
Saint Germain se dirigió a mí, y explicó la experiencia todavía más ampliamente.
—¿Puedes ver? —comenzó—, ese es el modo en el que la cualidad dentro de cada fuerza reacciona sobre aquel que la emite. El príncipe y su esclavo llegaron