A lo largo de la vida, pasamos por situaciones dolorosas. Cuando eso sucede, la realidad toca en lo más hondo y suponemos que, desde entonces, no seremos los mismos. ¿Cómo se retoma la vida después de ello? Nos señala el P. Eduardo que en cada uno existe la capacidad de atravesar el propio dolor, mirarlo de frente y dejar que él nos lleve hacia nuestro crecimiento. Ese revivir que nos hace más fuertes se llama Resiliencia. Este libro no es un tratado, sino que es un camino para ir transitándolo por quienes sufren y luchan, por los que acompañan y educan. Encontrarán en esta obra, claridad psicológica, pero también poesía; itinerarios formativos, y mística… Hasta la provocativa propuesta final: no hay Identidad sin Resiliencia, «sólo llegas a ser tú si eres resiliente».