Название | Hágase sus propios cosméticos (Color) |
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Автор произведения | Mª José Bosch Meléndez |
Жанр | Сделай Сам |
Серия | |
Издательство | Сделай Сам |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788499101194 |
En la civilización griega se empleaban sobre todo los aceites. Se extraían de un gran número de flores y se destinaban a productos cosméticos, actos religiosos o deportivos y a la vida diaria. Esta afición por los cosméticos se extendió también al Imperio Romano, en el que hombres y mujeres por igual se depilaban, maquillaban y aplicaban cosméticos.
También podéis intercambiar los principios activos en función de las propiedades que queráis dar a una crema. Por ejemplo, si queréis hacer una crema para pieles sensibles, buscaréis en el glosario de ingredientes los productos adecuados para usar en pieles sensibles y así hacer cremas a la medida de vuestras necesidades. Al final del glosario hemos puesto un ejemplo con extractos de plantas que tienen una acción determinada similar para que podáis sustituir unas por otras o potenciar la crema añadiéndole más ingredientes.
Además, en cada fórmula especificamos el grado de dificultad, un grado que hemos numerado del 1 al 3, siendo 1 muy fácil, 2 fácil y 3 un poco más complicado, no porque la fórmula sea más difícil de hacer, sino por ser más laboriosa su fabricación.
La finalidad de esta guía no es otra que la de satisfacer la curiosidad de cientos de usuarios que, además de aprender, desean introducirse en el fascinante mundo de la fabricación de cosméticos. Intentamos reproducir aquí de forma sencilla y amena los procesos que siguen las cremas de grandes marcas que se venden luego en el mercado, así como sus principales componentes y la razón de éstos. De esta forma, descubrimos parte del velo de misterio que rodea el mundo de la cosmética y conseguimos una mejor comprensión de lo que realmente un producto puede hacer por nosotros.
Durante la Edad Media se identificaron los perfumes con los placeres sexuales y la Iglesia condenó a los alquimistas, quienes habían descubierto el alcohol etílico y la destilación.
En el siglo xvI Henri de Mondeville separó lo que era un medicamento de lo que era un cosmético, escribiendo un tratado en el que detallaba las diferencias entre ambos.
El primer gran laboratorio de productos cosméticos aparece en el siglo xvI de la mano de las Monjas de Santa María Novella, y los primeros libros sobre cuidados de belleza surgen en 1573, revelando recetas de cosmética, perfumería y maquillajes.
Utensilios y medidas
Puesto que vamos a fabricar nuestros cosméticos en casa, adaptaremos los utensilios que necesitaremos a aquellos que podemos encontrar habitualmente en nuestra cocina. ¡Es muy parecido a seguir una receta!
Para Calentar
Baño María. Un cazo con agua hirviendo y dentro otro cazo o un bol nos proporcionan un sistema ideal para calentar nuestros preparados evitando que se quemen. Sólo tenemos que ser cuidadosos y evitar que nuestro producto se mezcle con el agua.
El microondas. Utilizado a una potencia media o baja, nos servirá para agilizar el proceso de calentamiento. Debemos parar el microondas cada cierto tiempo para remover y conseguir así un caldeado homogéneo.
Y recuerda… ¡siempre remover!
Para homogeneizar
Batidora o robot de cocina. En las modalidades de mezcla, los podremos utilizar para homogeneizar nuestras formulaciones. Es aconsejable utilizarlos siempre a la potencia mínima para no incluir demasiado aire en la fórmula.
¡La cuchara! Nada más sencillo, ni más útil. En los casos en que la agitación deba ser suave, y para pequeñas cantidades, lo ideal es remover con una cucharilla.
Para medir
Cucharillas de café, cucharas de postre y soperas y vasos comunes nos servirán para calcular las cantidades adecuadas.
Para cantidades que sobrepasen los 10 g, podemos utilizar la balanza de cocina; para cantidades más pequeñas, o si no disponemos de una balanza, incluimos aquí una tabla de equivalencias. Sin embargo ¡no os preocupéis! Todas las cantidades de las fórmulas de este libro estarán también en cucharillas, cucharadas, tazas o gotas.
Tabla de equivalencias: hecha por nosotros
Cómo hacer cremas
¿Qué es una crema?
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, una crema es un producto cosmético que tiene consistencia pastosa. Fría definición para todo un mundo de sensaciones.
Probemos con otra descripción, creemos que más acertada: una crema es un producto cosmético que puede tener distintas texturas y está ideada para que tu piel y tú os sintáis bien.
La crema es el vestido de nuestra piel y, considerando que ésta es el órgano que ocupa más superficie en nuestro cuerpo y que además varía de unas partes a otras de la extensión corporal, tenemos un gran trabajo por delante.
A lo largo de este libro aprenderéis de una manera muy sencilla a hacer cremas para la cara, corporales, para el contorno de los ojos, etc., y con un poco de imaginación podréis crear vuestros cosméticos a la carta, añadiendo a las bases de cremas los principios activos que por sus propiedades sean más adecuados para vosotros.
Todo lo que diariamente nos ocurre también le sucede a nuestra piel. Por eso, para empezar el día, lo primero que hay que hacer es limpiarla y luego ponerle el vestido adecuado para cada tipo de piel y cada edad con el fin de protegerla frente a los cambios de temperatura, la contaminación, el estrés, etc.
Luego,