Tu hijo a un clic de la pornografía. Elena Laguarda Ruiz

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Название Tu hijo a un clic de la pornografía
Автор произведения Elena Laguarda Ruiz
Жанр Сделай Сам
Серия
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9788417303341



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honesta de los protagonistas y no las colecciones de clichés en que se sostiene la pornografía comercial. Así, la pornografía amateur encontró en Internet su espacio natural, un gigantesco lienzo donde la gente común podía expresar sus confesiones corporales y documentar sus fantasías eróticas para compartirlas con miles o millones de cibernautas desconocidos en prácticamente cualquier rincón del planeta”.4

      La red, diversa y con contenidos importantes de todo tipo, también es hoy una fuente inagotable de pornografía en donde el espectador puede pasar horas interactuando con una infinita variedad de contenidos sexuales a los cuales incluso se puede volver adicto.

      “No hay duda de que la proliferación de la pornografía y su facilidad de acceso ha transformado las fantasías de millones de personas en el mundo, en algunos casos abriendo sus horizontes y en otros esclavizándolos a la obsesión de materializar sus fantasías”.5

      No hay fin, siempre puede venir una imagen después de otra para continuar con algo que provoque más el deseo dormido por lo visto. Para muchos, hoy la pornografía invade todo su mundo: sus pensamientos, y sus obsesiones. Llega incluso a estorbar a la hora de relacionarse con otros. Hay sociólogos que sostienen que la generación que nació a partir de los años 90 podría considerarse una generación pornonativa, es decir que descubrió el porno antes que su propia sexualidad. Las generaciones anteriores, para tener acceso a la pornografía tenían que pagar y esperar semanas por la llegada de una revista, una película o un video; hoy en día, los jóvenes tienen a un clic de distancia toneladas de bytes de pornografía a libre demanda.

      La pornografía es también un gran negocio que genera ingresos millonarios en la red. Según Online MBA Programs6, el valor anual de la industria pornográfica internacional alcanza 5 mil millones de dólares. Esto la posiciona como una de las industrias más poderosas en la actualidad a la par de la industria farmacéutica, la armamentista y el narcotráfico. Según Media Family Safe7, genera más ingresos que las principales compañías tecnológicas —como Microsoft, Google, Amazon, eBay, Yahoo, Apple, Netflix y Earth Link— combinadas.

      De acuerdo con un estudio realizado en el 2015, por la Universidad de Navarra (UNAV), existen más de 500 millones de páginas web con material pornográfico. Los países que más consumen esta industria son EUA, Reino Unido y España. México se posicionó en el lugar número once. Cada segundo se gastan 3 millones de dólares en pornografía y hay 28,258 personas viéndola. Al día se envían 2,500 millones de correos electrónicos con contenido pornográfico. El 25% de todas las solicitudes de búsqueda están relacionadas con la pornografía, es decir 68 millones al día. El 35% de todas las descargas de Internet son pornográficas. Tan sólo Pornhub registra tres millones de visitas por hora y mueve cada día ocho veces más volumen de datos que Facebook. En 2018, solamente en este sitio, los usuarios vieron un millón de horas, el equivalente a 115 años de contenido erótico. El 61% de las personas busca el material a través de su teléfono celular, 28% en una computadora y un 11% en una tableta. El 34% de los usuarios de la red son dirigidos a sitios pornográficos que no solicitaron visitar.

      Las estadísticas de Family Safe sostienen que, en promedio, los niños comienzan a ver pornografía a los 11 años de edad y el mayor grupo de espectadores de este tipo de contenidos en Internet, en el mundo, está integrado por adolescentes entre los 12 a 17 años. La investigación de Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales realizada por la Universitat de les Illes Balears y red de Jóvenes e Inclusión de Madrid, mostró que el 70% de los jóvenes mayores de 16 años la consumen. Uno de cada cuatro varones comenzó a verla antes de los 13 años, y la edad más temprana para entrar en contacto con ella fue hacia los ocho años de edad.

      En México hay poca investigación sobre el impacto que tiene la pornografía y es casi nula en lo que se refiere a la vivencia de los niños y adolescentes en relación con ella. Es por esto que en Asesoría Educativa y Prevención nos hemos dado a la tarea de analizar cómo es dicha relación, y hoy sabemos —con base en nuestra experiencia cotidiana y en la investigación llevada a cabo con una muestra de 730 alumnos de diversas instituciones educativas privadas de la Ciudad de México—, que el 64% de niños y el 52% de niñas de 9 a 13 años ha entrado en contacto con la pornografía. De los niños y niñas que lo han hecho, más del 90% lo hicieron de manera accidental la primera vez. Esto reafirma el hecho de que, cuando los niños tienen acceso a la nueva tecnología, pueden estar en riesgo de encontrar contenido no apto para su edad aun sin buscarlo. De hecho, alrededor del 70% de los menores de la muestra tuvo su primer contacto a través de Internet; el 17% a través de una revista y 10% a través de televisión de paga. La mayoría de los niños de la investigación (el 60% de los hombres y 43% de las mujeres) entró en contacto por primera vez con la pornografía a los 9 o 10 años de edad; más temprano que los estándares internacionales. Sin embargo, un 15% lo hizo entre los 7 y 8 años. Existe un 6% de niños y 3% de niñas que inició antes de los 6 años de edad. Aunado a esto, encontramos que hay casi un 10% de los niños de la muestra que dicen ver pornografía diariamente.

      En cuanto a los adolescentes de 13 a 18 años de edad la muestra fue de 1000 estudiantes. La encuesta arrojó que, ya para secundaria, entre los 13 y los 15 años de edad, el 86% de los hombres y el 60% de las mujeres, había entrado en contacto con pornografía. En el caso de preparatoria, de 16 a 18 años, el 98% de los hombres y el 74% de las mujeres lo había hecho.

      Más allá de lo que nos reveló nuestra investigación en aquellos años, es importante reflexionar sobre el efecto que tiene el discurso de la pornografía en los niños y jóvenes en cuanto a las formas de entender su propia sexualidad. En los resultados que encontramos, nos llamó la atención que casi un 20% de niños y niñas y un 30% de adolescentes tienen la creencia que la pornografía les enseña sobre sexualidad. Los estudiantes consideran que lo que enseña la pornografía es tan real como la vida misma y no una actuación con un discurso propio.

      Si bien hay que considerar que la mayoría de la pornografía es legal e intervienen en ella personas mayores de edad que dan su consentimiento para ello, no debemos dejar de lado que ciertos tipos de pornografía surgen de una red de conspiración y delito entretejida con grandes empresas y gobiernos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) sostiene que la trata de personas puede ser denominada como la nueva esclavitud del siglo XXI. Según el último informe de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONODC) en 2019, aproximadamente 24 millones de personas fueron víctimas de trata en el mundo. El informe sostiene que, en los países alrededor del orbe, esta cifra se está incrementando. Dicho aumento es el resultado de una mayor capacidad para detectar y registrar datos; pero también de un aumento de la ocurrencia de la trata, sobre todo en las Américas y en partes de Asia. Cabe destacar que se calcula que por cada víctima identificada de la trata de personas existen 20 más sin identificar.

      El informe muestra que el 72% de las víctimas detectadas en 2018 en todo el mundo son del género femenino. El 49% de los casos son mujeres adultas y 23% son niñas, lo que representa un incremento en relación con el informe anterior, de 2016. La mayoría de las víctimas detectadas a nivel mundial son objeto de trata con fines de explotación sexual, vinculadas estrechamente con generar imágenes de abuso sexual infantil para crear materiales pornográficos.

      Según Internet Watch Foundation (IWF) —organismo internacional que trabaja para lograr que el Internet sea más seguro y para eliminar imágenes de abuso sexual infantil— cada siete minutos se muestra a un menor siendo objeto de abuso sexual en la red. En 2018 esta organización quitó más de 105,000 páginas pornográficas que mostraban imágenes de menores siendo abusados sexualmente. De estas, el 39% eran menores de 10 años, —1% de dos años o menos—. El 78% de las víctimas eran niñas. Según estimaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la explotación sexual infantil para crear contenidos pornográficos es uno de los negocios más lucrativos del mundo, después del narcotráfico. Muchos de los videos que muestran abuso sexual infantil son grabados por miembros de redes delincuenciales, y otras son filmaciones amateurs llevadas a cabo por turistas que entablan relaciones con menores