Название | Nosotras presas políticas |
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Автор произведения | Группа авторов |
Жанр | Социология |
Серия | Sociología y Política |
Издательство | Социология |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789871895649 |
“NEGRA MENA” MIRTA SGRO (COMPAÑERA DE INÉS)
Ya el 4 de noviembre de este año la estructura carcelaria, a través del Servicio Penitenciario Federal, pasó a depender, junto a las restantes fuerzas represivas, de la supervisión del Ejército, comenzando para nosotras una etapa de incomunicación.
El 16 de diciembre nos “sancionaron” por un tiempo no determinado, que luego se fue sumando a sucesivos períodos de incomunicación en que no teníamos recreos, visitas, correspondencia, diarios ni paquetes.
Cuando requeríamos información a las autoridades sobre los motivos de esta incomunicación, normalmente nos contestaban con evasivas o nos decían que las razones estaban en las acciones cometidas afuera contra las fuerzas de seguridad. Esto, sumado a los hechos vividos adentro, nos fue alertando sobre nuestra condición de rehenes, e iniciamos las discusiones sobre cómo defendernos y resistir.
Cristina Ércoli, desde Santa Rosa de la Pampa, ciudad en la cual estudió y fue presa por el grupo de Tarea Subzona 14 (cuyo jefe político y militar era el entonces coronel Camps, que después fue jefe de policía de la Provincia de Buenos Aires), nos cuenta que el miércoles 31 de diciembre de 1975 salió publicado en el diario La Arena de la ciudad de Santa Rosa, en la página 7 de Locales, el siguiente artículo:
“Las condiciones que padecen las presas políticas de Villa Devoto Transcurrido más de un mes y medio desde que se produjeron en La Pampa las primeras detenciones por las fuerzas de seguridad, el pueblo pampeano y los propios presos ignoran las causas por las cuales decenas de ciudadanos, médicos, profesores, periodistas fueron privados de su libertad y sometidos luego a un riguroso régimen carcelario, mucho más severo que el que se impone a los delincuentes comunes.
En los últimos años, nunca los presos políticos o gremiales han debido soportar un trato que llega al exceso, como el que actualmente sufren los que han sido privados de su libertad, y que tampoco hasta ahora, las familias de los que al transponer la “cortina de hierro” de la prisión, han sido humillados en la forma de una revisación y manoseo como el que tuvieron que soportar.
Jamás en la historia de la represión de las ideas de los partidos políticos, sus dirigentes, los sindicalistas y las autoridades, la prensa en general, dejaron sin atender como ahora, clamor de centenares de presos y millares de familiares que palpan, angustiados, la absoluta orfandad que los rodea. Las visitas que esos familiares realizaran al Congreso de la Nación, a los distintos bloques, a los legisladores en particular, pusieron de manifiesto la absoluta impotencia de los “poderes de la Patria” para, por lo menos, promover la iniciación de los procesos, nunca hubo tal proliferación de “Pilatos” como ahora, cuando padres, esposas, hijos o hermanos, han acudido para requerir que su familiar detenido sin causa ni proceso, reciba un trato humano y sea sometido a sus jueces naturales. Porque la falta de una acusación definida, la ausencia de una causa criminal contra los detenidos, hace suponer fundadamente que no existe motivo real y concreto para se prolongue su permanencia en prisión.
En este panorama de indefensión, nos ha llegado una nota que suscriben “Presas Políticas de Villa Devoto” alojadas en la Planta 6 de ese establecimiento carcelario, que comienza expresando:
“Las presas políticas del penal de Villa Devoto nos dirigimos a Ud. a fin de hacerle conocer la situación por la que estamos atravesando actualmente. Creemos que al dirigirnos a Ud., dado el carácter del órgano periodístico que dirige, encontraremos una acogida para comprender y denunciar la injusticia del régimen carcelario inhumano que nos somete.”
Detallan a continuación esas condiciones, que comienzan a hacerse efectivas desde el momento en que el Penal pasó a depender del Comando de Operaciones del 1er Cuerpo de Ejército:
1) “Falta de garantías para nuestra integridad física. En los traslados en general, se producen golpes, malos tratos, torturas psicológicas. Al ingresar a estas dependencias, son golpeadas por personal penitenciario, recibiendo humillaciones permanentes”.
2) “Se obstaculiza permanentemente atención legal: se traba el ingreso de abogados al Penal y las entrevistas deben realizarse a puertas abiertas, lo cual significa una gravísima y expresa violación que la Constitución Nacional otorga a los detenidos. Así mismo por orden expresa del Comando de Operación del 1er Cuerpo de Ejército, se suspendieron las visitas de apoderados.”
3) “Actualmente hay 17 bebés en Planta 6. Entre las arbitrariedades que sufrimos, es necesario destacar la situación del bebé que sufre las mismas privaciones que su madre detenida:
a.“Hacinamiento en pabellones de 12 por 6 metros, donde cohabitan de 15 a 17 personas, con hasta tres bebés por pabellón. Siendo los ingresos de nuevas detenidas constante, podemos predecir que ésta situación se agravaría”.
b.“Alimentación: el Penal no provee de los alimentos necesarios para la adecuada alimentación del bebé. Se restringe el ingreso de crudo y cocido y se limita la provisión de combustible (querosene) necesario para prepararles la comida y mamaderas a sólo cuatro litros semanales por bebé, siendo esta cantidad totalmente ineficiente. Tampoco se permite el ingreso de heladeras.”
c.“Los bebes permanecen encerrados 22 horas diarias. Cuentan con sólo cinco recreos semanales de dos horas cada uno, dado que los días de visita se les suspende como al resto de las personas de la Planta. Cuando se sanciona a los pabellones con quita de recreos, esta sanción se hace extensiva a los bebés que allí hubiera. Se les prohíbe a las madres la circulación con sus hijos a aquellos lugares donde fuese requerida su presencia (abogados, traslados a tribunales, consultorio médico, etc.).”
d. Las condiciones ambientales son insalubres: chinches, cucarachas, hormigas, moscas y mosquitos, se encuentran a diario en nuestros colchones y ropas de los bebés, siendo imposible combatirlos dado que el Penal no provee los elementos necesarios para desinfectar periódicamente el Pabellón.” 4) “Se han tomado una serie de disposiciones que atentan contra la seguridad física y psíquica y nuestra dignidad humana. Sólo se nos provee el almuerzo y cena sin ningún valor nutritivo. Consisten en guiso de arroz y fideos cocidos en abundante grasa, que nos provoca trastornos orgánicos como diarrea, cólicos, vómitos, afecciones hepáticas, gástricas, intestinales. El Penal no provee merienda y en forma irregular, el desayuno, ni podemos prepararlo nosotras por no permitirnos el ingreso de combustibles y alimentos de cualquier tipo.”
5) “Visitas: se nos suprimió una visita semanal, quedando ahora una sola, de 1 hora y 30 minutos. Se desalienta a los familiares con requisas vejatorias, constante mal trato, desinformación sobre la detenida que vienen a visitar y fundamentalmente el hacinamiento que sufren en un locutorio de 8 por dos metros donde deben concentrarse los visitas de las 140 personas detenidas en la Planta 6. La visita de los niños/as de cualquier edad es detrás de las rejas del locutorio, habiéndose suspendido las visitas de contacto, provocando trastornos emocionales, en madres e hijos/as.”
6) “Recreos: se nos suspendió un recreo diario. De 14 recreos semanales se redujeron a 5 solamente.”
7) “Prohibición absoluta de cualquier libro o revista de circulación en el país. Asimismo se nos prohíbe el ingreso de radios y relojes. Se prohíbe el ingreso de material para realizar trabajo manuales de cualquier tipo. Se nos prohíbe bajo pena de sanción realizar gimnasia en el Pabellón. Estas tres últimas medidas muestran claramente la intención de condenarnos a inmovilidad totalmente pasiva, casi diríamos vegetativa, con las obvias implicancias en lo que hace a la salud y el equilibrio vital de la detenida.”
8) “En el día 17 de diciembre, se nos comunica que por orden del Comando de Operaciones se nos sanciona con la suspensión de 5 recreos y 5 visitas, sin ningún tipo de explicación; esto implica que hasta el 4 de enero de 1976, no podremos ver a nuestras familias.”
“Queremos destacar la agresión que significa esta sanción luego de un largo año de penurias, no poder compartir, aunque sea detrás de las rejas del locutorio con