Fútbol total. Jürgen Weineck

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Название Fútbol total
Автор произведения Jürgen Weineck
Жанр Сделай Сам
Серия Fútbol
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9788499108490



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o de esprint (ver p. 33). Una resistencia especial para el fútbol bien desarrollada comporta:

      –Entrenamiento específico de la musculatura utilizada para jugar al fútbol (especialmente las piernas). De esta forma se asegurarán los movimientos típicos del juego (cambio de dirección, entradas, golpeos a portería, regates, etc.) de forma óptima.

      –Buena «tolerancia» a las carreras repetidas e intermitentes, entradas explosivas y saltos, regates a ritmo fuerte, impetuosos golpeos a portería y remates de cabeza.

      –La capacidad de soportar durante todo el partido los cambios de ritmo sin problema y en general mantener un buen ritmo.

      –La capacidad de poder resolver las entradas, los saltos, los regates y los golpeos a un ritmo máximo durante todo el partido.

      A pesar de que la resistencia especial del futbolista está influenciada en múltiples aspectos por la resistencia general (resistencia básica), ésta debe desarrollarse de todas formas mediante métodos y contenidos de entrenamiento especial (ver p. 113)

      Para poder apreciar de forma diferenciada la efectividad de los diferentes métodos de entrenamiento, los contenidos de los mismos (juegos, ejercicios y entrenamientos) y los medios para un entrenamiento, es necesario conocer las bases científicas y deportivo-biológicas del entrenamiento de resistencia general y de resistencia especial. Por medio del entrenamiento de resistencia se efectúan una serie de importantes ajustes en el organismo del futbolista que le permiten desarrollar una capacidad de resistencia superior.

      Desde el punto de vista energético, cualquier tipo de entrenamiento ataca a la célula del músculo. El sistema cardio-vascular visto de forma simplificada sólo actúa como un mecanismo auxiliar que satisface las necesidades del metabolismo en cuanto a oxígeno y sustancias nutritivas se refiere.

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       Composición de las fibras musculares y capacidad de resistencia

      El hombre tiene dos tipos principales de fibras musculares: fibras de contracción lenta (tipo ST o tipo I) y fibras de contracción rápida (FT o fibras tipo II). Normalmente se encuentran en un 50 % cada una, porcentaje que está determinado genéticamente. Los que poseen una gran resistencia tienen más fibras ST, mientras que los que son más rápidos o tienen más fuerza-potencia poseen más fibras FT.

      Las fibras ST están más especializadas en el metabolismo aeróbico y, por lo tanto, más indicadas para la resistencia. Las fibras FT tienen una mayor capacidad metabólica anaeróbica y están especialmente indicadas para la velocidad y la fuerza-potencia. Mediante el entrenamiento puede influenciarse la capacidad del metabolismo. Si uno entrena intensivamente en resistencia, estimulará sobre todo las fibras ST y su capacidad metabólica aeróbica, y el que se entrene mucho en velocidad o fuerza-potencia estimulará especialmente las fibras FT y su capacidad anaeróbica.

       «Tipo resistente» y «tipo esprínter»

      A pesar de que el futbolista, por lo general, es un deportista que mayo- ritariamente tiene musculatura de contracción rápida (ver p. 280, vol. II), en los equipos siempre hay jugadores que no responden a esta tendencia general. Por ello, en todos los equipos se diferencia entre jugadores «tipo esprínter» -con mayoría de músculos de contracción rápida- y jugadores «tipo resistente», que poseen más músculos de contracción lenta.

      En el entrenamiento es importante efectuar este tipo de diferenciación. Los «tipo resistencia» tienen una capacidad superior en los esfuerzos de resistencia así como también una mayor facilidad de recuperación, ya que sus fibras musculares están «especializadas» en resistencia y tienen correspondientemente una capacidad metabólica aeróbica. Por el contrario, en velocidad o fuerza-potencia tienen menos rendimiento y menor capacidad de recuperación debido a la estructuración de su metabolismo.

      Los «tipo esprínter», por su parte, son poco indicados para una práctica intensiva y larga y, por lo tanto, en un entrenamiento de este tipo presentan una resistencia y capacidad de recuperación bastante bajas. Si en un entrenamiento no se diferencia entre las diferentes capacidades y los diferentes «tipos», el mismo entrenamiento puede resultar muy diferente para cada uno de los jugadores. Para algunos puede ser óptimo, mientras que para otros es una sobrecarga o no representa ningún esfuerzo en absoluto (ver Dó- renberg, 1978, pág. 64; Tihanyi, 1989, pág. 41; Bode, 1991, pág. 6).

       Ejemplos:

      1.En un entrenamiento de resistencia aeróbico, el «tipo esprínter» deberá tener muy en cuenta no intentar correr con la misma intensidad que el «tipo resistente», ya que de hacerlo se cansará rápidamente -podrá reconocerse por un ritmo cardíaco muy elevado o por valores muy altos de lactato- y en lugar de entrenar la resistencia básica aeróbica, entrenar la resistencia anaeróbica, es decir, intentar no errar su objetivo en el entrenamiento (ver Binz, 1984, págs. 33-34). Si se entrena durante mucho tiempo de esta forma tan general sin adaptarlo a cada tipología puede suceder que el «tipo esprínter», a pesar de haber estado entrenando en resistencia aeróbica, no mejore en ello sino que sea todavía peor.

      2.Por el contrario, en un entrenamiento de resistencia de esprint (resistencia especial del futbolista), es el «tipo resistente» el que tiene que vigilar no caer en el error de efectuar movimientos poco adecuados para él. En este tipo de entrenamiento los «tipos resistente» se recuperan más lentamente debido al esfuerzo, para ellos poco habitual, que están haciendo. En este caso, el «tipo resistente» necesita hacer un descanso más largo que el «tipo esprínter». Si debido a que el entrenamiento es conjunto y ambas tipologías hacen los mismos descansos, a largo plazo sólo el «tipo esprínter» mejorará su rendimiento, ya que estará entrenando con el método más correcto para él (ver p. 96). La «tipología resistente» por el contrario no rendirá mejor con este tipo de entrenamiento de intervalos (ver p. 92) y no podrá alcanzar su ritmo máximo; no entrenará la resistencia de esprint sino la de velocidad (ver p. 300, vol II), característica que para el futbolista no es de máxima prioridad y que si se efectúa muy a menudo perjudicará a la larga la resistencia aeróbica. En un entrenamiento igual para todos mejorará el velocista y empeorará el otro.

      3.La existencia de «tipos esprínter» y «tipos resistente» no sólo es importante en lo que se refiere a la elección de la intensidad óptima y los tipos de pausa que deben efectuarse, sino también en lo que hace referencia a la utilización de los métodos de entrenamiento que mejor se ajustan a cada uno:

      Al entrenar la resistencia aeróbica, el «tipo resistente» debería correr a un ritmo regular durante largos periodos de tiempo, ya que de esta forma entrena de manera óptima sus fibras ST. Por el contrario, el «tipo esprínter» debería recorrer varias veces distancias más cortas y con un ritmo creciente, efectuando pausas al trote, ya que éste es el tipo de esfuerzo que mejor va con su fibra muscular (ver Norpoth, 1988, p. 11; ver p. 102). También es de gran interés el hecho que según el tipo de entrenamiento -más orientado a la resistencia, a la velocidad o combinado- se produce una pérdida de glucógeno (pérdida del azúcar que contiene el músculo, ver p. 95) en las fibras ST o FT. Una resistencia prolongada solamente aeróbica produce sólo un 20 % de pérdida en las fibras FT, pero hasta un 70 % en las fibras ST (ver Jacobs, 1988, pág. 107). En unidades de entrenamiento de velocidad o fuerza-potencia el efecto es el contrario. La pérdida más cuantiosa se produce en las fibras FT. Los esfuerzos mezclados -característicos del fútbol- producen una pérdida de glucógeno en ambos tipos de fibras.

       Consecuencias para el entrenamiento

      Dependiendo del «tipo de músculo», es decir, del hecho de tener más fibras musculares de contracción rápida o de contracción lenta, los jugadores reaccionan de diferente manera frente el mismo tipo de entrenamiento. Si un jugador tiene pocas fibras de contracción rápida, se cansará más rápidamente en los esprints (ver el siguiente capítulo)