Vamos a jugar. Raquel Rodríguez Mercado

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Название Vamos a jugar
Автор произведения Raquel Rodríguez Mercado
Жанр Документальная литература
Серия Lecturas devocionales
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9789877982886



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instruyó para que bautizaran a todo el que creyera en él, y dieran a todo el mundo la buena noticia de que Jesús había muerto por ellos y había resucitado. Los discípulos no sabían que aquella iba a ser su última caminata con Jesús a su lugar favorito: el monte de los Olivos, cerca de Betania.

      Jesús ya había cumplido su misión en este mundo y tenía que regresar a su casa, junto a su Padre celestial. Pero les prometió que iba a estar con ellos “todos los días, hasta el fin del mundo”. Entonces, su rostro comenzó a resplandecer. Todos lo miraban asombrados. Luego extendió las manos y los bendijo. De pronto, comenzó a elevarse lentamente hacia el cielo. ¿Te imaginas la cara de los discípulos? No querían perderlo de vista, pero una nube resplandeciente lo cubrió y no pudieron verlo más.

      Al instante, unos ángeles los animaron y les prometieron que Jesús volvería por segunda vez a la tierra, de la misma forma que lo habían visto subir al cielo.

      ¡Jesús regresará de la misma forma que ascendió! Los discípulos vivieron con esa esperanza. Recuerda que Jesús siempre estará contigo y desea que compartas esa esperanza con los demás.

      Haz tarjetitas con el versículo de hoy para repartir y pídele a Jesús en tu Diario de Oración que te ayude a compartir la esperanza del regreso de Jesús.

      “Galileos, ¿por qué se han quedado mirando al cielo? Este mismo Jesús que estuvo entre ustedes y que ha sido llevado al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse allá” (Hechos 1:11).

      ¿A qué profeta le habló su asna?

      Marca la respuesta correcta

      1 Balaam.

      2 Balac.

      3 Jeremías.

      ¿Sabes cómo se comunican los animales?

      Los perros ladran, los gatos maúllan, los leones rugen, el oso gruñe y los delfines emiten un sonido especial para comunicarse... ¡Ah!, y los loros repiten sonidos, pero en realidad aunque los animales se comunican entre ellos, no pueden hablar como nosotros.

      ¿Sabes por qué? Porque su cerebro no está tan desarrollado y sus cuerdas vocales no están preparadas para ello.

      Sin embargo, la Biblia cuenta la historia de un animal que habló. ¿Recuerdas cuál es? Lo puedes leer en el libro de Números y en el capítulo 22. Dios hizo que una asna hablara para darle una lección al profeta Balaam, que era su amo.

      Balaam iba montado en su burrita de camino hacia Moab, cuando de pronto la burrita se asustó y se salió del camino. Balaam estaba muy enfadado y la golpeó, pues casi hizo que él se cayera. Así ocurrió tres veces. Entonces la burrita habló y dijo: “¿Por qué me golpeas?” Finalmente, Balaam se dio cuenta de que en medio del camino había un ángel con una espada que le dio un mensaje importante de parte de Dios.

      De modo que aquella asna no solo habló, sino que también vio algo que Balaam no veía. Muchas veces, Dios utiliza a los animales para darnos lecciones a los seres humanos. Los animales quizás no hablen como tú y como yo, pero son inteligentes y pueden comunicarse y transmitir mensajes que muestran el amor de nuestro Creador.

      ¡Recuerda respetar a los animales!

      Dibuja una asna en tu Diario de Oración y ayuda hoy a un animal.

      “En ese momento el Señor hizo que el asna hablara, y que le dijera a Balaam: ‘¿Qué te he hecho? Con esta van tres veces que me pegas’ ” (Números 22:28).

      ¿Quién advirtió en la Biblia del peligro de la avaricia?

      Marca la respuesta correcta

      1 Jesús.

      2 Lucas.

      3 Pablo.

      ¿Crees que el dinero es importante?

      El dinero es importante para comer, para pagar la casa, la escuela y todas las cosas que necesitamos, pero no es lo más importante en la vida.

      ¿Sabes por qué? Porque hay cosas que el dinero no puede comprar. Por ejemplo, tener como amigo a Jesús, tener una familia, tener amigos y tener salud es mucho más importante que tener dinero.

      Jesús contó la historia de un hombre rico que tuvo una gran cosecha. Ese hombre rico decidió derribar los graneros que ya tenía, porque quería construir unos graneros más grandes y guardar en ellos su cosecha y todo lo que tenía. Luego pensó: “Tengo muchas cosas guardadas para muchos años, así que puedo descansar, comer, beber y gozar de la vida”. Pero Dios le dijo: “Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será?”

      Jesús quería mostrarnos con esta historia que no es bueno amontonar riquezas, sin compartirlas con los demás, pues esta vida es muy corta.

      ¿De qué sirve acumular dinero y cosas para que nadie las disfrute? En eso consiste la avaricia: en amar al dinero por encima de todo, incluso de Dios.

      Jesús se pone triste cuando le damos más importancia al dinero y a lo que tenemos que a él.

      ¿Qué puedes hacer para no caer en la avaricia? Escríbelo en tu Diario de Oración.

      “Jesús también dijo: ‘Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas’ ” (Lucas 12:15).

      ¿Qué día creó Dios las aves?

      Marca la respuesta correcta

      1 El cuarto.

      2 El quinto.

      3 El sexto.

      ¿Sabes cómo ha conseguido el ser humano volar?

      Copiando a las mejores máquinas voladoras que existen: las aves.

      El Creador las creó el quinto día, junto a los peces. Dios diseñó a las aves con unos huesos con agujeritos que las aligeran, potentes músculos, plumas resistentes y flexibles; y el álula, una pequeña pluma que evita que se desequilibren al aterrizar.

      ¿Sabes cuál es el ave más grande del mundo? No mires al cielo para buscarla, porque no la verás. Aunque es un ave, no es capaz de volar. El avestruz es un ave grande que no vuela, sino que corre. Vive en África y en la antigüedad también habitó en Oriente Medio. Es el pájaro más grande y más pesado del mundo; puede alcanzar los tres metros de altura y pesar unos ciento ochenta kilogramos. Sus largas patas son potentes y musculadas, lo que le permite alcanzar más de noventa kilómetros por hora. Puede llegar a vivir entre los treinta y cuarenta años, aunque en cautiverio llega a alcanzar los cincuenta.

      Seguro que ante un peligro has escuchado la frase: “Esa persona esconde la cabeza como el avestruz”, pero esto no es cierto. En presencia de un peligro, el avestruz puede bajar la cabeza a ras del suelo para pasar desapercibido, pero lo más seguro es que salga corriendo o ataque a su enemigo con sus poderosas patas.

      Puede que Dios no te haya concedido “alas para volar” ante las dificultades de la vida, pero como al avestruz te concederá aquello que necesitas para defenderte y triunfar en todo lo que te propongas.

      ¿Qué te parece si haces un dibujo de tu ave favorita en tu Diario de Oración? Luego, escribe tu oración de hoy.

      “Luego Dios dijo: ‘Que produzca el agua toda clase de animales, y que haya también aves que vuelen sobre