Manual ACSM para el entrenador personal (Color). American College of Sports Medicine

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Название Manual ACSM para el entrenador personal (Color)
Автор произведения American College of Sports Medicine
Жанр Сделай Сам
Серия Entrenamiento Deportivo
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9788499109336



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cúbito distal, radio distal, ocho carpianos, cinco metacarpianos y 14 falanges (36) (fig. 3.24). Los carpianos son huesos pequeños de forma variable dispuestos en dos filas. En la fila proximal, de la parte lateral a la medial, se diferencian el escafoides (navicular de la mano), el semilunar, el piramidal y el pisiforme. La fila distal, de lateral a medial, comprende, el trapecio, el trapezoide, el grande y el ganchoso. Para cada dedo hay un metacarpiano que une los huesos del carpo con las falanges; cada dedo tiene tres falanges, excepto el pulgar, que tiene dos (36).

      Ligamentos Los ligamentos radiocarpiano palmar, radiocarpiano dorsal, colateral radial y colateral cubital dan soporte a la articulación radiocubital. Los ligamentos radiocarpianos aportan estabilidad en el plano sagital, en tanto que los colaterales proporcionan estabilidad en el plano frontal (36). Existen, además, muchos otros ligamentos que estabilizan la muñeca, la mano y los dedos. Tienen implicaciones clínicas para profesionales de la atención de salud distintos de los entrenadores personales.

      Articulaciones La articulación principal de la muñeca, la radiocarpiana, es una articulación condiloidea (elipsoidea) que articula el radio distal con tres huesos proximales del carpo: el escafoides, el semilunar y el ganchoso. La superficie articular del radio es cóncava, lo que permite que los huesos convexos del carpo se aproximen a ella. Las filas proximal y distal de los huesos carpianos forman la articulación mediocarpiana compleja. La articulación radiocubital distal, en pivote (trocoide), se sitúa en posición medial a la radiocarpiana, y permite la supinación y la pronación del antebrazo (36).

      Movimientos La muñeca permite una flexión de entre 70 y 90° y una extensión de entre 65 y 85°, en el plano sagital, y una abducción (desviación radial) de entre 15 y 25° y una aducción (desviación cubital) de entre 25 y 40°, en el plano frontal (fig. 3.25). Los movimientos de flexión-extensión y de abducción-aducción se producen, fundamentalmente, en la articulación radiocarpiana. Sin embargo, los de deslizamiento en la articulación mediocarpiana, que se ven facilitados por los ligamentos, permiten una ADM completa en ambos planos. Por acción conjunta de las articulaciones radiocubital y mediocarpiana también es posible la circunducción de la muñeca. La posición «de paquete cerrado» de la articulación de la muñeca es la extensión completa, mientras que la «de paquete abierto» es la de extensión de 0° con una leve aducción (4).

      FIGURA 3.24. Músculos de la muñeca y la mano; vista anterior. Tomado de Anderson M, Hall SJ. Sports Injury Management. 2nd ed. Baltimore, MD: Lippincott Williams & Wilkins; 2000, con autorización.

       Músculos

      Anteriores Los músculos flexores de la muñeca, localizados en la cara anteromedial de la misma y generalmente originados a partir del epicóndilo medial del húmero, son el flexor radial del carpo, el flexor cubital del carpo, el flexor superficial de los dedos y el palmar largo (fig. 3.26). Además de la actividad flexora, el flexor radial del carpo induce abducción en la muñeca, en tanto que el flexor cubital del carpo aduce la muñeca y el flexor superficial de los dedos flexiona también las falanges (18).

      FIGURA 3.25. Movimientos de la muñeca. A. Abducción-aducción. b. Flexión-extensión.

      FIGURA 3.26. Músculos del antebrazo; vista anterior. A. Músculos. b. Referencias superficiales. Tomado de Premkumar K. The Massage Connection Anatomy and Physiology. Baltimore, MD: Lippincott Williams & Wilkins; 2004, con autorización.

      Posteriores Los músculos extensores de la muñeca, localizados en la cara posterolateral de la misma y generalmente originados en el epicóndilo lateral del húmero o cerca de él, son los extensores radiales del carpo largo y corto, el extensor común de los dedos, el extensor del dedo meñique y el extensor cubital del carpo (fig. 3.27). Además de su actividad extensora, el extensor radial largo del carpo induce abducción en la muñeca, mientras que el extensor cubital del carpo aduce la muñeca, en tanto que el extensor común de los dedos y el extensor del meñique provocan también la extensión de las falanges (18).

       Lesiones

      Luxaciones, fracturas y esguinces son frecuentes en la muñeca cuando se producen caídas. Las caídas con el brazo y la muñeca extendidos pueden producir luxación del hueso semilunar (habitualmente en sentido anterior) o fractura del escafoides. Las fracturas de Colles y Smith son fracturas graves que afectan al cúbito y el radio distales y que, muchas veces, requieren fijación con clavos rígidos y placas para restaurar la función (14). Los esguinces de los ligamentos de la muñeca son, a menudo, causados por carga axial de la palma de la mano por una caída sobre el brazo extendido (3).

      FIGURA 3.27. Músculos del antebrazo; vista posterior. A. Músculos. b. Referencias superficiales. Tomado de Premkumar K. The Massage Connection Anatomy and Physiology. Baltimore, MD: Lippincott Williams & Wilkins; 2004, con autorización.

      El síndrome del túnel carpiano suele ser consecuencia de microtraumatismos repetidos que afectan al túnel carpiano y al retináculo flexor por trabajo manual prolongado con la muñeca en posición flexionada (p. ej., en personas que trabajan con teclados de ordenador, trabajadores de cadenas de montaje o ciclistas).

      El síndrome del túnel carpiano es un frecuente trastorno por traumatismo acumulativo, causado por compresión del nervio mediano en la muñeca anterior (7). Suele ser consecuencia de microtraumatismos repetidos que afectan al túnel carpiano y al retináculo flexor por trabajo manual prolongado con la muñeca en posición flexionada (p. ej., en personas que trabajan con teclados de ordenador, trabajadores de cadenas de montaje o ciclistas). Entre sus síntomas se cuentan dolor, entumecimiento, cosquilleo y debilidad en los dedos pulgar, índice y medio (distribución del nervio mediano). Este síndrome suele requerir rehabilitación física, cirugía o corrección ergonómica para restaurar la función.

       Extremidad inferior

       PELVIS Y CADERA

      La cintura pélvica es el vínculo entre los huesos de la cabeza y el tronco (esqueleto axial), y las extremidades inferiores. Esta región contribuye al movimiento, la estabilidad y la absorción de impactos, y ayuda a distribuir uniformemente el peso corporal sobre las extremidades inferiores (4).

      Huesos Los huesos de la cintura pélvica (pelvis) son el sacro y el hueso ilíaco (o coxal). Este comprende el ilion (el mayor de los huesos pélvicos), el isquion y el pubis, situados en cada uno de los lados y cuya fusión suele completarse hacia el final de la pubertad. Los dos lados de la pelvis se unen por la parte anterior, en la sínfisis púbica, y por la posterior, en las articulaciones sacroilíacas, donde el sacro y el cóccix actúan como base inferior para la columna lumbosacra. La pelvis de las mujeres suele ser más ancha que la de los hombres, hecho que contribuye al mayor «ángulo Q» de las rodillas en las mujeres (4). La espina ilíaca anterosuperior (EIAS) del ilion es una protuberancia ósea que es el punto de inserción de diversos músculos del muslo anterior. El sacro se articula con la pelvis a cada uno de sus lados, conformando las articulaciones sacroilíacas. La pelvis se articula con cada fémur en el correspondiente acetábulo, constituyendo la articulación de la cadera (36) (fig. 3.28).

      Ligamentos Los ligamentos anterior, posterior e interóseo