Versos Sobre Hormiguitas. Serna Moisés De La Juan

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Название Versos Sobre Hormiguitas
Автор произведения Serna Moisés De La Juan
Жанр Поэзия
Серия
Издательство Поэзия
Год выпуска 0
isbn 9788835403784



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seguí atentamente

      no quería molestar

      y llegando a una planta

      se pusieron a buscar.

      Pero lo que me extrañó

      era que ellas hablaban

      y allí estaba yo

      escuchando y me miraban.

      La que tenía en la mano

      me dijo, ―¡Baja y verás!

      cómo todas dicen algo

      y te quieren enseñar.

      Yo no salía de mi asombro

      y a mi amiga pregunté

      ―¿Qué me enseñará una hormiga?

      ¿Qué puede ella saber?

      Con su sonrisa en la boca

      que aún no había dejado

      me dijo, ―Escucha atenta

      y mira para ese lado.

      Un gatito allí había

      que antes no me fijé

      hablando con una hormiga

      y yo bien los escuché.

      Aquello no era cierto

      y los ojos me froté

      “Debía de estar durmiendo”

      eso es lo que pensé.

      Pero sí, era bien cierto

      el gatito allí estaba

      charlando con la hormiguita

      mientras ella trabajaba.

      Y los dos amigos eran

      y se llevaban muy bien

      esa hormiga y el gato

      me hicieron comprender.

      Que todos si lo queremos

      amigos podemos ser

      y no pelearnos nunca

      eso debemos hacer.

      Que siendo todos amigos

      felices vamos a ser

      estaremos más unidos

      y nos podremos querer.

      AMOR

      2. DOS HORMIGUITAS AMIGAS

      Dos hormiguitas estaban

      hablando una mañana

      mientras iban al trabajo

      allí en el campo de cañas.

      ―Yo seguro que más puedo

      portar hoy más comida

      te gano y llego primero

      porque soy más atrevida.

      »Voy a coger aquí cerca

      de ese grano que antes vi

      y no temo ni a esa agua

      ni el saltamontes de allí.

      La otra que era prudente

      la dijo, ―¡Ten precaución!

      lo importante es la vida

      y no el valor de la acción.

      ―Cobarde es lo que eres

      porque tú no te atreves

      a hacer lo que yo hago

      y me dices que espere.

      ―Yo no te he dicho eso

      sólo te he dicho cuidado

      la vida en un instante

      puede irse a otro lado.

      Hablando así llegaron

      al lugar de la comida

      y antes de darse cuenta

      ya pensaban repartirla.

      El grano estaba allí

      muy gordito y reluciente

      diciendo, ―¡Cómeme a mí!,

      ―y eso era indecente.

      Era una provocación

      lo que tenían enfrente

      no lo pudo soportar

      esto era diferente.

      A mano estaba todo

      el montoncito del grano

      así de ese modo

      no lo había visto en verano.

      Fue a coger el primero

      el grano que había allí

      y no vio al granjero

      que miraba él así.

      Vigilando la cosecha

      el hombre guardia hacía

      pues ya estaba cansado

      el grano desaparecía.

      Para evitar que los granos

      como otras veces volarán

      él se puso allí en guardia

      y a las hormigas pillaba.

      Con el pie las fue a pisar

      la prudente eso vio

      y corriendo a la otra

      de un empujón la quitó.

      El susto la dejó muda

      la vida le había salvado

      se irían las dos juntitas

      a comer a otro lado.

      La prudente la decía

      ―Siempre tienes que mirar

      no te lances enseguida

      problemas vas a encontrar.

      »Siempre que busques comida

      vete tú acompañada

      te puede salvar la vida

      ―por experiencia le hablaba.

      AMOR

      3. LA HORMIGUITA VOLADORA

      Una cosa vi un día

      ¡Qué raro me pareció!

      una hormiguita volando

      que en mi mesa se posó.

      Era la puesta de sol

      de un día primaveral

      yo estaba en mi terraza

      acababa de llegar.

      Sentándome ya estaba

      a punto de comenzar

      mi tarea de ese día

      cuando se vino a posar.

      Con el boli y el papel

      y me pilló de sorpresa

      te cuento el encuentro aquel

      allí fue sobre mi mesa.

      ―Me he enterado que tú escribes

      alguien me lo ha contado

      y