Название | Mercados y bienestar |
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Автор произведения | Varios autores |
Жанр | Управление, подбор персонала |
Серия | |
Издательство | Управление, подбор персонала |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789587903430 |
D. LA NOVEDAD DE LA ADQUISICIÓN DE LA FUERZA DE TRABAJO: ¿QUÉ ES LA FUERZA DE TRABAJO?
“Por fuerza de trabajo entendemos el conjunto de facultades físicas y mentales que existen en la corporeidad, en la personalidad viva de un ser humano y que él pone en movimiento cuando produce valores de uso de cualquier índole” (Marx, 1975, vol. I, p. 203). ¿Por qué el capitalista necesita la capacidad de trabajo? Porque requiere conseguir dos resultados: 1) obtener un trabajo concreto que transforme medios de producción en productos; y 2) y, sobre todo, recibir el trabajo abstracto hecho por el obrero, definido como la sustancia del valor. Esa doble cualidad está asignada a un bien: la fuerza de trabajo. ¿Quién posee la fuerza de trabajo?
La fuerza de trabajo solo puede aparecer en el mercado en la medida y por el hecho de que su propio poseedor la ofrezca y venda como mercancía. [Para esto] […] es necesario que pueda disponer de la misma, y por lo tanto que sea propietario libre de su capacidad de trabajo, de su persona. (Marx, 1975, vol. I, p. 204).
Aquí se tiene el planteamiento de que la fuerza de trabajo es un bien que es propiedad de un grupo de personas especiales dispuestas a cederlas por dinero. ¿Por qué la vende? El obrero es un sujeto jurídicamente libre, no es ni esclavo ni siervo, pero sin poder económico de ser por sus propios medios comerciante o capitalista, ya que no puede hacer efectivo su propio trabajo por carecer de dinero propio o medios de producción. ¿Cómo se adquiere la fuerza de trabajo?
[El obrero] y el poseedor de dinero se encuentran el mercado y traban relaciones mutuas en calidad de poseedores de mercancías dotados de los mismos derechos y que solo se diferencian por que uno es comprador y el otro vendedor, ambos son pues personas jurídicamente iguales. Para que perdure esta relación es necesario que el poseedor de la fuerza de trabajo la venda por un tiempo determinado, y nada más, ya que, si la vende toda junta, se vende a sí mismo, se transforma de hombre libre en esclavo, de poseedor de mercancías en simple mercancía. (Marx, 1975, vol. I, p. 204).
Tenemos entonces que el capitalista entrega dinero y el obrero entrega su fuerza de trabajo de manera temporal, cediendo por ese medio una jornada de trabajo que al mismo tiempo es una cantidad de valor correspondiente a la jornada de trabajo.
¿Es la compra de la fuerza de trabajo una mera relación entre comerciantes? Si bien en un primer instante aparece como una relación comercial entre el propietario de un bien y el propietario del dinero, en realidad existe según Marx algo especial: la transacción comercial no es entre meros comerciantes, sino entre capitalista y obreros.
[El pago de salario] es compra y venta, relación dineraria, pero una compra y una venta en las que se presuponen el comprador como capitalista y el vendedor como asalariado, y esta relación está dada por el hecho de que las condiciones necesarias para que se efectivice la fuerza de trabajo —los medios de subsistencia y medios de producción— están separadas, como propiedad ajena, del poseedor de la fuerza de trabajo. (Marx, 1975, vol. II, p. 37).
En otros términos, una relación superior, una asimetría económica entre empresarios y obreros enmarca el pago monetario de salarios, aquel que hace aparecer los dos agentes como meros comerciantes, uno que posee el dinero y el otro un bien vendible, la fuerza de trabajo. ¿Cuánto vale la fuerza de trabajo del obrero?
La fuerza de trabajo solo existe como facultad del individuo vivo. Su producción pues, presupone la existencia de este. Una vez dada dicha existencia, la producción de la fuerza de trabajo consiste en su propia reproducción o conservación. Para su conservación el individuo vivo requiere cierta cantidad de medios de subsistencia [...] que tiene que alcanzar para mantener al individuo laborioso en cuanto tal, en su condición normal de vida. La suma de los medios de subsistencia necesarios [...] incluye los medios de subsistencia de los sustitutos, esto es, de los hijos de los obreros […]. Diariamente se consume una parte de los medios de subsistencia [...] y es necesario renovarlos diariamente. (Marx, 1975, vol. I, p. 209).
Aquí en definitiva se responde, como planteaba Ricardo, que el salario corresponde al costo económico de la subsistencia de los obreros, considerando que esta subsistencia es un dato social que se impone al individuo trabajador.
E. ¿QUÉ HACE EL CAPITALISTA EN LA PRODUCCIÓN?
Primero, ordena realizar el proceso de trabajo concreto que produce bienes:
El proceso de trabajo, en cuanto proceso en que el capitalista consume la fuerza de trabajo, muestra dos fenómenos peculiares [...]. El obrero trabaja bajo el control del capitalista [...] el capitalista vela por que el trabajo se efectúe de la debida manera y los medios de producción se emplean de acuerdo con el fin asignado. Pero, en segundo lugar, el producto es propiedad del capitalista, no del productor directo, del obrero. (Marx, 1975, vol. I, p. 226).
Segundo, se beneficia del proceso de valorización:
En la producción de mercancías, el valor de uso no es, en general, la cosa qu’on aime pour elle meme (que se ama por sí misma). Si aquí se producen valores de uso es únicamente porque son substrato material, portadores de valor de cambio y en la medida en que lo son. Y para nuestro capitalista, se trata de dos cosas diferentes. En primer lugar, el capitalista quiere producir un valor de uso que tenga valor de cambio [...] una mercancía. Y, en segundo lugar, quiere producir una mercancía cuyo valor sea mayor que la suma de los valores de las mercancías requeridas para su producción. (Marx, 1975, vol. I, p. 226).
¿Cómo se realiza esta agregación de valor y de plusvalor? Primero, una jornada de trabajo es concebida por hipótesis como equivalente a un valor creado: “Partimos de la base de que el trabajo de hilar es un trabajo simple, trabajo social medio [...]” (Marx, 1975, vol. I, p. 229), de tal suerte que se supone que la capacidad de trabajo misma es el valor de uso cuyo consumo coincide de manera inmediata con la objetivación de trabajo, por ende, con el acto de agregar valor.
Segundo, el valor de la fuerza de trabajo es menor que el valor creado en la jornada:
El poseedor de dinero ha pagado el valor de una jornada de trabajo; le pertenece, por consiguiente, su uso durante la jornada, el trabajo de una jornada. La circunstancia de que el mantenimiento de la fuerza de trabajo solo cuesta media jornada laboral […] por ende, que el valor creado por el uso de aquella durante un día sea dos veces mayor que el valor diario de la misma, constituye una suerte extraordinaria para el comprador, pero en absoluto una injusticia en perjuicio del vendedor. (Marx, 1975, vol. I, p. 235).
De esta manera se plantea la tesis central del marxismo de que la plusvalía se genera gracias a que el capitalista encuentra en la sociedad un bien especial que posee la utilidad de crear al mismo tiempo bienes y valor en las fábricas durante una jornada de trabajo socialmente establecida y que este bien especial es adquirible por su propio valor, el cual, bajo supuestos dados, es un valor menor (representado en el salario) que el valor que crea, y de esta manera es posible obtener un excedente del valor por encima de lo que se paga por él15
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