Название | Hidráulica agraria y sociedad feudal |
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Автор произведения | AAVV |
Жанр | Документальная литература |
Серия | Historia |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788437089485 |
Figura 1. Situación de las zonas estudiadas, en torno al monasteriode Sant Cugat del Vallès y en Puigcerdà (Girona)
Figura 2. Reconstrucción hipotética en alzado y en planta del diseñodel sistema hidráulico con molino que se debió construir en los torrenteso ríos del entorno de Sant Cugat del Vallès. Se trata de un croquiscuyas medidas no se ajustan a ningún caso real
Figura 3. Sector de Sant Cugat del Vallès. Espacios irrigados y de prado
Figura 4. Sector de Rubí. Espacios irrigados y molinos
Figura 5. Sector de Cerdanyola y Ripollet. Espacios irrigados y molinos
Este edificio fue objeto de reformas a finales del siglo vi y principios del vii ya entonces utilizado como iglesia.10 La primera noticia escrita de la iglesia o monasterio de Sant Cugat es del año 878, una confirmación de bienes y privilegios otorgada por el rey Luis el Tartamudo al obispo Frodoí de Barcelona, entre los cuales se encuentra la «iglesia de Sant Cugat y Sant Feliu, en el lugar de Octavia, con aprisiones y adyacencias y todas sus pertenencias, las cuales, el abad Ostofred había obtenido por precepto».11 Según D. Miquel, la aprisión que fundamenta el patrimonio original del monasterio debió de producirse entre la conquista franca del 801 y el advenimiento al trono de Carlos el Calvo, en el 839 (Miquel, 2004: 38), aunque argumenta que esta aprisio se hace sobre tierras consideradas fiscales tras dicha conquista que no estaban realmente despobladas. Los primeros documentos conservados del siglo x referentes a donaciones al monasterio indican que los donantes tenían los bienes objeto de donación por herencia o compra, no por aprisio, lo cual indicaría, según este autor, que el establecimiento de esta infraestructura agraria no es inmediatamente anterior a la emergencia documental. A partir del 910, los bienes y derechos vuelven a ser confirmados al abad Donadéu (Miquel, 2004: 40).
El conde Sunyer de Barcelona (910-947) definió los límites del alodio monástico. El documento no se ha conservado pero se conoce su existencia por la referencia que hace de él el precepto del rey Lotario expedido en el 986 (Miquel, 2004: 40). J. Aguelo (1998 y 2001) estableció los límites de este alodio, que se extiende alrededor del emplazamiento del monasterio y que fue objeto de sucesivas ampliaciones.
Por lo tanto, el núcleo central del patrimonio sancugatense estaba constituido por los valles tributarios de la riera de Sant Cugat (o Riu Major en la documentación) en los que se documentan parcelarios de fondo de valle, presumiblemente irrigados en su mayoría y una extensa área de prado, zona húmeda en cuyos márgenes había parcelas cultivadas.12 En toda esta área no existe ni un solo molino en el siglo x ni se construyeron posteriormente (figura 3). Los sistemas hidráulicos con molinos se encuentran en los términos vecinos de Rubí13 y Cerdanyola,14 así como en Ripollet (Palatio Avuzid),15 en cursos de agua más estables (figuras 4 y 5).
Tabla 1. Estimación de las superficies irrigables
Sistema del castillo de Rubí con un molino | 4,2 Ha |
Sistema del molino de la Noguera | 3,5 Ha |
Sistema del molino de los Bessons | 2,4 Ha |
Sistema del molino de Can Calopa | 6,8 Ha |
Sistema del molino de la Via | 0,4 Ha |
Font Calçada | 2,9 Ha |
Campanyà | 2,0 Ha |
Sistemas en la Rambla del Celler | 13 Ha |
Sistemas del torrente de Can Cornellera (Vallseca) | 3,5 Ha |
Sistema del torrente de la Bomba | 0,48 Ha |
Riera de Can Vilallonga | 0,36 Ha |
Sistema del torrente de Ferrusons (Magarola) | 1,1 Ha |
Sistema del molino de Can Fatjó y otras derivaciones | 2,9 Ha |
Sistema de las Feixes | 3,0 Ha |
Sistemas de Saltells, con molinos | 11.2 Ha10,3 Ha17,9 Ha |
Sistemas del Ripoll, con molinos | 53,20 Ha |
TOTAL CALCULADO | 130,14 Ha |
Se han medido las superficies que corresponden a los espacios irrigados identificados sobre la fotografía aérea de 1967. En esta fotografía son claramente visibles algunas de las áreas regadas que aparecen en los documentos a partir de finales del siglo x. Pero solo pueden ser consideradas como cifras orientativas, puesto que los perímetros delimitados en la fotografía aérea no han podido ser prospectados a causa de las profundas modificaciones urbanísticas que los han hecho desaparecer. No se ha podido determinar, pues, qué partes de estos espacios corresponden al diseño original de época medieval. Se trata de los perímetros en funcionamiento a mediados del siglo xx y, sin una prospección arqueológica, es muy difícil determinar qué ampliaciones y modificaciones han podido sufrir. Al tratarse de fondos de valle, es muy probable que las franjas de terreno más próximas a los lechos de los ríos, especialmente en el Ripoll y el Riusec (Ripollet y Cerdanyola), fueran zonas inundables que se dejaban como áreas de prado para pasto. Estas zonas de pasto aparecen en la documentación frecuentemente designadas con el término prat.16
Las 53 Ha del Ripoll representan el 40,8% de la superficie total calculada. Aparentemente, en 1967 esta zona se regaba desde una sola canalización. La documentación del monasterio alude a diversos molinos que debían de encontrarse a lo largo de la canalización.17 Se conoce el emplazamiento de dos de estos molinos, el de Can Rata y el del Ginestar. Ello, junto a la morfología del parcelario de la década de 1960, permite reconstruir el recorrido de la acequia del río Ripoll. Sin embargo, el espacio efectivamente cultivado y regado abarcaba todo el perímetro delimitado por la canalización y por el lecho del río. La franja más próxima al lecho del río permanecía yerma y como prado.
En cuanto a los cultivos realizados en estos espacios es difícil, por la documentación, obtener un registro detallado y completo. Sin embargo, las abundantes referencias a viñas y tierras (el término terra presumiblemente alude a campos de cereal, claramente situados en los espacios irrigados o lindando con torrentes y canalizaciones), indican que cereales y vid eran cultivados preferentemente en zonas irrigables o, al menos, en fondos de valle especialmente húmedos. De hecho, no es posible, a excepción de alguna parcela dispersa, situar fuera de estas zonas parcelarios de secano (Kirchner, 2006). Las menciones de viñas y tierras aparecen, también muy a menudo, asociadas a los huertos o vergeles, a árboles de «géneros diversos» –raramente precisada su especie concreta– y a las canalizaciones de los molinos. Cabe suponer, pues, unos espacios de policultivo, donde se entremezclan espacios de hortaliza, viña, arboricultura y cereal. Su