Introspecciones para despertar. Ignacio Tapia Torres

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Название Introspecciones para despertar
Автор произведения Ignacio Tapia Torres
Жанр Сделай Сам
Серия
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9788418730405



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el autor

      Introducción

      Los poemas que integran este poemario nacieron a partir del autocuestionamiento, a partir de la duda y del abandono de las certezas; de la incertidumbre. La autoindagación que realicé me llevó a un crecimiento personal, al desapego del ego y la libertad del ser (por supuesto que es un proceso que está en constante expansión, pero son las pequeñas victorias las que cuentan). El aprendizaje que me brindó espiar en mi interior, en mis sentimientos, en mi forma de razonar; el tratar de entender el mecanismo interno que me llevaba a comportarme en la forma en que lo hacía, a pensar y a sentir de la manera en la que estaba habituado, me enriqueció de una manera realmente fantástica.

      Es un placer compartir mis pensamientos con todo aquel que esté dispuesto a intentarlo, a ahondar en la reflexión, la que permite la flexibilidad del pensamiento. Los invito a la duda, no a dudar de uno mismo y de lo que uno es capaz, sino todo lo contrario; a dudar de lo que se sabe como verdad, a lo que damos por sentado y no nos deja crecer. Los invito a abrirse a las emociones que muchas veces dejamos ocultas. La vida es esta y nos pertenece; o la llevamos donde queremos ir o nos llevará donde nos convencieron que debemos ir. El camino no es rechazar aquello que no nos gusta de nosotros, sino abrazarlo y entenderlo. Solo así se puede aprender de ello y superarlo.

      Así como sucederá en este poemario, el comienzo puede ser doloroso, es el proceso de destapar y ver todo aquello que desearíamos que no fuera parte de nosotros. Purgar aquellos sentimientos que guardados dentro solo pueden pudrirse y contaminar al resto, reconocerlos parte de nosotros y por fin perdonarlos. Lograr entrar a nuestro cuarto oscuro y jugar con todos ellos, liberarlos de culpa y que por fin el presente quede exonerado de todo juicio.

      Al recuperar la energía malgastada por tanto tiempo en el autocastigo queda limpiar el pensamiento, la razón, que como marioneta responde a intereses ajenos a los nuestros. Descubrir las raíces de nuestros pensamientos, nuestras creencias que nos guían por esta vida, e identificar si estas responden a nuestro deseo o si son producto de la moral impuesta; si nos favorecen y nos llevan al bienestar o si nos juegan en contra y nos retienen. Revisar las certezas con las que contamos, aquellas verdades incuestionables que se ponen como base de toda idea, de todo juicio. Puede que cambiando alguna de ellas se modifique toda la estructura y se consiga la paz, pero no es sencillo salir de la zona de confort.

      La certeza es el final del recorrido, es cerrar la puerta y pretender que no hay nada más allí; es por esto que elijo siempre la duda. Allí es donde se encuentra el crecimiento, la expansión de la razón, es el camino que nunca acaba y que siempre deja lugar para algo más. No le cerremos jamás la puerta a la duda, que esta trae de la mano a la curiosidad, una gran motivadora del pensamiento y de la acción. La certeza no es más que la muerte del pensamiento, la amante fiel de nuestro principal obstáculo: el ego.

      «Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la

      luz, sino haciendo consciente la oscuridad».

      Carl Gustav Jung

      Palabras perdidas

      Piden rescate las palabras

      que distraídas se entregaron

      a la despiadada oscuridad,

      donde el encierro,

      el rencor y el miedo

      las convirtieron en algo más.

      Piden rescate las palabras

      que ingenuas caminaron al vacío

      y creyéndose olvidadas

      se brindaron al rencor.

      Piden rescate

      (aún hoy lo hacen),

      se saben, desde donde estén,

      silenciosamente indispensables

      para aquellos potenciales rescatistas

      que aún le temen a la oscuridad.

      Atemporal

      Pobre mi reloj interno,

      se encuentra algo perdido,

      ya no reconoce el norte

      y mucho menos el aquí y ahora.

      Camina hacia los lados

      y hasta por momentos retrocede,

      confunde el hoy con el pasado

      y ahora siente lo olvidado.

      Creo que mi reloj se descompuso;

      puede verte aquí sentada, pensando

      al pie de la cama que cubrimos

      con tiernas ilusiones de niños

      y certezas adultas

      que se niegan a morir.

      Hoy mi reloj marca las 12:00,

      pero ya no reconoce ni el día ni el mes

      y el presente aún sabe a pasado.

      Incertidumbres

      En algunas ocasiones

      las palabras vienen y van,

      los pensamientos las encienden

      y los silencios les dan fuerzas.

      En algunas ocasiones

      los pensamientos se emocionan,

      los silencios les dan aire

      y las palabras los consuelan.

      En algunas ocasiones

      hasta me olvido de quién soy

      y entonces le pregunto al sol

      dónde fue que me perdí.

      Entonces me encuentro en esos momentos

      donde los silencios lo son todo,

      donde las palabras se agotan

      y los pensamientos buscan los «por qué».

      Sé que ellos saben dónde fue que lo hice,

      dónde fue que lo enterré,

      dónde fue que escondí aquel frasco con certezas

      que de niño capturé.

      Es hora de abrirlo

      y dejarlas ir.

      Sincericidio

      Mentiría si te dijera

      que ya no tengo miedos,

      cuando por dentro mi mesura

      parece desplomarse.

      Mentiría si te dijera

      que sé cómo vencerlos,

      que es tan solo cuestión de tiempo

      y que todo marchará bien.

      Mentiría si te dijera

      que no me aterra este desconcierto,

      cuando a cada rato

      me mareo y pienso en caer.

      Mentiría si te dijera

      que jamás te he mentido,

      pues siempre he tenido miedo

      de albergar tantos miedos.

      Miedo a no ser capaz:

      de pelear,

      de insistir,

      de