Название | La botánica del alma |
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Автор произведения | Alhicia S. |
Жанр | Сделай Сам |
Серия | |
Издательство | Сделай Сам |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788418730306 |
Cuántas veces me quedé sentada viendo el tiempo pasar, las hojas caer, a mi mente suspirar, sin más ganas que las de huir hacia algún sitio que pudiera considerar hogar.
¡Qué absurda necesidad por miedo a los golpes que algo superior a mí me pudiera dar! Porque lo que no has aprendido de manera consciente lo vas a aprender a través de miles de muros que tendrás que escalar. Qué terrible estar entre algodones por el miedo al qué diré, al qué dirán.
Y llega el día en que estás en tu cama, tumbado, mirando por la ventana, pensando si saltar o seguir maldiciendo el momento en el que te quedaste anclado, suplicando respuestas sobre qué hacer a eso que tú llamas fe.
Y se te dan.
Y ahora que las tienes… ¿coges todos tus miedos y vas?
Coníferas sin piñas
Relaciono la infancia con los sueños y la posibilidad de alcanzarlos. Nacemos con determinados dones que, si conseguimos no abandonarlos, entenderemos que por ellos hemos venido a este mundo, a cultivarlos.
A aquel que se pasa todo el día cantando, lo callan.
A aquel cuya única distracción es subirse a los árboles a investigar, lo bajan.
El que encuentra su fascinación en las estrellas, al suelo debe mirar.
A aquel que por mejores amigos tiene a los libros le dicen: «Qué solo estás».
A los que en clase y de tarde solo nos refugiaba pintar o escribir, nos hacían coger los libros de texto para al cerebro confundir.
Sin eso nos sentimos abandonados, vacíos, secos, como un gran bosque de coníferas sin piñas.
Pero hay esperanza. Si eres capaz de encontrar en tu interior aquello que nos quitaron de niños, aquello que nos hacía inmensamente felices y especiales, encontrarás un motivo para levantarte. No importa qué sea, si dará dinero o no, si será útil o un pasatiempo; si lo encuentras de nuevo no lo dejes ir, ya que si realmente sale del alma no hay nada que te pueda hacer más rico y feliz.
En este mundo lleno de gente y posibilidades habrá un hueco para tus piñas, siempre.
Te lo prometo. No las dejes ir.
Nicotiana tabacum
Antes de dormir no repaso mi día, descifrando aprendizajes, ni rezo ni pido o busco algo en el interior. Ni siquiera agradezco a algo superior. Antes de dormir me gusta fumar, ver cómo el humo ondulante recorre cada pared y sección, envolvente como cada uno de mis sueños atrapados en esta habitación, efímero como cada sentimiento que hizo añicos este amasijo de piel, sensaciones y huesos al que llamo «yo».
Otros quizás pasan horas preguntándose el porqué de sus actos, el cómo de su futuro, el cuándo de ese amor que se fue, el cuánto a las horas hasta que llegue el amanecer; pero esa forma de matarme me parece cruel.
Antes de dormir me gusta encontrarme con cada uno de mis odiados recuerdos, de mis aterradores demonios, de mis horribles miedos, darles una calada y desear que a la mañana siguiente solo alguno de ellos se haya consumido, igual que cientos de mis cigarros, en el cenicero.
Germinar
Siempre me he preguntado el porqué de mi nacimiento o el porqué del tuyo y del de los demás. Es complicado pensar que nosotros elegimos venir a este mundo de sufrimiento y degradación, de pena y dolor, y que todo empieza con un llanto al abrir los ojos al exterior. ¿Así debe comenzar? ¿Ese llanto es una señal de cómo será lo demás? Y lloras más.
Pero déjame decirte que ese llanto no es sin más; es un cúmulo de primeras emociones que no sabes expresar, es la respuesta a todo el llanto que te queda por pasar, la primera semilla de todo lo que está por germinar.
Es la emoción de la primera luz al respirar.
Es el miedo ante lo que no sabes que vendrá.
Es la alegría de saber que algo enorme está por comenzar.
Es el sentimiento de amor brotando por tus ojos, como espejo de tu interior que son.
Es la incertidumbre y la ansiedad de no saber quién te va a cuidar.
Es el sonido de la voz de alguien a quien amas de verdad.
Es mirar al universo y no saber dónde encajar.
Es la inmensa nostalgia de saber que ya no eres dos, que ya eres individual, nostalgia que te acompañará hasta que decidas no estar.
Y es que el primer llanto es el más importante, el que vaticina el porqué de todos los que vendrán, pues lo que sentirás a lo largo de tu vida ya lo has sentido en otra realidad. Por eso mismo llora, deja que brote de tu alma, deja que esas lágrimas que a veces no sabes contener ni por qué están te den la respuesta, el alivio y la serenidad de lo que tu corazón necesita expresar.
Flores secas
Me resulta el mundo una paradoja infinita:
El que tiene agua no tiene sed.
El que desea tiempo no sabe en qué gastarlo.
El que está enamorado siente ansias de libertad.
El que está solo lo prefiere así.
Al que tiene mucho nada le sobra; el que no tiene cree que lo tiene todo.
El que tiene religión tiene miedo a la muerte; el que tiene fe se siente muerto.
El que tiene flores secas y campos baldíos los desea vivos; el que tiene flores vivas las seca para recordar.
El que tiene una esperanza carece de sueños alcanzables…
Y a mí, que solo tengo noches, me faltan lunas para hablarles.
Trébol de cuatro hojas
Miro, pero no enfoco. Demasiada claridad entra por la ventana. Un rayo de luz inunda todo, se cuela por las rendijas de mi cuerpo, por los recodos de mi pensamiento, por el interior de mis huesos, trayendo la calma. ¿Será esto eso que llaman esperanza?
Todo comienza a despejarse, ya no busco sentido a lo que no lo tiene, ya no busco respuestas a por qué soy de una manera o por qué hice tales cosas o aquellas elecciones. Ya no hay preguntas. Todo era inevitable.
Demasiado tiempo desamparados, esperando que algo nos diga que hay luz. No al final del camino, sino al principio y en el recorrido. Y esa luz, como si de un trébol brillante y verde se tratara, se abre paso en el desierto sombrío de los sentimientos y llena el alma.
Ya nada importa, porque ni el futuro es cierto ni el pasado es verdadero. Todo son lecciones. Lo único que tengo es esta ceguera de luz que me abraza y que dice entre susurros que mientras haya aliento habrá esperanza.
Raíces
No olvides quién eres.
Aunque las circunstancias te indiquen que todo ha acabado, no olvides que cuando estés listo tú eres el comienzo. Cuando las fuerzas flaqueen y no encuentres sustento, no olvides tu fuerza interior blanca como un lienzo. No olvides tu nombre. No olvides la raíz de vida que te ancla a esta tierra. Cuando recuerdes a o te cruces con, no olvides la belleza de tus sentimientos; ellos te dirán por dónde ir.
Aunque el mundo te decepcione, no olvides que tu amor es el único que jamás te decepcionará, ya que es perfecto para ti. Lo demás igual que viene se va.
Sujétate a tu fe si quieres, agárrate a tu orgullo y a tu forma, a tu sonrisa y a tus sueños, aunque vengan situaciones que se estrellen como meteoritos en tu corazón. No olvides que jamás estarás solo si te sientas a charlar contigo mismo en un sillón.
Y si crees que tú eres el problema, no olvides que también eres la solución.
No olvides que tú eres.
Barro en mis venas
Nunca suelo entenderme, ni en decisiones o elecciones