Susie. Ray Rhodes Jr.

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Название Susie
Автор произведения Ray Rhodes Jr.
Жанр Философия
Серия
Издательство Философия
Год выпуска 0
isbn 9781629463100



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y los fieles que aun así seguían activos en la iglesia se vieron tentados a sentir desaliento. Dentro de esos pocos fieles estaba la familia Olney, que oraba para que Dios avivara la iglesia. Ahora incluso los padres de Susie rara vez se veían en la NPSC y, de no haber sido por los Olney, la misma Susie no habría asistido de forma tan activa.

      Al igual que Susie, la iglesia necesitaba una renovación espiritual. Las actas de una asamblea congregacional celebrada el 14 de diciembre de 1853, apenas cuatro días antes de que Spurgeon predicara su primer sermón en la NPSC, nos dan una idea de las dificultades que enfrentaba la iglesia: «Queridos hermanos: lamentamos informar que, durante el año pasado, no hubo ninguna adición a nuestra membresía debido a que estuvimos sin pastor». Las actas, que fueron enviadas a la Asociación Bautista de Londres, terminaban con estas palabras reveladoras: «Adjuntamos nuestras estadísticas. Hermanos, oren por nosotros».70

      Luego del primer sermón de Charles, la iglesia vio renovada sus esperanzas de que vinieran días mejores. Incluso antes de que se completara el período de prueba acordado, que comenzó a fines de enero de 1854, la congregación, por abrumadora mayoría, le extendió el llamado al joven Charles Spurgeon para que fuera su pastor. El 28 de abril de 1854, Spurgeon envió una carta a la iglesia, en la que simplemente indicó: «LO ACEPTO».71 Le imploró a la congregación que lo recordaran en oración y les solicitó su «cooperación en toda buena obra; en la visitación de los enfermos, en la invitación de personas interesadas y en la edificación mutua».72

      Aunque tenía apenas diecinueve años, demostró madurez al solicitar ayuda y, por la gracia de Dios, estaba preparado para la tarea que tenía por delante.73 Charles no se imaginaba que su mayor ayuda vendría de una hermosa señorita londinense de cabello largo, castaño y rizado que estaba sentada en la banca ese primer domingo por la tarde. Gracias al ministerio de Charles, la iglesia se revitalizó y experimentó crecimiento numérico y espiritual. Susie Thompson también experimentó revitalización y crecimiento espiritual a nivel personal.

      El Progreso del Peregrino

      Como medio de asistencia Espiritual

      Antes de que Charles influenciara la vida espiritual de Susie, ella buscó la guía de William Olney, el marido de su prima Susannah, que escuchó atento las inquietudes que Susie le describió respecto a su estado espiritual. Probablemente, William fue quien informó a Charles de las luchas de Susie.

      Poco después de su conversación con William, Susie se sorprendió al recibir una copia ilustrada del Progreso del peregrino de John Bunyan con la siguiente inscripción: «Para la señorita Thompson, con el deseo de que progrese en la peregrinación bendita. De C. H. Spurgeon, 20 de abril de 1854».74

      A juicio de Charles, El progreso del peregrino era el libro preciso para Susie. Aunque tenía veintidós años, recién se había convertido y además estaba desanimada. Como los escritos de Bunyan habían sido claves para que el propio Charles comprendiera la fe cristiana, él tenía la confianza de que la alegoría de Bunyan contrarrestaría favorablemente la incertidumbre de Susie. Ella consideró el regalo de Charles como un indicio de que deseaba «ayudar a un alma en conflicto a llegar al cielo». La impresionó mucho su preocupación, y «el libro se volvió muy preciado y útil».75 La alegoría de Bunyan echó raíces profundas en su corazón, y terminó influenciando sus propios libros, cartas y otros trabajos literarios, que solían usar las descripciones de la vida cristiana de Bunyan.

      Charles mostró perspicacia al recurrir al Progreso del peregrino como un medio para alentar espiritualmente a Susie. En 1903, el año de la muerte de ella, su hijo Thomas Spurgeon escribió que su padre estaba «enamorado de John Bunyan» y que era «similar a él en su fe, pensamiento y lenguaje».76 Thomas señaló: «Aquí [en El progreso del peregrino] hay leche para los bebés y carne para los hombres… Además, la carne es de tal tipo que los “bebés” pueden disfrutar su sabor y los “hombres” se sienten mucho mejor si toman un sorbo o dos de la leche».77

      Peter Morden, que se ha especializado en el estudio de Spurgeon, explica que los escritos de Bunyan influenciaron a Charles, pues le dieron «un marco para entender la vida cristiana» y le brindaron una manera de «encontrarle el sentido a las experiencias particulares que ocurren a lo largo del trayecto del cristiano».78 De seguro, Charles esperaba que esos resultados se vieran en Susie.

      Ya que tanto Charles como Susie solían visitar el hogar de los Olney, tenían la oportunidad de verse con frecuencia. Cuando Susie fue conociendo mejor a Charles, confió en él y le contó de sus inquietudes espirituales. Resulta difícil y aun gracioso pensar en que la chica refinada de la ciudad compartió las inquietudes de su corazón con Charles, que era más rústico. Qué irónico es que el hombre que una vez ofendió sus susceptibilidades se convirtiera en alguien en quien buscara consejos:

      Gradualmente, aunque con mucho temblor, le conté de mi condición ante Dios, y él me guio con suavidad, mediante su predicación y sus conversaciones, por el poder del Espíritu Santo, a la cruz de Cristo para hallar la paz y el perdón que anhelaba mi alma agobiada.79

      Interactuar con Charles y leer El progreso del peregrino de Bunyan ayudó a Susie a aplicar mejor la Escritura. Thomas Spurgeon, en el prólogo del libro Pictures from Pilgrim’s Progress [Imágenes del progreso del peregrino], nos da un contexto que nos ayuda a entender cómo es que el clásico de Bunyan pudo haber ayudado a Susie:

      Instando al estudio ferviente de las Escrituras, C. H. Spurgeon dijo en una ocasión: «¡Oh, que tú y yo nos adentráramos hasta el corazón mismo de la Palabra de Dios e introdujéramos esa Palabra dentro de nosotros! He visto cómo el gusano de seda penetra en la hoja mientras la come y la consume; nosotros deberíamos hacer lo mismo con la Palabra del Señor: no arrastrarnos sobre su superficie, sino penetrar en ella comiéndola, hasta que la hayamos metido en nuestros rincones más profundos. Es inútil hacer que el ojo solamente mire las palabras o que recordemos las expresiones poéticas y los hechos históricos; lo bendito es comer hasta alcanzar el alma de la Biblia y, al fin, llegar a hablar en el lenguaje bíblico, con un estilo moldeado por la Escritura y, mejor aún, con un espíritu impregnado de las palabras del Señor. Me referiré a John Bunyan para ejemplificar lo que quiero decir. Lean cualquiera de sus obras, y verán que es casi lo mismo que leer la Biblia. La había leído hasta que su alma quedó saturada de la Escritura, y, aunque sus escritos están llenos de poesía encantadora, no puede darnos su Progreso del peregrino–el poema en prosa más dulce de todos–sin hacernos sentir y decir todo el tiempo: “¡Vaya, este hombre es una Biblia viva!”. Pínchalo donde quieras: su sangre es bíblica, la esencia de la Biblia fluye de él. Le es imposible hablar sin citar un pasaje, pues su alma está llena de la Palabra de Dios».80

      Para Spurgeon, leer a Bunyan era «casi lo mismo que leer la Biblia» y «la esencia de la Biblia fluye de él». Confesó:

      Después de la Biblia, el libro que más valoro es «El progreso del peregrino» de John Bunyan. Creo que lo he leído completo por lo menos cien veces. Es un volumen del que nunca parezco cansarme, y el secreto de su frescura es que fue compilado en gran medida a partir las Escrituras. En verdad, es enseñanza bíblica expresada en la forma de una alegoría simple pero muy llamativa.81

      Resulta obvio que el clásico de Bunyan impactó a Susie, pues después su propia sangre llegó a poder considerarse «bíblica» y en 1884 ya había leído la Biblia completa catorce veces, lo que equivalía a «leer tres capítulos al día para logar terminar la Biblia en un año».82

      Años después, Charles le preguntó a Susie si recomendaría el plan de lectura que ella utilizaba. Respondió que la lectura regular de la Biblia completa era útil para familiarizar al lector con toda la Escritura, incluso las partes que «de otra manera podrían pasarse por alto». Sin embargo, para su «iluminación y alivio espiritual», prefería meditar en porciones más breves de la Escritura, por ejemplo, «medio versículo». Por lo general, era durante sus momentos de meditación concentrada en unos pocos versículos