Название | Añorantes de un país que no existía |
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Автор произведения | Salvador Albiñana Huerta |
Жанр | Документальная литература |
Серия | Oberta |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788491346685 |
24. Véase NC, 66 y 92.
25. Josep Renau: Arte en peligro: 1936-1939, Valencia, Ayuntamiento de Valencia-Fernando Torres, 1980, p. 13; el libro está dedicado a Antonio Deltoro y a Manuela Ballester. En 1977 Renau escribió a Deltoro y le consultó acerca de una visita de trabajo a Toledo; no he podido documentar si atendió la consulta. La carta se encuentra en Textos y documentos, 9. Véase NC, 71 y 72.
26. J. C. Rueda Laffond: Memoria roja…, p. 228. M. Gómez: El largo viaje…, pp. 219-220, considera estéril prolongar el debate acerca del uso propagandístico de las actividades culturales por parte del Ministerio o del Partido Comunista; fue «una decisión consciente y en absoluto subrepticia».
27. Orueta había sido director general de Bellas Artes entre 1931 y 1933, y de nuevo entre febrero y septiembre de 1936. Miguel Cabañas Bravo: «Ricardo de Orueta, guardián del arte español. Perfil de un trascendente investigador y gestor político del patrimonio artístico», en Miguel Cabañas Bravo y María Bolaños Atienza (eds.): En el frente del arte. Ricardo de Orueta 1868-1939, Madrid, CSIC, 2014, pp. 20-80 y 218-239.
28. Nueva Cultura, año III, 2, abril de 1937 [p. 297]. Véase NC, 77.
29. El director del Museo era Ramón Pérez de Ayala, que apenas se había ocupado de la gestión; abandonó Madrid a comienzos de septiembre y se instaló en París. Sánchez Cantón era subdirector desde 1922. Josep Renau: «Connotaciones testimoniales sobre el “Guernica”», en Álvaro Martínez-Novillo (ed.): Guernica-Legado Picasso, Madrid, Ministerio de Cultura, 1981, pp. 8-22. El escrito de Deltoro, que puede fecharse hacia 1972, en Textos y documentos, 8. Debió de redactarlo a petición de José Puche, quien le derivó la consulta de una periodista norteamericana acerca del Guernica. Puche lo remitió a Renau, cuya dirección en Berlín le habría facilitado Deltoro. La consulta podría guardar relación con la noticia aparecida en el diario mexicano Excelsior (26 de agosto de 1972) que daba cuenta de la sugerencia del Gobierno republicano en el exilio de que el cuadro debía ir a México por tratarse del único país que reconocía a la República española. Un breve fragmento de la nota de Deltoro se utilizó para anunciar una conferencia de Renau organizada en Valencia por el Partido Comunista del País Valenciano con ocasión del centenario del nacimiento de Picasso. No he podido documentarla. Véase NC, 74.
30. J. Renau: Arte en peligro…, p. 60. Véase NC, 81-85.
31. Véase NC, 80 y 104. «La colección del Palacio de Liria, salvada. Su exposición en Valencia», Hora de España, I, enero de 1937, pp. 60-61.
32. Véase NC, 106, 108.
33. J. Gil-Albert: Memorabilia, pp. 204 y 247.
34. José Moreno Villa: «En Valencia», en Vida en claro. Autobiografía, México, El Colegio de México, 1944, pp. 227-236; hay edición reciente de Juan Pérez de Ayala, Madrid, Visor, 2006. Elena Garro: Memorias de España 1937, México, Siglo XXI, 1992, pp. 50-57. Esteban Salazar Chapela: En aquella Valencia edición, introducción y notas de Francisca Montiel Rayo, Sevilla, Renacimiento, 2001; el personaje de Puga, director general de Bellas Artes por quien el autor muestra animadversión, podría ser trasunto de Renau. Una antología de textos en Antonio Calzado Aldaria y Javier Navarro Navarro (eds.): Valencia, capital antifascista: visiones e impresiones de una ciudad en guerra, Valencia, PUV, 2007.
35. Véase NC, 100-102.
36. John Dos Passos: «La casa de los sabios», en Viajes de entreguerras, Barcelona, Península, 2005, p. 318. Victorio Macho: Memorias, Madrid, G. del Toro, 1972, p. 91.
37. Véase NC, 100 y 101. Una amplia edición de los textos de la polémica en torno a la Casa de la Cultura, en M. Aznar Soler: «L’Aliança d’Intel·lectuals per a Defensa de la Cultura de València i la creació de la Casa de la Cultura», en M. Aznar Soler y otros: València, capital cultural de la República (1936-1937). Antologia de textos i documents, Valencia, Conselleria de Cultura, Educació i Ciència, 1986, pp. 99-318.
38. En la Casa pudieron trabajar el escultor Macho y los oftalmólogos Manuel Márquez y Trinidad Arroyo. Miguel Cabañas Bravo: «Ricardo de Orueta, guardián del arte español. Perfil de un trascendente investigador y gestor político del patrimonio artístico», en M. Cabañas Bravo y María Bolaños Atienza (eds.): En el frente del arte. Ricardo de Orueta 1868-1939…, pp. 20-80, 218-239 y 274.
39. El balance de la Casa de la Cultura puede consultarse en M. Aznar Soler: «L’Aliança…», pp. 314-317. En 1980, en la entrevista que le hicieron M. Aznar Soler y F. Pérez Moragón. A. Gómez Andrés y F. Pérez Moragón (eds.): Emili Gómez Nadal: diaris i records, Valencia, PUV, 2008, pp. 369-413 y 404. [‘Tengo la impresión de que hicimos muy poco […] Y sobre todo no tengo idea de haber hecho gran cosa’].
40. Las colaboraciones de Deltoro se reproducen en Textos y documentos, 1-4.
41. El texto de Altolaguirre y Bergamín no se ha localizado, Francisca Ferrer Gimeno: «Vestuario para El Triunfo de las Germanías», Stichomythia, 11-12, 2011, pp. 268-283. Los decorados de Alberto fueron elogiados por Francisco Carreño Prieto: «Elementos para una plástica teatral española», Nueva Cultura, 2, abril de 1937, p. 15, y por Ramón Gaya, en una nota sin firma: «Teatro», Hora de España, II, febrero de 1937, p. 60.
42. Francisco Carreño Prieto: «El arte de tendencia y la caricatura», Nueva Cultura, 11, marzo-abril de 1936, pp. 14-15; en ese mismo número, p. 6, «Cuatro dibujos políticos de Alberto Sánchez».
43. Véase NC, 109-111. Jordana Mendelson: «Los laboratorios de la propaganda: artistas y revistas durante la guerra civil española», en Revistas y guerra, 1936-1939, Madrid, MNCARS, 2007, pp. 15-267, 181.
44. Véase NC, 112-124.
45. Véase NC, 125. En el verano de 1936 Carl Einstein (1885-1940) se integró con su esposa Lyda Guevrekian en la columna dirigida por Buenaventura Durruti –de quien escribió un elogio fúnebre– y estuvo en diferentes frentes en Aragón y Guadalajara. Problemas de salud le obligaron a retirarse a Barcelona, donde al parecer menguó su inicial fervor anarquista.