Название | El Nuevo Testamento paso a paso |
---|---|
Автор произведения | John Bergsma |
Жанр | Документальная литература |
Серия | Fuera de Colección |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788432160127 |
[3] Concilio Vaticano II. Constitución “Dei Verbum”, n.º 18: «La Iglesia siempre y en todas partes ha mantenido y mantiene que los cuatro Evangelios son de origen apostólico. Pues lo que los Apóstoles predicaron por mandato de Jesucristo, después ellos mismos con otros de su generación lo escribieron por inspiración del Espíritu Santo y nos lo entregaron como fundamento de la fe: el Evangelio cuádruple, según Mateo, Marcos, Lucas y Juan».
[4] El autor se refiere aquí a las versiones norteamericanas. En nuestra traducción usaremos la Sagrada Biblia de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, aprobada por la Conferencia Episcopal Española.
1. EL ANTIGUO TESTAMENTO COMO
LA HISTORIA PRECEDENTE: EPISODIOS 1–6
COMO EL NUEVO TESTAMENTO es la segunda parte de un libro mucho más largo, si comienzas a leerlo por esa parte, puedes encontrarte perdido en mitad de la historia que cuenta. Imagina que ves una película famosa por primera vez, pero comenzando a la mitad o más de su proyección: por ejemplo, comenzar a ver Sonrisas y lágrimas en el concierto final de la familia Trapp antes de irse de Austria. Quedarías un poco confuso. ¿Quiénes son esa gente y por qué están cantando? ¿Por qué no les dejan irse los soldados alemanes? O compáralo con la serie de La Guerra de las Galaxias, pero comenzando a verla por El retorno del Jedi. ¿Por qué parece que Luke Skywalker, la Princesa Leia y Darth Vader tienen una profunda conexión?
Algunas personas han leído muchas veces la Biblia en su vida, pero solo el Nuevo Testamento. Eso es un poco como ver Sonrisas y lágrimas regularmente, pero comenzando siempre en el concierto final, o ver Star Wars una vez y otra sin los episodios 1-5.
En mi primer libro, La Biblia paso a paso [titulado así en su versión española], hice un rápido recorrido de toda la Biblia, comenzando por Génesis y usando dibujos para ayudarnos a recordar las principales etapas de la historia bíblica. Si nunca has estudiado la Biblia, te recomiendo comenzar por La Biblia paso a paso. Pero, tanto para quienes no la hayan leído o como para quienes ya la conocen, vamos a hacer un rápido repaso del contenido de la Biblia.
La idea central en la Biblia es la “alianza”. Una alianza es un modo de hacer parte de la propia familia a una persona, comprometiéndose ambas partes mediante juramento. Por decirlo técnicamente, la alianza es la ampliación del parentesco mediante juramento. El matrimonio y la adopción son las formas más frecuentes de alianza.
Una de las oraciones de la Misa resume la historia de la Biblia de este modo: «Reiteraste, además, tu alianza a los hombres; por los profetas los fuiste llevando con la esperanza de salvación»[1]. La historia de la Biblia es la historia de Dios que ofrece alianzas a los seres humanos. Es la historia de Dios tratando de hacernos parte de su familia. En el Antiguo Testamento, Dios hizo al menos seis intentos importantes de hacer a los humanos su familia mediante alianzas. Veámoslos, si quieres, como los “Episodios 1–6”.
Dios ofreció la primera alianza a la primera pareja, hombre y mujer, Adán y Eva, al comienzo de la historia humana. Hombre y mujer vivían como hijo e hija de Dios en un lugar de paz y perfección que la Biblia llama el Jardín del Edén. Como hijo de Dios, Adán también gozaba del privilegio de ser rey, sacerdote y profeta sobre todo el mundo, y Eva compartía con él esos roles. Podemos bosquejar esta situación dibujándola así:
Alianza Adámica
Los significados de las diferentes partes de este dibujo se explican en La Biblia paso a paso. Por ahora, solo recordaré el hecho de que Adán y Eva vivían como hijos de Dios, en paz con Dios y con la naturaleza.
La situación de paz no duró, sin embargo. Adán y Eva quisieron el placer, la independencia y el orgullo más que una amorosa relación con Dios como padre. Pensaron que conseguirían lo que deseaban si desobedecían a Dios. Engañados por Satanás, comieron el fruto del único árbol del jardín que Dios les había prohibido. Pensaron tener así el poder y el conocimiento de Dios, pero el único conocimiento que obtuvieron fue que estaban desnudos, eso es, débiles y desamparados. Al romper su relación con Dios como padre, tuvieron de dejar la paz del Jardín del Edén y valerse por sí mismos.
La humanidad no hizo bien tratando de vivir al margen de una relación con Dios. Rápidamente, la historia humana fue de mal en peor, «había crecido la maldad del hombre sobre la tierra, y todos los pensamientos de su corazón tendían siempre al mal» y «la tierra… se había llenado de violencia» (Gn 6, 5 y 11). Eso no es una descripción televisiva o lo que están dando en el cine del barrio; era la realidad, y Dios tenía que hacer algo.
Así que envió un gran diluvio para lavar la tierra. Pero libró a un hombre bueno, Noé, como un nuevo Adán, para reiniciar la historia humana con su propia familia. Noé, por cierto, construyó la famosa arca en la que él, su familia y muchos animales se salvaron. El arca, una especie de jardín flotante, vino a parar después del diluvio sobre el monte Ararat, una especie de Nuevo Edén. Cuando pasó la riada, Dios restableció la alianza de Adán con Noé. Noé ofreció un sacrificio en señal de gratitud a Dios, y Dios envió un arco iris como señal de su amor por Noé. Noé y su familia estaban ahora en una relación familiar con Dios. Este es el dibujo que nos ayuda a recordarlo:
Alianza Noética
Pero después del diluvio, Noé no tuvo mucho más éxito que Adán. El mismo Noé pecó contra Dios, usando su libertad y los bienes de Dios para emborracharse (Gn 9, 20–27). Su hijo Cam se burló de su embriaguez, y el resultado fue la maldición y la vergüenza para la familia de Noé y el conflicto entre los hijos de Noé. Los descendientes de Noé rechazaron también vivir como hijos de Dios e incluso se unieron para construir una gran torre (la “Torre de Babel”) como una señal de su rechazo de Dios (Gn 11, 1–9).
En ese punto, Dios podría haber enviado otro castigo mundial como el diluvio, pero en cambio, decidió escoger a un hombre, Abrahán. Dios trabajaría con ese hombre y su hijo para curar las heridas de la entera familia humana. Invitó a Abrahán a una alianza: una relación familiar con él. Dios hizo esto en varias etapas (ver Gn 15 y 17).
El momento culminante llegó cuando Dios probó en qué medida confiaba Abrahán en Dios como su Padre. Dijo Dios: Abrahán, ¿te atreverías a sacrificarme a tu propio hijo? Abrahán, con la cooperación de su hijo Isaac, respondió Sí. Pero Dios no estaba interesado en que Isaac fuese en realidad sacrificado. Era una prueba de fe. Abrahán e Isaac habían mostrado una clase de confianza o fe que desafiaba cualquier duda. Dios interrumpió el sacrificio. Luego pronunció un juramento a Abrahán en el monte donde Isaac había sido colocado sobre el altar. Este juramento confirmó la alianza de Dios con Abrahán. Dios le prometió, «te colmaré de bendiciones… y en tu semilla [descendencia] serán bendecidas todas las naciones de la tierra» (Gn 22, 16–18, mi propia traducción).
Podemos dibujar el Monte Moria, donde Abrahán dispuso a su “hijo único” Isaac para sacrificarlo a Dios, de este modo:
Alianza Abrahámica
Por supuesto, esta historia suscita muchas preguntas. Por ahora, reconozcamos que este Monte Moria presenta un sorprendente parecido con otro monte, el Calvario. En Moria, Abrahán el padre pone a su “hijo único” Isaac sobre la leña del sacrificio a Dios. En el Calvario, un diferente “hijo unigénito” (Jn 3, 16) sería puesto en el leño. Daría su vida como sacrificio de amor por Dios y la humanidad. En otras palabras, el Monte Moria es un “tipo” o imagen del Monte Calvario.
El Monte Moria representa una encrucijada o momento decisivo en la historia humana, donde el camino de la salvación comienza a dirigirse infalible hacia su destino.