Los tres reyes magos, grandes y poderosos, fueron a conocer al nazareno recién nacido. El rey Herodes, consciente de esto, desató una masacre en Belén. Siendo informados de ello, por seres inefables, se les otorgó la posibilidad de redimirse. Dejando sus reinos a cargo de sus seres más queridos y confiables, los reyes asumieron una tarea que definirá el futuro de la humanidad.