La complejidad de la historia política latinoamericana no admite localismos autorreferentes, hay en ella un desarrollo disímil de acontecimientos y de personas. Por esa razón la mirada cultural-política que da el autor a los protagonistas, situaciones y procesos de finales del siglo XIX, de todo el siglo XX y comienzos del XXI nos permiten entender la muy variada, trágica y mágica realidad latinoamericana, cuyo orden internacional aún no está claramente definido y en el que la trilogía tumoral del caudilismo, el jacobismo y el militarismo impide su afirmación en la modernidad y el progreso.