A pesar de que el desarrollo de una teología ecuménica propia se ha mostrado frágil, tal deficiencia contrasta con el despliegue de múltiples prácticas ecuménicas que han dado un particular impulso al movimiento ecuménico latinoamericano. No existe una deuda con la praxis, sino con una sistematización teológica de ella para la conservación de la memoria y el rediseño de nuevas prácticas ajustadas a los nuevos tiempos. Este es el propósito del libro, que se divide en seis secciones con 19 contribuciones, las cuales, aunque de diversos autoras y autores, contextos y perspectivas, dan cuenta de la globalidad del ecumenismo continental.