El deporte y el ejercicio físico en general siempre tuvieron adeptos, aunque en estos tiempos la conciencia sobre su valoración para optimizar la calidad de vida convirtió a muchos sedentarios en activistas. El cerebro se ve beneficiado por esta tendencia: el movimiento físico repercute en su mejor desarrollo. Mientras en el pasado el entrenador de alto nivel necesitaba convencer al sistema de que la cabeza del deportista debía ser atendida del mismo modo que su físico, hoy es moneda corriente que en los planteles de profesionales trabajen psicólogos, terapeutas del comportamiento y neurocientíficos. Lo hacen a la par del preparador físico para dejar a punto al sujeto, en todos los frentes posibles, antes de cada competencia. En esta obra el doctor Braidot nos brinda ejercicios de entrenamiento cerebral que ayudan a quienes practican deportes a lograr exitosamente sus objetivos. • alcanzar un mejor rendimiento; • aprovechar más eficientemente el entrenamiento; • combatir el estrés físico; • recrear escenarios exitosos en competencias. • fortalecer las actitudes a la hora de los momentos decisivos; • experimentar satisfacción y serenidad en los logros obtenidos.