¡Nadie pide ser oro ni entrar al horno de fuego de las pruebas! Pero Dios tiene la capacidad de moldear y refinar nuestras vidas. De la experiencia de dolor y fe de una familia nace «Yo no pedí ser oro», para alentar a todo aquel que sufre y lucha por mantener y acrecentar su fe en medio de las tormentas de la vida. En este libro encontrarás respuestas honestas a algunas interrogantes como: ¿Por qué Dios parece no responderme? ¿Por qué permite el sufrimiento físico y emocional en mi familia? ¿Es posible sobrellevar las pruebas? ¿Puedo superar una crisis de fe? ¿Dónde encontraré consuelo? ¿Hay poder en la oración? ¿Es real la guerra espiritual? A la vez te ayudará a descubrir que cuando sufres hay personas a tu alrededor que Dios usa para que sientas a través de ellas, su abrazo tangible.