Mientras en la casa se ultiman los preparativos, un hombre se demora en bajar a la fiesta. Hoy cumple setenta años, y los recuerdos le impiden moverse. El ardid familiar es enviar a un nieto para que lo rescate de sí mismo, pero, como tantas veces en esos casos, sucede lo contrario. Los recuerdos no se disiparán, pero hablar con ese niño los ordena.El hombre, José, hilvana su historia. Surge un personaje importante y olvidado: Urbino, un cartero que robaba cartas para atrapar el alma humana. Lugo aparece otro aún mayor: el legendario ícono de la Resistencia, el heredero.José lo había tratado durante un año inolvidable; él no era más que un joven inquieto, John William Cooke un mito de la política que estaba cerca de la muerte. Además de la amistad, los ligó un secreto: una carta que Cooke le escribió a Perón y que está perdida desde entonces.Perdida quizá no sea la palabra indicada. Mejor decir que aún no ha visto la luz… quizá sea el momento de hacerla pública.Con una prosa emotiva, que liga la lucha y la militancia a la memoria y los anhelos, en La última carta, Daniel Sorín recupera el personaje único de John William Cooke.
" Error de cálculo cuenta una historia terrible con horror y con calma. La cercanía está dada, curiosamente, por una admirable distancia, por una astuta objetividad que cambia el signo del olvido. Así, Daniel Sorín urde una trama ajustada y sutil, un sueño de la historia dentro de la historia. Las distorsiones y las coincidencias remiten a un pasado que con buena o mala memoria podemos llamar reciente, las hábiles persuasiones del argumento permiten tratar el tema del 'negocio de la muerte' como nunca antes. Con el rigor y la modestia del más genuino arte de narrar, Daniel Sorín provoca una evidencia postrera y unívoca que nos cura de la pesadilla del recuerdo con la magia exacta de la ficción" Luis Chitarroni
Un asesino serial elige sus víctimas entre los integrantes de los reality show y la farándula artística. Desquiciado o vengativo, sus crímenes son tan crueles como perfectos. No deja ni huellas ni rastros que permitan seguir sus pasos. Solamente un macabro modus operandi. Policías y gobernantes descubren que su propio futuro está en peligro, y destinan todo su poder en la cacería del asesino. El periodismo, la oposición política y las iglesias no pueden quedar al margen. En verdad, nadie está al margen desde el día en que un gigantesco cerco se extiende por el neurálgico centro financiero de la city. Centenares de miles de personas no pueden entrar ni salir, rehenes de un inspector de policía.Daniel Sorín trabaja una trama precisa e inquietante, una historia amenazante por posible, que se desenvuelve lógica e incómoda, en un contexto tan cercano a la realidad como impiadoso y ajeno de toda heroicidad.