Boca locura. Diego Ariel Estevez

Читать онлайн.
Название Boca locura
Автор произведения Diego Ariel Estevez
Жанр Сделай Сам
Серия
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9789507547133



Скачать книгу

campeonato local habría significado la bancarrota de muchos clubes. Sin embargo, uno de ellos, viendo en el riesgo una oportunidad, decidió embarcarse en la aventura. Y con el apoyo de varios socios que sostuvieron el proyecto, viajó al continente europeo para mostrar su fútbol. Ese club fue, como todos sabemos, Boca Juniors.

En su notable trayectoria en Boca, que se extendió desde 1922 hasta 1932, Domingo Alberto Tarasconi fue un coloso del gol. En sus primeros años se desempeñó como puntero derecho, para pasar luego a ser centrodelantero. Y en ambos puestos se cansó de hacer goles: anotó 193 en sus 236 partidos oficiales en Boca, por lo que es el cuarto máximo goleador de su historia, detrás de Palermo, Cherro y Varallo. Además, ganó nada menos que diez títulos (cinco campeonatos, cuatro copas locales y una internacional) y fue una de las figuras de la gira europea de 1925.

      El club xeneize armó el plantel con doce jugadores propios (Tesoriere, Bidoglio, Mutis, Médici, Busso, Elli, Tarasconi, Cerrotti, Antraygues, Garasini, Pozzo y Pertini) y cinco refuerzos de otros clubes: Octavio Díaz (arquero de Rosario Central), Roberto Cochrane (defensor de Tiro Federal de Rosario), Luis Vaccaro (mediocampista de Argentinos Juniors), Manuel Seoane (delantero de El Porvenir) y Cesáreo Onzari (delantero de Huracán).

      Tras un viaje de más de veinte días a bordo del buque Formose, Boca llegó al puerto de Vigo, en España, y comenzó una campaña asombrosa. En la península ibérica jugó con Celta (3-1 y 1-3), Deportivo La Coruña (3-0 y 1-0), Atlético de Madrid (2-1), Real Madrid (1-0), Sociedad Gimnástica (1-0), Real Unión de Irún (0-4), Athletic de Bilbao (2-4), Osasuna (1-0) y Español de Barcelona (1-0, 3-0 y 2-0). Posteriormente viajó a Alemania, donde midió fuerzas con Bayern Munich (1-1), Norden Nordwest (3-0), SpVgg Leipzig (7-0), Combinado de Frankfurt (2-0) y Eintracht Frankfurt (2-0). Finalmente, el raid exitoso culminó en Francia ante el Combinado Red Star París-Olimpique (4-2). Los números no mienten: 19 partidos jugados, 15 ganados, uno empatado y solo tres perdidos.

      Miguelón, Cochrane (de espaldas) y Médici saltan en busca de un centro, la tarde en la que Boca derrotó 1-0 al Real Madrid en el estadio de Chamartín. Fue el 22 de marzo, en el sexto partido de la gira.

      Al confirmarse la realización de la gira por Europa, la revista El Gráfico le dedicó a Boca la tapa de su edición N° 209, aparecida el 24 de enero de 1925. Los jugadores que posan en la tribuna de la calle Del Valle Iberlucea, donde actualmente están los palcos, son: arriba, de izquierda a derecha, Tarasconi, Cerroti, Antraygues, Garasini, Pozzo y Pertini. En el medio: Médici, Busso y Elli. Abajo: Bidoglio, Tesoriere y Mutis. A ellos se sumaron como refuerzos Octavio Díaz, Roberto Cochrane, Luis Vaccaro, Manuel Seoane y Cesáreo Onzari.

      Al volver a la Argentina, el 12 de julio, Boca fue recibido por una multitud eufórica, como pocas veces se había visto en Buenos Aires. Un mes después comenzó, con el lógico retraso, su participación en el campeonato, pero solo pudo disputar siete de los 22 partidos programados (ganó seis y empató uno). Al terminar Huracán y Nueva Chicago igualados en el primer puesto, con 38 puntos, la Asociación quiso jugar un triangular entre estos dos equipos y Boca (que debía quince matches) para determinar al campeón, pero los “quemeros” pusieron el grito en el cielo. Entoces los dirigentes xeneizes, en un gesto de grandeza, declinaron participar en ese triangular, aduciendo que no correspondía. Esta actitud fue muy valorada por la Asociación Argentina, que decidió otorgarle a Boca el título de “Campeón de Honor” a modo de homenaje. Así figura en la foja 137 del acta N° 25 del 28 de julio de 1926: “Art. 1º: declárase Campeón de Honor de 1925 al equipo de primera división del Club Atlético Boca Juniors y al efecto de hacer esa distinción otórguese a los componentes del equipo las respectivas medallas.”

      PRESENCIAS Y GOLES

      ARQUEROS: Américo Miguel TESORIERE (13 partidos) y Octavio DÍAZ (de Rosario Central) (6). DEFENSORES: Ludovico BIDOGLIO (19), Roberto COCHRANE (de Tiro Federal de Rosario) (11) y Ramón Alfredo MUTIS (9). MEDIOS: Ángel Segundo MÉDICI (19), Alfredo ELLI (18), Luis Pedro VACCARO (de Argentinos Juniors) (15, 1 gol) y Mario BUSSO (3, 1). DELANTEROS: Antonio CERROTI (19, 9), Domingo Alberto TARASCONI (18, 8), Manuel SEOANE (de El Porvenir) (16, 13), Cesáreo ONZARI (de Huracán) (16, 3), Alfredo GARASINI (12, 3), Dante PERTINI (8), Carlos M. ANTRAYGUES (5, 1) y Carmelo POZZO (3, 1).

      12

      1926 / CAMPEONATO DE PRIMERA DIVISIÓN

      OTRO CAMPEÓN

       ARROLLADOR

      El campeonato de 1926 comenzó el 2 de marzo, cuando, debido a la eterna desorganización de la Asociación Argentina, todavía restaba jugarse la final del torneo de 1925 entre Huracán y Nueva Chicago (recién la disputarían el 22 de agosto).

Antes de transformarse en un reconocido director técnico, Mario Francisco “Mariulo” Fortunato fue un gran mediocampista. Llegó a Boca en 1925, luego de la gira europea, y demostró sus condiciones hasta que una lesión, a fines de 1926, perjudicó su carrera. Volvió en 1929, pero solo jugó tres partidos y debió retirarse. Con la azul y oro acumuló 34 presencias oficiales, cuatro goles y tres títulos (un campeonato y dos copas locales).

      La cantidad de participantes subió de 23 a 24, ya que a los conjuntos que habían jugado en 1925 se les sumó Sportsman, ganador del ascenso. El desarrollo del certamen, no obstante, se vería afectado por las deserciones de varios equipos, aunque el desenlace terminaría ajustándose a la lógica.

      Boca venía entonadísimo tras la notable gira europea del año anterior, y además había reforzado su plantel con tres formidables valores: Roberto Eugenio Cherro, de Ferro Carril Oeste; Benjamín Delgado, de San Fernando; y Marino “Mario” Evaristo, de Sportivo Palermo. Por ese motivo, partió como claro favorito al título.

      El campeonato arrancó el 11 de abril con un estruendoso 7-3 de Colegiales sobre All Boys, pero Boca debutó recién a principios de mayo. Y en ese mes hizo tabla rasa: derrotó 3-0 a Sportivo Dock Sud, 5-0 a El Porvenir, 3-0 a Palermo y 4-0 a Sportsman. En junio llegaron los empates: 0-0 ante Colegiales, la revelación del torneo, y otra igualdad sin goles ante Alvear, como visitante.

      Las victorias volvieron enseguida, en el mes de julio, con un 5-0 a Del Plata y un ajustado 2-1 a Boca Alumni. Sin embargo, con semejantes números hasta ese momento (seis éxitos y dos igualdades) Boca no era puntero, ya que tenía menos partidos jugados que Nueva Chicago y Colegiales, los equipos sorpresa.

      Alfredo Garasini remata ante las miradas de Mario Fortunato y de un jugador de Huracán. El 19 de diciembre, Boca derrotó 2-0 al “Globo”, como visitante, y dio un gran paso para consagrarse campeón.

      Agosto puso las cosas en su lugar. El equipo xeneize siguió ganando y goleando (9-0 a Argentino de Quilmes, 4-0 a Sportivo Barracas y 3-1 a Temperley) y, ya en septiembre, alcanzó el primer puesto al derrotar 4-0 a Argentino de Banfield. La lógica indicaba que a medida que fuera jugando los partidos pendientes, Boca sacaría cada vez más ventaja sobre sus perseguidores, pero llegó la hecatombe: Nueva Chicago, All Boys, Colegiales, Sportivo Barracas, Temperley y El Porvenir se desafiliaron de la Asociación Argentina y se fueron a la Amateurs. La Asociación Argentina decidió, entonces, no contabilizar los partidos que esos seis equipos habían disputado,