101 cuentos sanadores. Susan Perrow

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Название 101 cuentos sanadores
Автор произведения Susan Perrow
Жанр Сделай Сам
Серия Colección Vivir con niños
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9788412322132



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un cuento para un determinado comportamiento o situación desafiante relacionado con mi hijo. Tu técnica, con su sencillez, ha eliminado ese “bloqueo” y ha llenado de vida y magia el momento de escribir un cuento sanador. Estoy deseando hacer mi viaje por el mundo de los cuentos terapéuticos. Gracias una vez más por tu regalo “sanador”.

       Shalini Christodoulou.

       Maestro/padre. Singapur.

      Quisiera expresarte mi profundo agradecimiento por compartir tu don y tus experiencias; asimismo, te agradezco el método tan completo que nos has enseñado para facilitarnos la tarea de encontrar el cuentacuentos que todos llevamos dentro y de apoyarnos unos a otros. Esta mañana me siento como una ciruela jugosa —viva, inspirada y positiva— y también como si estuviera en un fuerte y fértil ciruelo jugoso compartiendo el viaje de la vida con otras muchas ciruelas. A través de tus cuentos siento la unicidad de la conciencia universal como no la había sentido antes: ¡los símbolos y las metáforas con las que estamos todos conectados son tan fuertes y atemporales! Bendiciones y gracias.

       Monique.

       Trabajadora social. Melbourne, Australia.

      Recientemente tuve la fortuna de participar en uno de los talleres de cuentos sanadores de Susan Perrow que tuvo lugar en el colegio de nuestra ciudad. Susan tiene un talento especial tanto para crear cuentos como para ayudar a los demás a encontrar la voz de sus propios cuentos. ¡Es una cuentacuentos fabulosa! El día estuvo envuelto en “metáforas”. ¡Me sentí hechizada al instante! Susan compartió muchos de sus propios cuentos y éxitos personales, y también algo sobre sus viajes; estábamos fascinados.

      Nos sumergió en un proceso y una estructura del cuento que nos ayudó a escribir cuentos sanadores y convertirnos en cuentacuentos. A mucha gente del grupo esta idea les pareció nueva y fue un placer ver cómo se marchaban con un impulso extra de confianza y caminando con brío al ponerse el sombrero invisible del cuentacuentos. ¡Yo solo sé que a mi sombrero lo han abrillantado bien!

       Amber Greene.

       Educadora, escritora y madre. Nueva Gales del Sur, Australia.

      EL ÁNGEL DE LA PALABRA

      Un poema sobre África escrito por la doctora Claire Inala (doctora y dramaturga de Kenia; autora de Healing with Words and Hands [Sanar con las palabras y las manos]) después de asistir a un taller de cuentos sanadores.

       mi amiga teje cuentos con paciencia

       arropados bajo su don especial y mágico

       sanadora de tesoros bendecidos

       con sus palabras compone desavenencias

       entre el corazón, la cabeza y el alma

       que nuestro interior dividen

       a sueños sagrados persuade para que salgan

       (y sin que tú lo percibas, ella se lo permite)

       y el lenguaje no es barrera

       para su hechizo mágico enriquecedor

       si escuchas y atención le prestas

       de la antigua sabiduría serás merecedor

       recoge la esperanza y la envuelve

       con lazos de hebras coloridas

       las historias entretejidas

       al desamparado el ánimo devuelve

       no existe salvadora más delicada

       para aliviar el dolor de la vida

       nuestro gran tesoro merece nuestras alabanzas

       nuestra querida madre, hija, esposa y amiga.

      Prólogo

      El siglo XXI se revela como una época de grandes retos, pero estos desafíos vienen acompañados igualmente de mucha incertidumbre. ¿Qué podemos ofrecer, por lo tanto, a nuestros hijos y a los jóvenes para prepararlos ante un futuro tan incierto?

      Actualmente es tan difícil seguir el ritmo con el que se van sucediendo los cambios que es normal que, al final, nos sintamos como si viviéramos en una “olla exprés”. Desde la era de la Revolución Industrial, la economía ha controlado nuestro concepto del tiempo —regido antiguamente por los ciclos naturales—, como se aprecia en expresiones como “el tiempo es oro” o “comprar el tiempo”.

      En esta época postmoderna, la adicción a la velocidad se ve reflejada en la comida basura, internet que viaja a la velocidad de la luz, los mensajes de texto instantáneos, las técnicas de lectura rápida —conocida también como speed-reading— y la cultura de “Conozca los tres pasos para alcanzar la iluminación espiritual”. Para poder enfrentarnos al mundo donde vivimos, tenemos a nuestro alcance medicamentos que nos ayudan a mantener ese ritmo frenético, por un lado, y, por otro, los que nos sirven para recuperar la calma. Además, como psicóloga, educadora y futuróloga, soy bastante consciente de esa tendencia del corto plazo que está invadiendo nuestra cultura. Cuando observo cómo se apresuran los padres a llevar a sus hijos de una actividad extraescolar a la siguiente, sin un segundo que perder, para poder garantizar así que sigan siendo “competitivos”, no dejo de preguntarme: “En realidad, ¿cuánto tiempo de calidad pasan juntos?”. Es preocupante constatar la cantidad de padres que hoy en día afirman que “no tienen tiempo para contar cuentos a sus hijos”. Asimismo, parece ser que los adinerados se han suscrito al mito de la publicidad que anuncia que pueden comprar la felicidad de sus descendientes con el ordenador y el móvil de última generación, y que las imágenes de la pantalla, compuestas previamente, pueden sustituir la imaginación e incluso la respuesta creativa que el niño puede ofrecer al mundo.

      Sin embargo, lo que los niños necesitan verdaderamente es que sus padres los sienten en su regazo o a sus pies y les cuenten cuentos. Susan Perrow es consciente de esto y, por esa misma razón, nos desafía en su libro a que nos demos cuenta nosotros mismos.

      Los niños nacidos en los últimos diez o quince años en los países más prósperos no han conocido el mundo sin las tecnologías de la comunicación. Incluso en África la televisión ha desplazado a las abuelas que, consecuentemente, han perdido su papel de cuentacuentos, según ha podido observar Susan durante su trabajo de investigación.

      Por otra parte, cada vez se hallan más pruebas que demuestran que los niños que están muy expuestos no solo al uso del ordenador, sino también a otras formas de comunicación a través de la pantalla, se desconectan más rápidamente de todo lo que les rodea. Paradójicamente, toda esta “conectividad” dificulta la interacción real con su entorno humano y natural. Se ha podido comprobar que ha ido en aumento el número de niños de educación infantil que tardan más en empezar a hablar; es muy probable que esto se deba a que el contacto directo con las personas —con sus caras, con su voz— ha disminuido considerablemente: una bomba de relojería educativa que puede que explote dentro de diez años.

      Hace décadas el filósofo Marshall MacLuhan opinaba que cada avance tecnológico entorpecía una antigua capacidad humana. Así, por ejemplo, el uso creciente del correo electrónico y los mensajes de texto a través del teléfono móvil por parte de los jóvenes trunca dramáticamente la riqueza existente en las amistades que interactúan cara a cara. Por el contrario, cuando un cuentacuentos se sienta a narrar sus cuentos a los niños, les está ofreciendo, al mismo tiempo, los ricos matices de la voz, la entonación, el contacto visual, los gestos, las expresiones