una mezcla de los placeres elegantes de Kolonaki, animados por el toque alternativo de Exarcheia. Las numerosas cafeterías y restaurantes de Skoufa están abarrotadas de la mañana a la noche, asaltadas por la juventud activa de Atenas. Los francófonos aprecian la cafetería del Instituto Francés, la librería Kaufmann y la sede de la Escuela Francesa de Arqueología, con un jardín romántico y una excelente biblioteca. Desde este barrio, las callejuelas peatonales se convierten en escaleras sombreadas, trepando hasta el monte Licabeto, desde donde las vistas a la ciudad son impresionantes.
Omonia y Exarchia
Omonia y Exarcheia, uno al lado del otro, son, de los barrios, los parientes pobres en cuanto al desarrollo turístico de la ciudad. Entre los dos, el Museo Arqueológico Nacional es la atracción más importante de esta zona que hace venir a los visitantes. Barrios saturados, con una arquitectura triste, merecen una visita para entrar en contacto con la realidad cotidiana ateniense. No tiene mucho interés alojarse aquí a menos que se busque estar en contacto con la juventud griega.
Omonia. Se trata de un barrio práctico, ya que es céntrico y está bien comunicado con el transporte público, ya sea para llegar a El Pireo o al aeropuerto. Motivo por el cual encontrará muchos hoteles. Desgraciadamente, desde hace algunos años ya no es tan agradable pasear por él. Es un lugar donde dormir, eso es todo.
La plaza de Omonia alberga algunos edificios neoclásicos, pero la amplia rotonda de cemento dificulta que encuentre su identidad, a pesar de los pocos árboles plantados a toda prisa para los Juegos Olímpicos. Este barrio, sucio y ruidoso, no es realmente atractivo. Por la mañana, le aturdirán los coches pitando, los mercaderes ambulantes de koulouria (pan de sésamo) y los trabajadores apresurados entrando en el metro. Por la noche, el barrio se convierte en el reino de los marginados: indocumentados en busca de trabajo, prostitutas, traficantes y curiosos se mezclan con los noctámbulos que vienen a comprar los periódicos de la mañana antes de irse a dormir. Otros se demoran en los cafés discutiendo de fútbol o de política. Sin embargo, la plaza de Omonia es un punto de partida. Desde allí, siga la calle peatonal Themistokleous y sus ouzerías, el mercado central, el barrio de la Bolsa con sus edificios neoclásicos y los pequeños vendedores de baratijas. La calle Athinas le llevará hasta los antiguos mercados cubiertos (del siglo XIX) que ofrecen una amplia selección de carnes, pescados, verduras y quesos. Es también de esta plaza de donde salen: las calles Stadiou y Panepistimiou, grandes arterias comerciales que llegan hasta Sintagma; la avenida 13 Septembriou (13 de Septiembre) que conduce al museo y a Victoria; la avenida Pireos que llega hasta El Pireo, y Agiou Konstandinou que da a las estaciones. Omonia, la plaza central más antigua de Atenas, cuenta con numerosos establecimientos de comida rápida. Los hoteles más baratos corren el riesgo de ser muy ruidosos.
Exarcheia. Barrio considerado a veces anarquista, a veces bohemio, otras veces simplemente calificado de alternativo, colinda con la Escuela Politécnica que vio surgir la revuelta de los estudiantes durante la dictadura de los Coroneles. La escuela es de libre acceso y su arquitectura es sorprendente, sobre todo mezclada con el uso que sus estudiantes, precisamente jóvenes arquitectos, han hecho de ella: graffitis gigantescos, murales y pintadas sin valor, el contraste presenta el encanto de una paradoja. Cargada de historia, verá en su patio la puerta de entrada que un tanque de la dictadura arrolló en 1973, antes de disparar contra los alumnos y dar inicio a la revolución. El barrio sigue siendo morada de jóvenes y artistas, en este ambiente que pretende ser, por tanto, un poco contestatario. Delimitado por Akadimias, Zoodohou Pigis y la colina Strefi, vive al ritmo de los bares de rock y de las tendencias. En el cruce de las calles Koletti y Messalogiou, tres bonitos bares coloridos se extienden por las calles peatonales y crean un estupendo ambiente para pasar la noche. Pase por la bonita calle Kallidromiou, que tiene un mercado de productos locales y verduras los sábados por la mañana, así como algunas cafeterías y restaurantes. Los centros neurálgicos del barrio son las calles Valtetsiou (con muchos restaurantes), Themistokleous (con muchos bares) y la plaza Exarcheia. Puede sentarse en los bancos o en el suelo de esta última a tomar una cerveza y pasar la noche socializando. Único barrio de Atenas sin iglesia ni policía, aquí se encuentra de todo, incluida (aunque cada vez menos) la venda discreta de algunas sustancias ilegales. Durante el día, la gente pasea tranquilamente, para tomar el aire de un barrio ateniense, marginal, auténtico y politizado. Graffitis en las paredes, terrazas de café en las aceras, Exarcheia se presenta tal como es, sin tapujos, con una gran fuerza y un espíritu dinámico. Es un barrio en el que el fondo prima sobre la forma y donde las ideas y las líneas de pensamiento toman vida, en los confines de los garitos. A pesar de su mala reputación, es más o menos seguro.
Síntagma
La parada de metro Síntagma, que está situada en la gran plaza de la Constitución, en el centro de la ciudad, donde todo ateniense ha pasado o pasará algún día. Alrededor, el Jardín Nacional (al sur y al este), la avenida Ermou (al oeste) y la avenida Penapistimiou (al norte), se extienden, cada una en su dirección, desde Síntagma.
Plaza Síntagma. La plaza Síntagma, o de la Constitución, es el lugar emblemático de la Atenas actual. Escenario de los violentos enfrentamientos y manifestaciones que los medios de comunicación internacionales han transmitido y que, por desgracia, han empañanado su imagen. Sin embargo, sigue siendo un lugar céntrico y acogedor donde se concentran todos los atributos modernos de la ciudad. La plaza Síntagma, acondicionada con bancos y césped, cafeterías y una zona de wifi gratuita, es el punto de encuentro de muchos atenienses. En ella hay bullicio a cualquier hora del día. Justo enfrente, se alza el elegante edificio salmón del Parlamento, el Vouli, donde se toman todas las decisiones políticas que comprometen el futuro del país. Delante de la tumba del soldado desconocido, el relevo de la guardia de los Evzones, cuyos zapatos con pompones golpean el suelo, es, además, una atracción apreciada por los turistas que acuden a verlo, cámara en mano. Llevan los uniformes de sus antepasados que liberaron a Grecia del yugo otomano durante la Guerra de Independencia (1821-1828).
El Jardín Nacional y sus alrededores. Cerca de allí, el Jardín Nacional, antes contiguo al Palacio Real, es un oasis de paz y vegetación, en pleno centro de la ciudad. Estas alamedas, acondicionadas en 1838, están bordeadas de mil variedades de árboles y plantas; sus pequeños estanques y su zoológico atraen a las niñeras que pasean a sus pequeños atenienses. A la salida del jardín, por el lado sur, podrá contemplar el majestuoso Zappeion y el estadio de mármol: Kallimármaro, donde tuvieron lugar los primeros JJ.OO. modernos. A nivel arqueológico, visite el templo de Zeus y la puerta de Adriano, también muy cerca de allí. A continuación camine por la avenida Irodou Attikou, para llegar a la plaza Sintagma y Kolonaki, y verá el Palacio Real a su derecha.
Ermou. La arteria comercial y peatonal de Ermou empieza en la plaza Síntagma, y conduce hasta Monastiraki, pasando por la increíble capilla de Kapnikareas, una auténtica rareza que el viajero no se espera encontrar en este lugar. Todas las grandes marcas internacionales tienen una presencia en esta calle. Si busca tiendas menos modernas, desvíese a la derecha por la calle Evangelistrias y Aiolou. En los alrededores de Kolokotroni se podrá sumergir en la Atenas popular, donde predominan las mercerías y las tiendas de artículos para el hogar. Algunos bares de moda aparecen de vez en cuando, en las zonas peatonales, con un ambiente atemporal. Igualmente, el barrio es muy seguro y se puede perder tranquilamente por las callejuelas.
Panepistimiou. Llegar a la avenida Stadiou es regresar al mundo moderno. Arteria principal de la ciudad, Stadiou y las avenidas paralelas Panepistimiou y Akademias conectan los principales