Название | Madagascar |
---|---|
Автор произведения | vvaa |
Жанр | Книги о Путешествиях |
Серия | Petit Futé |
Издательство | Книги о Путешествиях |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9782305023045 |
Sin embargo, aquí, como en el Amazonas, en Borneo, en África o en otros lugares, el patrimonio natural está amenazado constantemente. El gran bosque que antaño cubrió la isla representa hoy menos del 15 % de la superficie y continúa desapareciendo a un ritmo de entre 200 000 y 300 000 hectáreas cada año. Las áreas protegidas, aunque más numerosas hoy en día debido al incremento del turismo, apenas suponen el 2 % del total del país. Las amenazas para el bosque son múltiples: los agricultores practican una agricultura de tala y quema y sacrifican hectáreas de bosque para convertirlas temporalmente en arrozales; los carboneros transforman árboles centenarios en carbón y lo comercian todo el año; los traficantes de especies raras desafían las leyes y a la policía. Además, la explotación industrial intensiva y los incendios intencionados iniciados por los agricultores son nefastos.
Cuando el bosque desaparece, las fuertes lluvias y los ciclones tienen efectos terribles: las aguas torrenciales arrastran las tierras fértiles, aparece la laterita, los suelos se vuelven áridos y ya no crecen los árboles. La agricultura es entonces imposible.
Eso no es todo. El fuerte crecimiento demográfico (la población malgache se duplica cada veinte años) no hace sino agravar esta precaria situación. Parece muy difícil pedir a una población pobre que favorezca un proyecto racional y sostenible para el medioambiente, cuando sus necesidades vitales cotidianas les obligan a gestionar las cosas a corto plazo. Sin embargo, no hay que olvidar que todas las personas buscamos tener un techo y una chimenea ante un hermoso bosque donde poder caminar tranquilamente mientras contemplamos los pájaros.
Aquí, como en África o en Brasil, todo el ecosistema se ve afectado por la deforestación. El clima se está volviendo más seco y la sequía progresa. La desertificación es una amenaza. En cuanto a las especies animales raras (como las tortugas radiadas), son capturadas por coleccionistas y traficantes a pesar de las prohibiciones de exportación... Para remediarlo, los diputados se están movilizando para legislar en el ámbito de la protección de la naturaleza. Cantantes de renombre —Rossy, Dama— y grupos de teatro popular –los Mpihira Gasy– incluyen canciones en sus repertorios para contribuir a la concienciación. Las empresas públicas están reforestando con el apoyo de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, organizaciones no gubernamentales (entre ellas el Fondo Mundial para la Naturaleza y Madagasikara Environnement), Japón y la Unión Europea, pero también de algunas asociaciones, como Madagascar Mieux Vivre, que trabajan por un turismo responsable y contra los atentados al patrimonio natural.
En Madagascar, la ecología debe convertirse en una preocupación de primer orden, una prioridad para el desarrollo económico, cultural y social. En realidad, todo el mundo debe tener en cuenta la protección del medioambiente, uno de los factores esenciales para el futuro de la isla.
El 27 de junio de 2007, todos los bosques tropicales de Atsinanana, incluidos seis parques nacionales: Marojejy, Masoala, Zahamena, Ranomafana, Andringitra y Andohahela, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En 2010 y 2011 se descubireron, en expediciones científicas al macizo de Makay (en el suroeste del país), nuevas especies animales y vegetales, así como cuevas con pinturas rupestres.
Además, las abundantes fanerógamas marinas desempeñan un papel importante en la fotosíntesis, que está en el origen del ciclo de vida y de la producción de materia orgánica en el medio ambiente oceánico.
Sin embargo, eso no es todo: los corales también atraen a los turistas (buceo, pesca...), constituyen un recurso nutritivo para la pesca local de vocación artesanal, e incluso pueden ser utilizados como materiales de construcción, como en las Comoras.
Su desaparición sería una pérdida irreparable para el equilibrio natural del planeta. Por lo tanto, debemos tomar conciencia de su importancia y desarrollar un turismo ecológico, de acuerdo con un entorno biológico que destaca por su diversidad, riqueza y belleza.
Al mostrar respeto por el mundo natural, el turismo puede influir en las decisiones gubernamentales y en el futuro del país: rechazar toda alteración de los ecosistemas (incluso para una mayor capitalización de los recursos disponibles) puede cambiar las actitudes y responsabilizar a empresarios y promotores. Es así, y solo así, que las costas no parecerán un día un gigantesco cementerio de ideales, una vasta concentración de terribles edificios o un desierto despiadado.
La protección del medioambiente es asunto de todos. Gracias a su red de afiliados, Cetamada ofrece ahora viajes de observación de cetáceos por todo Madagascar, con el máximo respeto por los animales. Les invitamos encarecidamente a que consulten el sitio web de la asociación para encontrarlos: no cuestan más; o mejor aún, ¡son enriquecedores!
El respeto por los mamíferos marinos y por sus hábitats
De la treintena de operadores turísticos que ofrecen viajes para la observación de cetáceos en Madagascar, una quincena está afiliada a Cetamada. Ello les compromete a respetar el código de buena conducta diseñado por la asociación, es el resultado del decreto interministerial del 2000 en el que se establecen las normas de observación de mamíferos marinos. Este texto obliga a que cualquier operador náutico lleve un guía acompañante a bordo de la embarcación. También establece las áreas de aproximación al animal que se va a observar. Sin embargo, recuerde que, en última instancia, son ustedes, los turistas, quienes hacen cumplir las normas. Si observa que las distancias no han sido respetadas, no dude en ponerse en contacto con su operador, ya que esto es esencial para mantener el equilibrio del ecosistema.
Para las ballenas