Coaching para coaches. Leonardo Wolk

Читать онлайн.
Название Coaching para coaches
Автор произведения Leonardo Wolk
Жанр Сделай Сам
Серия Colección Profesional
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9789871301935



Скачать книгу

No concuerdo con ciertas posturas teóricas y hasta “almibaradas” o románticas de presentar al coach como un par del coacheado. El coach tiene un rol diferenciado y claramente asimétrico porque tiene competencias y autoridad que el coacheado no tiene y porque, además, no seamos puristas o ingenuos, cobra por sus servicios.

      4 En alusión al mito de Narciso, narcisismo refiere al amor a la imagen de sí mismo. Al hablar de herida narcisística me refiero a algo que lastima la autoestima del sujeto. La noción de narcisismo aparece por primera vez en S. Freud en varios de sus escritos a partir de 1910.

      5 Según el Diccionario de la lengua española (RAE, 2005), es la parte de la metafísica que trata del ser en general y de sus propiedades trascendentales. La ontología define al ser y establece las categorías fundamentales de las cosas a partir del estudio de sus propiedades, sistemas y estructuras.

      CAPÍTULO 2

      COACHING EN EL CRUCE DE CULTURAS

      Participando en un encuentro internacional sobre procesos grupales que se realizó en Roma fui invitado a supervisar en un subgrupo sobre coaching. Conformaban el grupo unas cuarenta personas; estábamos allí entre pares con el objetivo de realizar aprendizajes a partir de casos o situaciones presentadas espontáneamente por los participantes.

      El tema central convocante del encuentro era: “Resolución de conflictos en el entrecruzamiento de culturas”. Como era un encuentro internacional los asistentes provenían de diferentes países y también de diferentes culturas. Unos pocos argentinos nos sumamos a brasileros, italianos, griegos, israelíes, españoles, dinamarqueses y otros más.

      El trabajo que comparto a continuación fue de un tremendo aprendizaje y lo tengo presente como una de las sesiones más profundas y conmovedoras que experimenté en mi vida.

      Reunido el grupo no fue necesario generar contexto porque ya estaba creado desde la elección de cada uno de estar allí presente y porque el ambiente de todo el encuentro era de mucho compromiso y participación. Por información previa todos estaban en conocimiento de cuál iba a ser mi metodología de trabajo.

      Solicité a los colegas que en los pocos minutos que duraría el tema musical que puse pensaran y/o rescataran alguna situación que quisieran compartir y supervisar. Les pedí que la pensaran, que brevemente la escribieran y que –además– le pusieran un nombre como si fuese el título de un libro o un film.

      Cuando pregunté quiénes querían trabajar fueron varios los que se ofrecieron generosamente a “prestar” un conflicto ante el grupo. Se presentaron situaciones organizacionales y también sociales y personales.

      Después de una elección sociométrica en la que también participó todo el grupo, surgió un protagonista.

      HOSTILIDAD

      El nombre del protagonista elegido es Bashir.6 Es de origen kurdo, una minoría que desde hace siglos vive segregada en Turquía.7 El nombre que le puso a su situación de conflicto fue “Hostilidad”.

      Mi interpretación es que este caso fue elegido por el grupo dada la urgencia manifestada por Bashir y la resonancia del título que impactó al grupo casi en su conjunto. Cabe destacar que el tema de la violencia en el mundo en general y en los grupos en particular atravesó y estuvo presente en todo el evento.

      Coach (C): Cuéntame …

      Bashir (B): Estoy atendiendo a un alto ejecutivo de una multinacional. Le indicaron un programa de coaching porque a pesar de ser una persona muy inteligente, hábil y conocedora del negocio, en su gerencia el clima no es bueno. (Silencio.)

      C: Cuéntame un poco más.

      B: La directora de RRHH está preocupada porque en esa área hay mucha rotación y licencias médicas. Algunas psiquiátricas.

      C: ¿Indagaste esto con tu coacheado?

      B: Sí.

      C: ¿Y cuál es la explicación que recibes?

      B: Él dice que no es su culpa. Reconoce que la carga de trabajo es mucha pero que esas personas ya vienen con problemas personales desde antes. Dice que están mal acostumbrados y que hay que tratarlos con rigor. Es parte de la cultura de la compañía y responde a un modelo de gestión. También dice que el problema es que tiene personas a cargo ya mayores, cansados, con mucha experiencia, pero que no se avienen a incorporar la tecnología, y otros, jóvenes entusiastas pero con falta de experiencia.

      C: Entonces, ¿qué quieres que trabajemos en relación con esto? ¿Qué te gustaría que pase en esta sesión?

      B: Necesito entender qué me pasa con este coaching. Me siento incompetente; a veces perdido. Es una enorme responsabilidad mía ante la empresa y algunas veces no sé qué hacer. Escuchar a mi coacheado me genera rechazo. No acuerdo con algunos de sus comentarios y no los tolero. Me he cuestionado y llegué a cuestionar la validez del coaching como instrumento.

      C: ¿Cuál es tu idea? ¿Por qué crees que te pasa esto? En otras palabras, con la experiencia que tienes, ¿cómo lo explicas?

      B: No sé. Te digo que no sé. No lo comprendo.

      C: ¿A quién, a tu coacheado o a ti mismo?

      B: (Después de un silencio reflexivo) Es buena tu pregunta. Creo que algo pasa conmigo, no me comprendo.

      C: ¿Qué sientes cuando tu coacheado responde como lo hace?

      B: ¡Rabia, enojo! (Lo dice con vehemencia). Es agresivo, descalificador. Si fuera por él despediría a todos los viejos. No le importa nadie. Y a decir verdad, a Recursos Humanos tampoco les importa. Están preocupados solo porque de la casa matriz les exigen que mejoren las evaluaciones de desempeño. ¡A nadie le importa nada! (Gesticula).

      C: Y ante eso siento… (Su emocionalidad era muy intensa y mi intención era darle más espacio para expresarse)

      B: Rechazo; impotencia, no sé qué hacer, no lo puedo ayudar. Lo quiero matar. Me enoja la empresa, los managers, sus valores; me pregunto a veces qué estoy haciendo.

      C: Entiendo tu sentir. Si de algo te sirve, quiero compartir contigo que alguna vez yo he sentido lo mismo con algún coacheado. Pero escuchándote tengo alguna hipótesis que me gustaría investigar contigo. ¿Me permites?

      B: Ok.

      C: No estamos aquí para juzgar a tu coacheado. Tampoco me interesa en este momento. Quizás luego volvamos sobre eso. Ahora quiero investigar qué es aquello que se transforma en un obstáculo que te impide operar con él. Me resuenan muy fuertes tus palabras como “rechazo”, “impotencia” y más que nada me impactó escucharte decir “lo quiero matar”. Mi hipótesis –y no es un hecho, es solo una hipótesis–, es que hay algo en la supuesta agresividad o violencia encubierta de tu coacheado, que tiene que ver contigo mismo, con tu propia hostilidad. Como si proyectaras en él alguna cosa o cuestión que te obnubila y te impotentiza. ¿Me doy a entender?

      B: Entiendo tus palabras pero no veo más allá de ellas.

      C: Ayúdame con lo siguiente: entiendo que cuando estás frente a él escuchándolo, algo te enoja y comienzas a sentirte impotente y no sabes qué hacer frente a su narrativa. Esa sensación ¿te mueve a pensar en alguna otra cosa? ¿Te ha pasado en otra situación?

      B: (Silencio. Piensa. Luego dice) En pocas semanas se casa mi hermana. No quiero asistir a su boda.

      C: (Invitándolo a seguir) Y entonces…

      B: No sé qué hacer; si voy tengo conflicto y si no voy también.

      C: ¿Cuál es la razón de tu negativa?

      B: No me gusta su novio, no lo acepto…

      C: Cuéntanos un poco mas al respecto.

      B: