Название | Coaching para coaches |
---|---|
Автор произведения | Leonardo Wolk |
Жанр | Сделай Сам |
Серия | Colección Profesional |
Издательство | Сделай Сам |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789871301935 |
El capítulo 3 refiere a la supervisión como metodología de aprendizaje y de profundización en el rol del coach
En el capítulo 4 resalto la importancia del autoconocimiento para el rol del coach. Nuestras conversaciones entre alumnos y colegas suelen ser acerca del otro, del coacheado y no acostumbramos a hablar de nosotros. Trabajar con nuestra identidad personal y no solo profesional se hace imprescindible desde la responsabilidad del coach.
Incluyo en este capítulo –así como en otras partes del texto- algunos conceptos que, provenientes del campo psicológico, enriquecen nuestro quehacer.
En el capítulo 5, final de esta primera parte, me refiero y profundizo en el arte y propósito de la indagación.
La segunda parte, “Casuística”, consta de seis capítulos. Como su título lo indica, encontrarás allí casos y sesiones de coaching y partes de las respectivas supervisiones que realicé sobre ellas. También encontrarás ejemplos de aplicaciones prácticas, ejercitaciones y nuevas apostillas que complementan los desarrollos teóricos.
Los casos que leerás están basados en historias reales y solo modifiqué algunos datos para preservar el anonimato de los protagonistas.
Estoy en deuda y agradecido con cada uno de ellos por la generosidad con que han compartido sus experiencias y sus vidas.
Ya llegando a destino en la travesía encontrarás algunas reflexiones personales, así como dos anexos: el primero incluye una guía para observar una sesión de coaching y el segundo reproduce algunos testimonios; por último, la bibliografía que podrás consultar para profundizar y expandir tu aprendizaje.
Te doy la bienvenida y te invito, entonces, a caminar juntos las palabras.
Este libro también está dedicado a ti.
1 O libro de las transformaciones o mutaciones. Texto sapiencial milenario de origen chino.
2 Aprendizaje es experiencia. Todo lo demás es solo información.
CAPÍTULO 1
ALGUNAS DISTINCIONES BÁSICAS
Dado que el propósito es caminar juntos entiendo que es importante tener entre nosotros un lenguaje común y compartido.
En el uso del lenguaje existe la llamada regla de libertad de estipulación. Esta enuncia que las palabras son signos creados arbitrariamente. Establece que el ser humano es libre de establecer el significado que quiere para las palabras; es aplicable para dar significado a palabras que no lo tenían y/o cambiar el significado convencional que una palabra ya tenía. Pero la aplicación indiscriminada de la regla de libertad de estipulación llevaría a una dificultad en la comunicación; por eso el lenguaje está regido por una regla de uso común que establece que deben usarse las palabras con el significado convencional que se les ha dado. Cualquiera puede definir alguna cosa del modo que quiera. Si quiero puedo definir mesa como un objeto que sirve para sentarse. Tengo la absoluta libertad de hacerlo. Pero si lo que quiero es conversar y dialogar con otro tengo que hacerlo desde un código perteneciente a todos los miembros de una misma comunidad biolingüística.
Las personas que supervisan conmigo vienen de diferentes escuelas y formaciones y acontece lo mismo con aquellos que participan en mis workshops o seminarios. En el campo del coaching, no siempre y no todos significamos de la misma manera. No hablamos el mismo lenguaje y esto trae aparejadas incomprensiones y distorsiones en nuestra comunicación. Por deformaciones en el aprendizaje confundimos definiciones. He escuchado a alguno de mis supervisados decir “Hice un coach” en vez de “Hice un coaching” o usar como sinónimos los conceptos de brecha y quiebre.
Hago esta introducción porque quiero presentar un marco conceptual y algunos significados desde los cuales me expresaré en este libro con el propósito de hacerme entender.
Lo dicho es dicho desde el particular observador que soy.
No tengo la pretensión de hacer un diccionario. Tampoco tienes que estar de acuerdo conmigo. Puedes tener tu propia manera de entender o explicar algunos conceptos y no pretendo transformar los míos en una verdad.
Mi intención es señalar una serie de distinciones con el afán de corregir lo que yo creo que son distorsiones y vicios en el lenguaje del coaching, pero más que nada para transmitirte desde dónde, desde qué concepción teórica me comunico contigo.
EL OBSERVADOR QUE SOY
En mis presentaciones públicas suelo decir que soy un bígamo profesional. A pesar del tiempo transcurrido sigo enamorado y ejerciendo la práctica clínica en psicoterapia y también me he casado con la práctica y el ejercicio del coaching, tanto bipersonal como con grupos y equipos en el ámbito organizacional.
He cumplido treinta y nueve años como psicoterapeuta y diecisiete como coach.
Haciendo un cálculo aproximado (siempre fui malo para las matemáticas), de 100 h x mes x 10 meses = 1000 h x año x 17 años = 17.000 h. ¡Mientras estoy escribiendo este libro llevo trabajando diecisiete mil horas como coach!
Millones de segundos, miles de minutos hablando, escuchando, emocionando, conversando. Dando vueltas juntos. Enseñando y aprendiendo. No es retórica ni lo correcto que se debe decir; es mi verdad cuando digo que aprendí de mis maestros, mis pacientes y mis coacheados.
Atención flotante, escucha activa, comprensión, ser compasivo; a veces, muchas, no siempre. Des-atento, disperso, distraído, irritado, confuso; a veces, no muchas, no siempre.
Pasé por todos los estados; a veces, en algunos momentos, me sentí genial, brillante e inspirado por la divinidad, semidios. Orgulloso de lo que sé y de quién soy. En otros, dudando de todo, irritado conmigo mismo, avergonzado, culpable, incompetente.
Cada coach elige aquella teoría y aquella práctica que más le conviene (conviene = viene conmigo). Aliento el pluralismo y sostengo que el hecho de que las teorías no sean validadas por otros, no significa que sean inválidas. El sectarismo es contrario al espíritu mismo y a la ética del coaching.
El coaching que practico es una síntesis integradora, resultado de mi propio recorrido profesional.
Construí mi manera de trabajar sobre la base del desarrollo de muchos maestros en el tema como Fernando Flores, Rafael Echeverría, Fred Kofman, Julio Olalla, Humberto Maturana y otros, con algunos de los cuales tuve la oportunidad y el privilegio de aprender y trabajar.
En esencia, mas no exclusivamente, la orientación es ontológica: ¿cómo no integrar lo sistémico si la díada coach-coacheado es en sí misma un sistema?, ¿cómo trabajar con equipos si no los pienso sistémicamente? ¿Cómo no integrar el conocimiento del estudio de lo corporal y las emociones, si estamos hablando de diferentes dominios de observación? ¿Por qué no integrar al pensamiento guestáltico, a los cognitivistas y a tantas otras visiones?
Entonces, más tarde, esos aprendizajes iniciales se fueron articulando con conceptos y reflexiones personales provenientes tanto del campo de la psicología, el aprendizaje transformacional y organizacional, la teoría de los sistemas y la comunicación, así como de concepciones y aportes personales que fui consolidando en el desarrollo de mis cursos, prácticas, nuevos aprendizajes y experiencia.
EL ARTE Y EL OFICIO DEL COACHING
Cierta vez una muy entusiasmada novata coach me dijo que para ella el coaching era un estilo de vida. No acordé con esa definición. Para mí, ser coach es una función, un arte y un oficio; por eso, aunque no suene poético o romántico, hablo de trabajo.3 Es un rol. Que ejercemos con entrega, dedicación, amor y responsabilidad. Es una profesión. Tanto como ser médico, albañil o maestro. Suelo decir que no “tenemos” hijos; “somos padres” de nuestros hijos. Ser padre también es una función.
Me