Capitalismo gore. Saya Valencia

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Название Capitalismo gore
Автор произведения Saya Valencia
Жанр Социология
Серия General
Издательство Социология
Год выпуска 0
isbn 9788415373957



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dado que los fenómenos observados de violencia extrema aplicados a los cuerpos como una herramienta de la economía mundial y, sobre todo, del crimen organizado, como parte importante de esa economía global, suponemos que no alcanzan la categoría de snuff, sino que se sitúan aún en los límites de lo gore, por conservar el elemento paródico y grotesco del derramamiento de sangre y vísceras que, de tan absurdo e injustificado, parece irreal, efectista, artificial, un grado por debajo de la fatalidad total, un work in progress hacia los snuff, que aún cuenta con la posibilidad de ser frenado. Sin embargo, en estos momentos presenciamos que lo que inicialmente propusimos como capitalismo gore deviene rápidamente, a pasos agigantados, un capitalismo snuff.

      1. El cine splatter o gore es un tipo de película de terror que se centra en lo visceral y la violencia gráfica. Estas películas, mediante el uso de efectos especiales y exceso de sangre artificial, intentan demostrar la vulnerabilidad del cuerpo humano y teatralizar su mutilación. Las películas snuff, por otra parte, son grabaciones de asesinatos reales (sin la ayuda de efectos especiales o cualquier otro truco). Su finalidad es registrar estas atrocidades mediante algún soporte audiovisual y posteriormente distribuirlas comercialmente para entretenimiento.

      2. Consideramos acertado el unir el término capitalismo a estos dos géneros cinematográficos, ya que en la era de los medios de comunicación y la imagen, el cine construye (aún) gran parte del imaginario cultural, al mismo tiempo que uno de los representantes más poderosos del capitalismo contemporáneo es la industria cinematográfica norteamericana.

      1. Estallido del Estado como formación política

      La ética ha de estar a la altura de lo que nos acontece.

      Gilles Deleuze

      La preocupación (filosófica) por la violencia

      Existen también algunos teóricos contemporáneos que tratan (o trataron) el tema de la violencia como una transversal importante en su obra, como es el caso de Georges Bataille, Slavoj Žižek, Judith Butler, Giorgio Agamben y Achille Mbembe.

      Sin embargo, la preocupación filosófica sobre el tema dista de ser evidente, lo cual resulta paradójico dado que la violencia en el último siglo se ha recrudecido y convertido en el eje determinante de Occidente y la vida contemporánea, es decir, en un paradigma interpretativo de la realidad actual. Como lo explica Charles Tilly:

      La violencia y su espectacularización se erigen como vectores transversales a todos los campos del conocimiento y la acción, constituyéndose como el modelo por antonomasia de interpretación de la actualidad, así como los creadores fundamentales de una episteme g-local que se extiende desde las periferias hasta los centros del planeta y viceversa.

      Entendemos la violencia como una categoría interpretativa con distintas transversales, entre las cuales destaca el hecho de que está íntimamente relacionada con la acción, es decir, el concepto de violencia que manejamos incluye tanto el ejercicio fáctico y cruento de ésta como su relación con lo mediático y lo simbólico.

      Por lo anterior, consideramos fundamental una profundización en el tema de la violencia desde nuestra disciplina, ya que es indudable que —como herramienta (efectivísima) de la economía mundial— ha generado una suerte de giro discursivo propio, entendido como un horizonte de sentido y referencia.

      Entendemos esta episteme de la violencia como el conjunto de relaciones que unen nuestra época con las prácticas, discursivas o no, que se originan de ésta, creando ciertas figuras epistemológicas contemporáneas que no guardan relación directa con lo que se había venido conociendo como los modelos adecuados de interpretación de la realidad; creando así una fisura en los pactos éticos occidentales y en la aplicabilidad del discurso filosófico occidental ante las condiciones económicas, sociales, políticas, y culturales del mundo actual.

      El Primer Mundo carece del conocimiento de estas lógicas y sus acciones, no porque no haya participado