Es emocionante saber emocionarse. Roberto Aguado Romo

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Название Es emocionante saber emocionarse
Автор произведения Roberto Aguado Romo
Жанр Документальная литература
Серия Gestión Emocional
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9788497276818



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valor

       El poder de la admiración, cuando la mirada te hace único

       La vida nos da sorpresas y en todas ellas nos cambia la vida

       La culpa y los misterios de la supervivencia

       Capítulo 4. Intervención clínica con Terapia de Interacción Recíproca. Conseguir que el pasado pase y que el futuro pueda esperar TERAPIA DE INTERACCIÓN RECÍPROCA (T.I.R.)

       ¿CÓMO ENFERMA EL SER HUMANO?

       ¿PARA QUÉ ENFERMA PSICOLÓGICAMENTE EL SER HUMANO?

       Un caso real vale más que mil explicaciones

       Primera consulta

       Segunda consulta

       Tercera consulta

       Cuarta consulta

       Quinta consulta

       Sexta consulta

       Séptima consulta

       Octava consulta

       Referencias bibliográficas

      Este libro que tienes en tus manos ha llegado a las librerías el día 20 de enero de 2014, el día en el que nací hace cincuenta años. Quizás éste sea el motivo por el que solo puedo tener una pretensión para el resto del tiempo que me quede por vivir: procurar ayudar a cambiar el sufrimiento por la satisfacción.

      Creo firmemente que el sufrimiento no es tanto consecuencia de aquellas circunstancias foráneas a nuestro control, tal como un terremoto, una enfermedad o los avatares de la vida, pero sí que lo es de la derivación de los sucesos que podríamos remediar, que dependen de nosotros y que no conseguimos gestionar.

      En países desarrollados, la mayoría de los sufrimientos son consecuencia de situaciones que solo existen en la mente. Hoy sabemos que la realidad para nuestro cerebro está más cerca de la imaginación, la fantasía o el pensamiento, que de las cosas que están ocurriendo en ese momento en el entorno. Vivimos más dentro de nosotros que fuera, vivimos más en el pasado y, sobre todo, vivimos esperando el mañana, sin darnos cuenta que el aquí y el ahora está ocurriendo y, paradójicamente, no sabemos mucho de nuestro ser, no nos conocemos. Sufrir por cómo nos hablamos (autodiálogo) o por cómo nos relacionamos con nuestra biografía es un sufrimiento habitual en el siglo XXI, este sufrimiento tiene como denominador común no saber determinar qué emoción es la adecuada para cada momento.

      Creo firmemente y con rotundidad que, hasta la fecha, no hemos ofrecido a la humanidad una herramienta eficaz para enfrentarse al sufrimiento que surge y pervive en la incapacidad de poder gestionar las emociones. Saber emocionarse es necesario para vencer el sufrimiento y conseguir la satisfacción, para ello es fundamental emocionarnos conociendo los laberintos que revelan cómo se producen los patrones esenciales de la mente, marcados por unas leyes químicas y neurológicas.

      Con este libro sé que damos un paso definitivo para el mejor antídoto del sufrimiento humano: la gestión emocional. Saber elegir en cada momento de nuestras vidas la emoción más adaptada para cada situación y, para ello, poder vencer las memorias que nos separan de esta meta. Es uno de los descubrimientos que quiero ofrecerte con esta obra.

      Saber emocionarse es como saber respirar, ya que tenemos que hacerlo cada dos o tres segundos, es más, nuestra respiración está muy determinada por la emoción que sentimos, de tal manera que respirar cuando estamos en la rabia no tiene nada que ver a cuando respiramos desde la seguridad o la admiración. Saber emocionarse y saber respirar, nos hace más humanos, mejores personas y, sobre todo, más capacitados para vivir en sociedad.

      La persona que alcanza el dominio de sus emociones y que es capaz de activar todo el abanico emocional dependiendo de las situaciones que vive, es una persona libre, optimista, cercana, sabia, empática, solidaria, honesta, ética, abierta, justa y, como no, llena de satisfacción y, por ello, seguro que con salud mental.

      La sabiduría está totalmente ceñida a la capacidad para poner en realidad las competencias y habilidades emocionales. Es tan importante este punto que a lo largo de mi vida, además de formarme en muchos modelos teóricos, he pretendido conocer la biografía de sus creadores, ya que conociendo cómo vivieron emocionalmente, podemos comprender completamente su obra y con ello, la parte del ser humano que intentaron explicar.

      Garantizar métodos para conseguir la satisfacción es mi meta y con este libro creo que podemos acercarnos más a este objetivo. Te pongo en la pista de despegue, que tengas un buen vuelo. Y es que, ¿hay algo más emocionante que saber emocionarse?

      Ser valiente es una elección, hay otras opciones…

      Roberto Aguado

      9 de Diciembre de 2013

      Talavera de la Reina. Toledo. España.

      Es para mi un honor poder escribir el prólogo de esta obra maestra.

      Tengo el privilegio de conocer al autor, Roberto Aguado, en algunas de sus múltiples facetas.

      Le he conocido como profesor y maestro, terapeuta, supervisor, compañero de equipo, escritor, productor, conferenciante, locutor, investigador... y podría seguir enumerando hasta llegar al amigo que le considero.

      He de decir que si algo he hecho en todo este tiempo, es observarle con detenimiento cada instante que he pasado con él.

      Fruto de esta labor de observación, me gustaría compartir contigo, estimado lector, algunos de mis múltiples hallazgos.

      En primer lugar quiero hablar de Roberto como profesional. En estos casi diez años desde que le conozco, ha sido capaz de sorprenderme y continuar sorprendiéndome con la ingente cantidad de conocimiento que es capaz de atesorar. No conozco a nadie que conozca tanto al ser humano.

      Aquellos que habéis tenido la oportunidad de asistir a alguna de sus clases, coincidiréis conmigo en la consideración de “auténtico espectáculo” su capacidad de responder directa y nítidamente cualquier pregunta, desde cualquier perspectiva que se le hiciera, respecto del funcionamiento humano.

      Llama además mucho mi atención, lo sutil y puntual que mantiene su discurso, para que cada uno de sus alumnos, pacientes y/o compañeros de equipo integren la información que están reclamando en cada pregunta.

      Me ha tocado presenciar a alumnos de Roberto que han cambiado su forma de vivir la vida a partir de cursos que algunas veces no excedían de treinta horas. Incluso padres y/o madres que terminaron llorando de emoción, al comprender por fin qué es lo que les pasa con sus hijos/as, después de asistir a una conferencia de no más de dos horas con Roberto.

      No es solo lo que sabe, es también cómo es capaz de que a cada persona le llegue la información en el formato que cada una necesita.

      Como investigador es insaciable; creo que cada vez tiene más ganas de investigar y conocer cada uno de los infinitésimos aspectos que inciden en las personas. Es como si cuanto más conoce del funcionamiento psicológico, emocional, neurológico, bioquímico, hormonal, psicosomático, vivencial, experiencial… de las personas, más le entusiasmara seguir descubriendo secretos.

      En su labor como psicoterapeuta, en cambio, y contra todo prejuicio, no es su conocimiento el que se pasea en su consulta, más bien es un espacio en el que lo que más deslumbra es lo cerca que es capaz de estar con el o la que sufre. Su humildad y cercanía son las virtudes que más sorprenden en el tú a tú.

      Podría continuar durante una insultante cantidad de líneas hablando de la profesionalidad de Roberto, pero no me gustaría perder la oportunidad de ofrecer unas palabras a Roberto como persona.

      Roberto, cuando se quita el traje profesional resulta que sigue siendo exactamente la misma persona, tanto con sus