El 29 de marzo de 1939, Manuel García Corachán, abogado y capitán del Cuerpo Jurídico del Ejército de la República, se vio obligado a emprender un viaje que le alejara del terror y le llevara a la libertad. El trayecto de Valencia hasta el puerto de Alicante determinó su entrada en el laberinto de incertidumbres, pesadillas y miserias que supusieron los campos de concentración, las cárceles y los juicios sumarísimos. Los efectos perversos de la historia le llevaron al Campo de los Almendros, al de Albatera, al Seminario de Orihuela, a la Prisión-Reformatorio de Alicante, a la Cárcel Modelo de Valencia y al Penal de San Miguel de los Reyes. La crónica de Manuel García permite reconstruir con rigor uno de los más lamentables episodios políticos que sucedieron en una época, aún reciente, de la historia de nuestro país. Manuel García nunca se reconcilió con los vencedores, y muy marcado por los años de cautiverio, aguardó el momento de publicar estas memorias que conservó y revisó, disciplinada y obsesivamente, a lo largo de su vida.
El actual sistema energético está basado en unos recursos no renovables, los combustibles fósiles, y su uso lleva aparejada una serie de problemas, como el aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. En este libro se analiza y se explica cuál será la naturaleza de un nuevo sistema energético sostenible basado en fuentes renovables. El elemento central de esta fuente de energía del futuro es el hidrógeno, que sustituirá a los combustibles derivados del petróleo, almacenará la energía obtenida de las fuentes renovables intermitentes y podrá convertirse en electricidad en una pila de combustible. La transición de los actuales recursos no renovables al hidrógeno no puede ser inmediata, y tanto la Comisión Europea como los Estados Unidos están planificando la mejor forma de llevarla a cabo. Entretanto, en Islandia han cogido la iniciativa y, para el año 2030, serán la primera economía del hidrógeno del mundo.
José Canga Argüelles (1771-1842) es, posiblemente, uno de los personajes menos conocidos de la Ilustración tardía y del primer liberalismo en España. De él se han resaltado siempre sus cualidades como pragmático hacendista y su faceta de autor del celebérrimo Diccionario de Hacienda. Este libro reconstruye parte de su trayectoria inicial y su llegada a Valencia (1804), donde alentaría una peculiar reforma del Real Patrimonio valenciano. La importancia y la intensidad del proyecto patrimonialista fue tan grande que, de hecho, el personaje pasa a un segundo plano para ceder el protagonismo al conjunto de la sociedad valenciana que vio y soportó con cierto estupor cómo se desencadenaba, desde las mismas instancias provinciales de la monarquía, un auténtico «empapelamiento colectivo» que ponía en cuestión títulos y privilegios. Con objetivos fiscales, pero de profundos efectos antiestamentales y antiseñoriales, y con una neta reivindicación de los perfiles universalistas y homogeneizadores del absolutismo reformista, el seguimiento de los avatares de esta reforma permite, además, vivir desde dentro los conflictos siempre latentes de una monarquía que nunca llegó a resolver del todo los mecanismos y los efectos derivados de la alternancia entre la vía administrativa y la vía judicial. Muchos de los afectados pensaron, desde luego, que la Corona estaba actuando «sin límites». Lo que sucedió después, tras la triple crisis de la monarquía, al menos en el País Valenciano, puede y debe ser analizado a partir de esta experiencia irrepetible.
Julio Verne es considerado a menudo un visionario, un profeta de la ciencia y de la técnica que anticipó en sus narraciones inventos extraordinarios como el cohete espacial o el submarino. Muchos de los estudios y libros recientes sobre el prolífico escritor francés insisten en mostrar la falsedad de los tópicos que hay a su alrededor. No obstante, Verne sí que participó de una manera particular en el esfuerzo de divulgación de la ciencia tan característico del siglo XIX. En la actualidad, sus novelas aún despiertan la curiosidad y el gusto por el conocimiento, uniendo aventuras y saber, odiseas de exploradores y de científicos dentro de un mundo extraordinario y maravilloso. Sueños de ciencia recapacita, desde la perspectiva actual, sobre la descripción de la ciencia y de la sociedad que realiza Julio Verne en su obra. Este libro no es tan solo una forma diferente y provechosa de aproximarse a la producción novelística de Verne, sino que constituye una extraordinaria invitación a gozar de sus narraciones sin complejos ni ideas preconcebidas.
La memoria y la utopía identifican dos disposiciones del sujeto, una vuelta hacia el pasado y otra hacia el futuro, siendo ambas actitudes críticas respecto al presente. La intersubjetividad define el eje central de la obra: la memoria es concebida como puente entre el pasado y el presente, entre el silencio y la palabra, entre lo singular y lo colectivo, y, en consecuencia, como una narración estructurada como forma de olvido individual y colectivo. La utopía es analizada en dos de sus formas históricas: como compromiso crítico con la cultura y la sociedad, restituyendo y haciendo posible el mantenimiento del estado de deseo en una comunidad no étnica (tal como la del 68 francés), y la formulación de una concepción del ser europeo que critica toda forma de eurocentrismo y reconoce la aportación del otro (ya sea por motivo de género o raza) como constitutivo de la cultura europea.
«Помещик Старкун трижды напомнил своим знакомым, что вдовому, старику скучно сидеть одному в имении, занесенном снегом. Мало кто отозвался на его письма. Большинство, помножив в уме деревенскую тишину на отсутствие напитков и развлечений, осталось в тени. Старкун наконец догадался, в чем дело, и, вытребовав из соседней деревни медвежатника Кира, заказал ему медвежью берлогу. На другой же день Кир, отрывая жесткими пальцами сосульки с заледеневших бороды и усов, стоял перед Старкуном и докладывал, что берлога есть. Тем временем другой мужик, сметливый и лукавый, отправился в Петроград с несколькими записками и привез оттуда два больших таинственных ящика, в которых, когда их поворачивали, что-то булькало…»
En la segunda mitad del siglo XVIII, la casa de Medinaceli ocupaba el tercer lugar entre los principales linajes nobiliarios en el País Valenciano. Sus dominios se extendían desde las comarcas septentrionales hasta las meridionales, del litoral al interior. Entre ellos, los dos más grandes eran el ducado de Segorbe y el marquesado de Denia, dos grandes estados formados a su vez por la incorporación de diversas baronías. Desde principios de la Edad Moderna, la mayoría de las casas nobiliarias valencianas, y con ellas sus posesiones, habían ido emparentando y fundiéndose con las grandes familias aristocráticas castellanas, como era el caso de los duques de Medinaceli, grandes de España, y la administración de sus dominios se hacia desde Madrid. Eso requería, sin embargo, un conocimiento preciso de los lugares, bienes y rentas que poseían, sus características, sus problemas, los ingresos que procuraban y qualquier otra información muy pormenorizada que aparece en estas visitas señoriales de 1765 y 1766, efectuadas respectivamente a la baronía de Eslida, en la sierra de Espadó, y al marquesado de Denia, editadas a cargo de Joan Romero y Antoni Grau, que también trazan una sugerente introducción a la historia de ambos señoríos y al contexto en el que se hicieron las dos visitas.
Aquel hecho histórico lleno de esperanza que se inauguró el primero de enero de 1959, que tanto alborozo, admiración y expectativas despertó, cuando menos se ha convertido en parte de una articulación mítica, que justifica las relaciones e instituciones en el llamado mundo revolucionario. A liberarnos del mito revolucionario y de su función legitimadora, nos ha ayudado el cine de Tomás Gutiérrez Alea. Su obra nos permite acercarnos a la comprensión de la poliédrica realidad cubana. Con un buen análisis de las películas realizadas durante las cuatro décadas de revolución que vivió el director, podemos entender mejor el presente, la coyuntura actual del régimen cubano. Gracias a la enorme agudeza analítica y discursiva de sus películas hemos podido mirar al frente a ese fenómeno histórico que es la revolución cubana.
La filosofía de la mente, la reflexión sobre la naturaleza de lo mental y sus relaciones con el mundo físico y el comportamiento, han experimentado un fuerte desarrollo desde mediados del siglo pasado. Esta obra pretende introducir al lector en las cuestiones centrales de la filosofía de la mente, ofreciéndole una guía clara y accesible de este intrincado territorio. El libro está dividido en tres partes. La primera y más extensa aborda el llamado «problema mente/cuerpo» y presenta y discute distintas propuestas para resolverlo. La segunda trata la cuestión del objeto o el contenido intencional de determinados estados mentales, como las creencias o los deseos. La tercera se ocupa de las relaciones entre la mente y el comportamiento, avanzando así hacia la filosofía de la acción. Esta obra será de utilidad tanto para estudiantes universitarios de primeros cursos como para el lector culto interesado en la reflexión filosófica de la mente.