Una mujer que hereda una fortuna y una empresa en un poblado ruso. No entiende el negocio pero entiende a todos los trabajadores que se dedican a ella y encuentra la injusticia desde todos los ángulos posibles. ¿Cómo se decidían estos menesteres en la Rusia de principios del siglo XX? Anton Chejov hace gala en este relato, de aquel adjetivo que ha portado desde hace más de un siglo: el mejor cuentista de la historia. Con tremenda maestría, Chejov va explorando en esta obra, distintos temas, todos actuales (incluso ahora a principios de siglo XXI), todos revolucionarios y todos en una misma sinfonía que no desafina, dejando todo al final en un espectro que te dejará con ganas de leer más.