Recorrer Europa es un objetivo que está en la mente de los viajeros pero muchos no saben por dónde comenzar y la riqueza de nuestro continente les asusta. Nadie está dispuesto a perderse nada. El coche es el único medio que nos garantiza libertad: la libertad de detenerse en el más pequeño de los pueblos, libertad para desviarnos de la ruta, libertad para conversar con las gentes del lugar Una libertad que se traduce en experiencias, vivencias La idea de Recorrer Europa en 30 rutas es una propuesta novedosa que tiene como objetivo aunar los mejores itinerarios para viajar en coche por Europa. Rutas emblemáticas como los castillos de Baviera, la Toscana o Valonia…, rutas llamativas, como las que nos llevan a recorrer Transilvania, la Inglaterra intelectual o la Polonia de Chopin…, y rutas a destinos poco frecuentes como Eslovenia, Valonia o la que nos permite conocer el pasado común de Bulgaria y Turquía. Sin faltar las rutas más atractivas por España: Euskadi, Andalucía, Galicia, Asturias…
De vinos por Europa pretende abrirle las puertas del enoturismo desde una amplia perspectiva, en la que el vino es el elemento principal e hilo conductor pero de ninguna manera el único punto de interés de cada una de las rutas expuestas. Es, pues, una herramienta válida para todo tipo de público que desee descubrir las regiones y zonas propuestas, por mínima que sea su atracción por el vino. Los itinerarios han sido trazados y diseñados expresamente para esta guía buscando una primera aproximación a las regiones vitivinícolas más interesantes y cercanas, incluyendo algunas curiosas, y también la coincidencia de estas regiones con algunos de los destinos más deseados por los viajeros, como el Véneto, el Valle del Loira, la Toscana, Andalucía, la región del Mosela o Euskadi El coche se convierte en este caso en el mejor transporte posible, pues nos permite viajar en libertad, detenernos ante cada pequeño pueblo o paisaje, ante cada sorpresa y gastar nuestro tiempo de la mejor manera posible. Además, para los amantes de la conducción, pasaremos gran parte de nuestro tiempo por carreteras locales, atravesando pequeñas ciudades y pueblos, entrando entre viñedos. Ir De vinos por Europa es un modo de descubrir y vivir la Europa más auténtica, de conocer tradiciones que creíamos perdidas y, principalmente, de compartir vivencias con gente tan apasionada como nosotros por el mundo del vino. Y si no somos unos apasionados esperemos al final de la ruta.
El libro que tiene entre sus manos propone veinte rutas por Europa pensadas para hacer en coche y en familia. Todos ellas están planteadas con tres objetivos: divertirse, aprender y pasar tiempo juntos. Las hemos elaborado de manera que no haya trayectos demasiado largos (para evitar la fatídica pregunta que da título al libro) y alternando lo que sería pura diversión, como por ejemplo los parques de atracciones, con visitas culturales que puedan resultar interesantes y divertidas para toda la familia. En cuanto a pasar tiempo juntos, quizás sea lo más esencial de un viaje. Durante el año cumplimos con una rutina diaria que permite que pasemos ratos en familia pero habitualmente son momentos cortos en los que comentamos las anécdotas del día y poco más. Durante un viaje, especialmente si se hace en coche, tendremos muchas experiencias para compartir pero también ratos muertos en los que charlar de mil temas, ya sean relacionados con el viaje o con cualquier otra cosa. Por otro lado, viajando estimularemos los sentidos de los niños y podremos conseguir algo que muchas veces nos parece imposible: que tengan ganas de aprender. De saber cosas. ¿Cómo se construían estas catedrales tan enormes sin grúas?¿Por qué pintan tan raro los impresionistas? ¿De verdad se pueden comer los calçots con las manos? ¿Por qué las salchichas de Frankfurt no se llaman así en Alemania?¿Por qué desaparecieron los dinosaurios? Nos atrevemos a decir que un niño con ganas de aprender tiene más probabilidades de ser feliz. Y lo mismo podríamos afirmar de un adulto, por cierto.