Las ocho historias en que se basa Las rutas del exilio son reales. Pertenecen a sus protagonistas, que las vivieron en sus carnes, y en ellas no hay más telón de fondo que la cruda realidad del exilio y de la Guerra Civil.
Son, si se quiere, historias que pertenecen a la Historia y que, en un ejercicio que aúna rigor y amenidad, Marc Ripol ha rescatado de la voz de quienes se vieron obligados a abandonar España y a probar suerte en otro país con el único objetivo de salvar la vida. Por estas páginas desfilan personajes casi anónimos que hicieron lo indecible por sobrevivir y ayudar a los demás, crónicas de la bondad y el sacrificio humanos, de las ganas de luchar incluso cuando la adversidad mina la moral y las fuerzas. Setenta años después, de aquellos hechos sólo queda —como escribió Machado, protagonista de uno de los ocho capítulos—, «la palabra quebrada y temblorosa».
"La enorme virtud de un libro como el de Marc es que me obliga a recorrer esos paisajes porque me los ha llenado de historias y de personajes. En cada recodo de los caminos que describe hay una historia; en cada curva hay un grito de desesperación o una razón para que alguien siga vivo; en cada manantial, una sed que ha sido saciada en circunstancias dramáticas. Este libro hace que, para gente como yo, las piedras hablen. Y, por tanto, se carguen de sentido." Jorge M. Reverte
Recorrer Europa es un objetivo que está en la mente de los viajeros pero muchos no saben por dónde comenzar y la riqueza de nuestro continente les asusta. Nadie está dispuesto a perderse nada. El coche es el único medio que nos garantiza libertad: la libertad de detenerse en el más pequeño de los pueblos, libertad para desviarnos de la ruta, libertad para conversar con las gentes del lugar Una libertad que se traduce en experiencias, vivencias La idea de Recorrer Europa en 30 rutas es una propuesta novedosa que tiene como objetivo aunar los mejores itinerarios para viajar en coche por Europa. Rutas emblemáticas como los castillos de Baviera, la Toscana o Valonia…, rutas llamativas, como las que nos llevan a recorrer Transilvania, la Inglaterra intelectual o la Polonia de Chopin…, y rutas a destinos poco frecuentes como Eslovenia, Valonia o la que nos permite conocer el pasado común de Bulgaria y Turquía. Sin faltar las rutas más atractivas por España: Euskadi, Andalucía, Galicia, Asturias…
El libro que tiene entre sus manos propone veinte rutas por Europa pensadas para hacer en coche y en familia. Todos ellas están planteadas con tres objetivos: divertirse, aprender y pasar tiempo juntos. Las hemos elaborado de manera que no haya trayectos demasiado largos (para evitar la fatídica pregunta que da título al libro) y alternando lo que sería pura diversión, como por ejemplo los parques de atracciones, con visitas culturales que puedan resultar interesantes y divertidas para toda la familia. En cuanto a pasar tiempo juntos, quizás sea lo más esencial de un viaje. Durante el año cumplimos con una rutina diaria que permite que pasemos ratos en familia pero habitualmente son momentos cortos en los que comentamos las anécdotas del día y poco más. Durante un viaje, especialmente si se hace en coche, tendremos muchas experiencias para compartir pero también ratos muertos en los que charlar de mil temas, ya sean relacionados con el viaje o con cualquier otra cosa. Por otro lado, viajando estimularemos los sentidos de los niños y podremos conseguir algo que muchas veces nos parece imposible: que tengan ganas de aprender. De saber cosas. ¿Cómo se construían estas catedrales tan enormes sin grúas?¿Por qué pintan tan raro los impresionistas? ¿De verdad se pueden comer los calçots con las manos? ¿Por qué las salchichas de Frankfurt no se llaman así en Alemania?¿Por qué desaparecieron los dinosaurios? Nos atrevemos a decir que un niño con ganas de aprender tiene más probabilidades de ser feliz. Y lo mismo podríamos afirmar de un adulto, por cierto.