El arte de educar jugando. Silvia Álava

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Название El arte de educar jugando
Автор произведения Silvia Álava
Жанр Сделай Сам
Серия Tu vida en positivo
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9788412361681



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Cómo

      1. Hoy en día podemos encontrar estos ejercicios en juegos electrónicos, o hacerlo con papel y lápiz. A la hora de elegir un laberinto hay que tener en cuenta que el formato permita ver todo el recorrido hasta el final para que pueda planificar la ruta, ya que esto a veces no es posible en laberintos muy grandes de algunos juegos.

      2. La mejor manera de jugar para que tenga una finalidad de entrenamiento del autocontrol consiste en registrar los errores que el niño comete; es decir, cuántas veces coge el camino equivocado, y así poder animarle a que mejore su destreza las siguientes veces y se detenga a pensar antes de actuar.

      3. La ventaja del papel y lápiz es que, además, podemos pedirle que no levante el lápiz del papel hasta finalizar, lo cual exige ser paciente, mantenerse tranquilo e ir desarrollando su tolerancia a la frustración.

      4. La forma de complicar este juego es hacer laberintos más complicados y largos.

      5. Otra forma de ir desarrollando esta habilidad es pedir al niño que nos guíe en la búsqueda de un objeto o de un lugar.

      Cuándo. Este ejercicio se puede realizar en casa y en el colegio, ya que solo requiere papel y lápiz.

       ¡Pintamos mandalas!

      Para qué. Una de las cosas más complicadas es conseguir que los niños permanezcan un largo rato haciendo una misma tarea. Desarrollar la habilidad para mantener la atención durante largos periodos de tiempo tiene múltiples ventajas para la vida, como ser capaz de escuchar, de atender en clase, de hacer las tareas sin distraerse, de terminar de recoger todos los juguetes o de terminar los deberes sin cansarse o desistir.

       Cómo

      1. Cualquier tarea que implique sostener la atención a una actividad, sin la posibilidad de detenerse o de interrumpir la tarea con otra cosa, les estará ayudando a mantener la atención en el tiempo. A veces es complicado motivar a los niños a algo así y por ello pintar mandalas es una estupenda actividad para ello.

      2. Los mandalas son bonitos dibujos en blanco y negro que están diseñados para ser coloreados. Hay que explicar bien al niño en qué consiste la actividad: «Cuando se empieza un mandala hay que colorearlo hasta terminarlo; se recomienda cambiar de pinturas para conseguir un resultado más bonito pero no se puede dejar de colorear hasta haber terminado».

      3. Otra forma interesante de entrenar la atención sostenida en niños de entre 3 y 6 años es escuchar audiocuentos y después preguntarles sobre lo que han escuchado para así motivarles a prestar atención a lo que escuchan.

      Cuándo. Para realizar estas tareas tendremos que asegurarnos de que el niño tendrá el tiempo suficiente para empezar y terminar, respetando sus tiempos. También es importante asegurar que el ambiente propicia la concentración, sobre todo las primeras veces que el niño pinte mandalas, ya que cuanto más ruido o distracciones tenga, más difícil será la tarea.

       De 6 a 9 años

      Teniendo en cuenta que la atención voluntaria predomina a partir de los 7 años, en esta etapa ya podemos pedir a los menores que sostengan su atención durante más tiempo y que ejerzan un autocontrol de su atención y de su comportamiento. Por ello, en este periodo evolutivo es imprescindible ayudar a los niños en el desarrollo de la atención facilitándoles actividades y juegos adecuados. A esta edad podrán desempeñar con facilidad tareas y juegos durante treinta minutos seguidos.

       ¡Somos equilibristas!

      Para qué. Esta actividad está pensada para el entrenamiento del control de la impulsividad. Tiene como objetivo que los niños adquieran control de su cuerpo, de forma que no se precipiten en sus movimientos y sean capaces de autorregularse. La falta de autocontrol se traduce también en movimientos imprevisibles y descontrolados. Lo deseable es que sean capaces de estar tranquilos, frenarse y ser reflexivos cuando la ocasión lo requiera.

       Cómo

      1. Lo que se propone en esta actividad es caminar encima de una línea recta poniendo un pie delante del otro, lo más rápido posible y sin caerse. Esta sencilla actividad requiere destreza y se puede mejorar en ella con su entrenamiento.

      2. Es requisito imprescindible que los pies se toquen; esta pauta es el control, el freno que nos impide ir más rápido y nos obliga a tener paciencia y a mejorar la técnica si queremos avanzar y llegar antes, sin que merme la calidad, es decir, sin caerse o salirse de la línea. Así el niño aprenderá a desarrollar el equilibrio que necesita entre velocidad y precisión/equilibrio/autocontrol.

      3. Es un ejercicio físico muy representativo de lo que hacemos con las actividades del día a día, en el que tan importante es hacerlas rápido como hacerlas correctamente. En el juego, si no lo hace bien, y va demasiado rápido, se cae y pierde.

      4. También se pueden hacer carreras; de esta manera se motivará más, ya que si llega el último, también pierde y se verá forzado a buscar su equilibrio óptimo entre velocidad y ejecución.

      5. Otros juegos con los que desarrollan el autocontrol son los minigolf, las carreras de chapas o jugando a acertar a meter canicas en un agujero.

      Cuándo. Se puede jugar en casa o en la calle y también se puede animar al niño a que juegue en el recreo o en el parque con otros niños.

       Ganará el que encuentre…

      Para qué. Este juego es una forma lúdica de entrenar la atención selectiva. Permite al niño ir adquiriendo la habilidad de buscar algo específico entre un conjunto de cosas, teniendo que discriminar y seleccionar exactamente lo que se le pide.

       Cómo

      1. Lo que se propone en esta actividad es que el adulto o uno de los niños dirija el juego indicando lo que se ha de buscar.

      2. La instrucción que se da es la siguiente: «Ganará el que encuentre lo antes posible… una flor roja». Se trata de ir cambiando el objeto a buscar y de ir complicándolo, pidiendo que busquen algo que esté menos visible si estamos en casa o incluso algo que no sabemos si van a encontrar si estamos en la calle.

      3. Así tendrán que prestar mucha atención a lo que les rodea. Si proponemos la actividad como un concurso en el que gana el que encuentre antes el objeto y lo traiga, fomentamos que busquen lo más rápido posible y que no se distraigan por el camino.

      4. Otra forma de desarrollar la atención selectiva es mediante pasatiempos del tipo «encuentra las siete diferencias» o las sopas de letras. El juego conocido como Memory también exige poner en marcha la atención selectiva. Consiste en dar la vuelta a dos tarjetas de entre un conjunto de tarjetas colocadas boca abajo y tratar de encontrar dos tarjetas iguales. El niño tiene que prestar atención a las tarjetas que se van dando la vuelta si quiere recordar después dónde estaban las dos tarjetas iguales.

      Cuándo. El Memory y los juegos de encontrar las diferencias, o las sopas de letras, son buenos para ocupar ratos muertos en casa. El juego de «ganará el que encuentre» se puede poner en práctica cuando vamos de paseo por la ciudad o por el campo.

       De 9 a 12 años

      La atención alcanza el punto álgido de su desarrollo entre los 11 y 12 años; a partir de esta edad la capacidad de concentración en una tarea ya no aumenta y se mantiene durante la edad adulta. A esta edad los niños ya pueden atender durante cincuenta minutos seguidos con facilidad y no necesitarían descansar, aunque ello requiere práctica. A continuación se describen algunos juegos y actividades que ayudan a desarrollar la atención, la constancia y el autocontrol en niños de entre 9 y 12 años.