Ciencistorias. Alexis Hidrobo

Читать онлайн.
Название Ciencistorias
Автор произведения Alexis Hidrobo
Жанр Математика
Серия Artes Liberales
Издательство Математика
Год выпуска 0
isbn 9789978681633



Скачать книгу

potente que solo 1,4 mg envían al panteón a un adulto humano. En cuanto a su aspecto, es muy parecida a una medusa, con el agravante de que es casi invisible en aguas profundas.

      Las sustancias químicas componentes de estos venenos van desde neurotransmisores como la acetilcolina, la dopamina y la histamina, hasta sustancias realmente peligrosas como la tetrodotoxina, cuya acción nociva es 100 veces más potente que el veneno inyectado por la viuda negra. En definitiva, el veneno generado por estos animales actúa mediante un proceso llave-cerradura, que causa una serie de reacciones en cadena y afecta a las condiciones vitales de los organismos que, en caso de no existir antídoto o el tratamiento adecuado, derivan irremediablemente en la muerte.

image image

      Es 1967, James Bond se encuentra en Japón y acaba de deleitarse con una extravagancia culinaria. Luego de disfrutar una combinación entre lo picante y lo astringente, se siente muy preocupado. Podría estar envenenado y, si es el caso, tiene el tiempo contado…

      Esta escena corresponde a uno de los relatos de Ian Fleming, creador del célebre agente 007. Es parte del libro Solo se vive dos veces y, excepto por la existencia del emblemático agente secreto, su contenido es cierto. James Bond ha consumido una especie de pez globo llamado fugu. Este pez es sumamente venenoso, su hígado y glándulas sexuales secretan uno de los venenos más potentes del reino animal. Esta delicia gourmet japonesa debe ser preparada por chefs especialistas; es muy apreciada y muy peligrosa. Los comensales de tan especial manjar buscan la mezcla de sabores y la sensación de saber que se está consumiendo un veneno, que si sobrepasa la dosis puede matarte en minutos. Hoy se sabe que la sustancia química responsable del envenenamiento es la tetrodotoxina. Su toxicidad es 1 000 veces mayor que la del cianuro y, dependiendo de la dosis ingerida, puede causar la muerte en apenas un minuto. ¿Cómo actúa esta sustancia? Bien, la tetrodotoxina pertenece a los venenos que actúan sobre el sistema nervioso. Las células nerviosas poseen un mecanismo de transmisión de información conocido como intercambio de iones a través de canales. Uno de los iones claves en este proceso es el ion sodio. La tetrodotoxina bloquea los canales de sodio e impide su ingreso. ¿Cuál es la consecuencia? Se produce hormigueo, sensibilidad alterada, pérdida del equilibrio, atrofia muscular, parálisis y la muerte.

      Casos de envenenamiento en la historia de la humanidad existen por miles. Desde los griegos era conocido el “veneno de estado”, obtenido a partir de la cicuta y que Sócrates usó como medio ejecutor. También son famosos los “polvos o veneno de sucesión”, usados para usurpar el poder, en donde hijos envenenan a padres con fines “políticos” o de herencia anticipada. Una envenenadora famosa fue Catalina Deshayes, que levantó un lucrativo negocio vendiendo venenos a mujeres deseosas de enviudar. Su último intento de asesinato fue contra Luis XIV; se cree que llegó a terminar con la vida de unas 2 200 personas, incluidos niños, al establecer un monstruoso sistema de planificación familiar.

      Uno de los casos más estudiados y controvertidos quizás sea el ocurrido al general y gobernante francés Napoleón Bonaparte. La versión oficial de la muerte de Napoleón asegura que la causa del deceso del gran emperador, soberano de cerca de la mitad del planeta, fue cáncer de estómago, y ocurrió el 5 de mayo de 1821 en la isla de Santa Helena, lugar al que fue confinado después de su derrota en la mítica batalla de Waterloo. Según el acta médica, la enfermedad lo llevó a la tumba en menos de seis meses. Este lapso fue el pretexto para que algunos de sus allegados sospecharan de un asesinato. Según esta versión, confirmada por el testamento del propio Napoleón, que aseguraba que la oligarquía inglesa quería terminar con su existencia, lo ocurrido durante su estancia en la isla no fue sino un muy bien planeado asesinato.

image

      Para aquella época ya se conocía una gran variedad de sustancias que, ingeridas, podrían llevar a la muerte. No obstante, el veneno, para evitar sospechas, debería tener características especiales: ser soluble en agua, insípido, de acumulación (mata paulatina y lentamente) y de fácil dosificación en pequeñas cantidades en la comida o bebida del emperador. El estudio del caso no fue fácil, pero el arsénico era uno de los candidatos más promisorios como veneno. El arsénico elemental no es dañino, la sustancia comúnmente utilizada y que posee las características adecuadas es el óxido de arsénico (As2O3). Este compuesto es el famoso veneno de sucesión o polvo de la herencia.

      Ciento cuarenta años después de la muerte de Napoleón, dos médicos escoceses y un físico sueco decidieron aceptar el reto. La primera tarea fue bastante frustrante, pues, ¿qué podía quedar como muestra de la existencia del emperador después de tantos años? Ropa, utensilios de uso personal, libros…, en ninguno de ellos era posible detectar el nocivo arsénico. ¡Ah!, sin embargo, si se encontraban muestras de cabello tal vez sería viable determinar si el organismo de Napoleón estuvo en contacto con el veneno. Tiempo después, casi a punto de abandonar la búsqueda, los científicos consiguieron el maravilloso tesoro: cabellos de Napoleón obtenidos directamente del “relicario de Santa Helena”, nombre con el cual se conoce al depositario de los restos del gobernante.

      Era el momento de actuar de la física y, gracias a un maravilloso método de análisis llamado radiactivación o activación con neutrones, que permite determinar cantidades de incluso 0,000000001 partes de gramo, el investigador sueco logró determinar que los cabellos contenían 13 veces más arsénico que lo normal. ¡Confirmado! Napoleón habría sido asesinado. No obstante, el caso daría un giro interesante en la década de los noventa. Nuevas investigaciones aseveran que las paredes del tapiz del estudio, en donde Napoleón pasaba gran parte de su tiempo, contenían un pigmento verde obtenido a partir de arsenato de cobre. Esta nueva hipótesis plantea que el asesino sería un moho que, al crecer sobre la superficie del tapiz, en presencia del arsenato sintetiza trimetilarsina, un compuesto volátil muy venenoso. Según esta versión, el gran emperador podría haber muerto a causa de la inhalación de los residuos volátiles de pintura generados por un simple organismo microscópico. El caso no está cerrado aún…

image image

      La historia tradicional griega relata que Filípides (530-490 a. C.), un heraldo ateniense, fue enviado a Esparta para pedir ayuda cuando los persas desembarcaron en Maratón (Grecia). El recorrido era de 240 km y se completó en apenas dos días. Tras recibir la negativa de los espartanos, y una vez terminada la guerra, el mensajero corrió 42 km desde el campo de combate hasta Atenas para anunciar que los griegos habían vencido en la ahora famosa Batalla de Maratón. Al llegar, Filípides expresó: “Hemos vencido”, y al instante murió debido a las heridas causadas en batalla.

      Este es un magnífico relato épico; sin embargo, no es siquiera comparable con una de las historias más sorprendentes de la naturaleza humana. En esta ardua competencia, la muerte está presente en todo momento, los participantes no pueden retirarse, y no es posible regresar; no obstante, nadie se rinde y solo habrá un ganador. Este grandioso esfuerzo