¡No valga la redundancia!. Juan Domingo Argüelles

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Название ¡No valga la redundancia!
Автор произведения Juan Domingo Argüelles
Жанр Учебная литература
Серия Studio
Издательство Учебная литература
Год выпуска 0
isbn 9786075572475



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“resumen breve”, “resumen corto”, “resumir abreviadamente” y “resumir brevemente”, más sus variantes, son redundancias brutas, porque no hay resumen que no sea breve o corto ni es posible resumir sin brevedad o cortedad y, en consecuencia, lo que no es breve o corto, no es resumen, y lo que no está expresado brevemente y con precisión nada tiene que ver con la acción de resumir. Y, para que se vea que las cosas siempre pueden empeorar, ya son también abundantes, y repugnantes, los sustantivos calificados “resumen completo” y “resumen largo”, que atentan contra la lógica y el buen sentido, pues todo resumen, por breve o corto que sea, es “completo” y “preciso” si se trata realmente de un resumen. Y, obviamente, de acuerdo con la definición, ¡no puede ser “largo”!, pues el adjetivo “largo” (del latín largus) significa, de acuerdo con el DRAE: “que tiene longitud”, “que tiene mucha longitud” (aunque, en tal caso, sería “muy largo”) y “copioso, abundante, excesivo”. Ejemplo: Tiene el cabello largo y lacio. Lo que ocurre es que no pocos gaznápiros llaman “resumen completo” o “resumen largo”, tratándose de una obra dividida en capítulos, a la “síntesis” (del latín synthěsis, y éste del griego sýnthesis) de cada capítulo para abarcar, linealmente, una obra. Pero tal cosa no es un “resumen”, sino, precisamente, una “síntesis”, pues este sustantivo femenino significa “suma y compendio de una materia u otra cosa” (DRAE). Ejemplo: Síntesis informativa digital del Senado de la República, que recoge y organiza, temáticamente, la información de los medios impresos y audiovisuales: lo más destacado de la política, la economía, la información general, etcétera. Dicho de otra manera, es una suma o adición (“agregado de muchas cosas”) y a la vez un “compendio” (del latín compendium), sustantivo masculino que el DRAE define como “breve y sumaria exposición, oral o escrita, de lo más sustancial de una materia ya expuesta latamente”. Ejemplo: Compendio de historia universal (y es un volumen, el primer tomo, ¡de casi quinientas páginas!). Obviamente, no es un “resumen”, sino una “sumaria exposición” de una materia ya expuesta en un sentido “lato” (del latín latus), adjetivo que significa “dilatado, extendido” (DRAE). Por ello, debe quedar claro que no es lo mismo un “resumen” que una “síntesis” y un “compendio”. Una cosa es hacer el resumen de una historia (un cuento, una novela, un ensayo, un libro de viajes, una obra de teatro, una película, etcétera), y otra, muy diferente, escribir una “historia sintética”. Ejemplo: Historia sintética del arte colonial de México (1922), de Manuel Romero de Terreros, un librito de 90 páginas, que, por supuesto, no es un “resumen”, sino, precisamente, una “historia sintética”. En resumidas cuentas, eso que muchos llaman “resumen completo” o “resumen largo” (con idiotez y contrasentido) es en realidad una síntesis, pues, como ya hemos dicho, todo “resumen” es “completo”, si realmente es un “resumen”, aunque utilice pocas palabras o, más bien, justamente por esto: porque, en pocas palabras, reduce a términos breves y precisos lo esencial de un asunto o materia. Lo demás es una tontería.

      Aunque estas redundancias y los horrorosos contrasentidos “resumen completo” y “resumen largo” son utilizados en general, en nuestro idioma, provienen del uso culto de la lengua. Hasta los profesionistas más respetables dicen y escriben “breve resumen”, “resumen breve”, “resumen corto”, “resumir brevemente”, “resumen completo” y “resumen largo” sin que se sonrojen, porque, además, no se percatan de sus yerros. Profesores, periodistas, escritores, traductores, etcétera, se dan el quién vive en esto. En el traductor virtual Linguee (que presume ser “el mejor traductor online del mundo) leemos los siguientes ejemplos:

       “A continuación se detalla un breve resumen de los resultados y conclusiones”; “A continuación se presenta un breve resumen de este análisis”; “A continuación y en el cuadro adjunto se ofrece un breve resumen de los resultados”. Y así por el estilo, en dieciséis ocasiones, para traducir frases que contienen la redundancia en inglés brief summary y short summary. En defensa del traductor virtual Linguee puede afirmarse que lo que ofrece es la traducción literal de los ejemplos; sin embargo, sus responsables bien hubieran podido encontrar ejemplos sin redundancias.

      Lo correcto es, sin duda:

       A continuación, un resumen de los resultados y conclusiones”; “Se presenta un resumen de este análisis”; “Se ofrece un resumen de los resultados”.

       He aquí otros ejemplos de estas redundancias y de la tontería “resumen completo” y el contrasentido “resumen largo”: “Hacer un breve resumen”, “breve resumen de la historia de México”, “breve resumen de ‘Historia de una escalera’ de Antonio Buero Vallejo”, “un breve resumen del paro nacional en Colombia”, “breve resumen de Matilda”, “breve resumen del documento final”, “breve resumen de los trabajos”, “un breve resumen de nuestra jornada”, “un breve resumen de las normas”, “breve resumen del trabajo realizado durante el año 2018”, “El Diario de Ana Frank-Resumen completo”, “Un resumen completo de El Capital de Marx” (es el título de un libro publicado en Madrid, ¡de 280 páginas!; no es un resumen: es una “exposición sumaria”), “El Lazarillo de Tormes-¡Resumen completo!”, “Don Quijote de la Mancha-Resumen completo”, “La Odisea-Resumen completo”, “La Celestina: resumen corto”, “resumen corto de la cultura mexica”, “El arte de la guerra-Resumen corto del libro”, “El Capital de Karl Marx resumen corto”, “resumen breve de Pedro Páramo”, “El Señor de los Anillos (resumen breve)”, “La Celestina resumen breve”, “voy a resumir brevemente” (sí, todo el mundo dice esto ante un micrófono, y se avienta cuarenta minutos de pendejadas), “en el presente ensayo intento resumir brevemente las características esenciales de la nueva economía institucional”, “quisiera resumir brevemente las cuestiones planteadas por este informe” (sí, cómo no, y si no le apagan la luz, ahí se sigue por horas), “necesito un resumen largo de la película”, “La chica de la capa roja-Resumen largo”, “El coronel no tiene quien le escriba resumen largo” (¿o sea que ese coronel no tiene quien le escriba un “resumen largo”?), “resúmenes completos de libros”, “añado unos breves resúmenes argumentales”, “a continuación se resumen brevemente los compromisos propuestos”, “se resume brevemente el proceso”, “resuma brevemente el asunto”, “resúmenes breves de libros”, “resumió brevemente la historia de Harold”, “esto es mucho más difícil de resumir con brevedad” y, como siempre hay algo peor”, “tenemos, actualmente, una problemática demasiado extendida, la cual intentaré resumir abreviadamente” y “yo este año no podré hacer nuestro larguísimo resumen habitual del año”. ¡Estamos perdidos!

       Google: 2 970 000 resultados de “breve resumen”; 1 800 000 de “resumen completo”; 725 000 de “resumen corto”; 257 000 de “resumen breve”; 67 300 de “resumir brevemente”; 37 000 de “resumen largo”; 24 800 de “resúmenes completos”; 20 300 de “breves resúmenes”; 14 500 de “se resumen brevemente”; 12 800 de “se resume brevemente”; 9 540 de “resuma brevemente”; 7 540 de “resúmenes breves”; 3 770 de “resumió brevemente”; 1 560 de “resumir con brevedad”; 500 de “resumir abreviadamente”.

      37. ¿buen samaritano?, ¿mal samaritano?, samaritana, samaritano

      Se es o no samaritano, por ello es redundante decir de alguien que es “buen samaritano” y un sinsentido afirmar que otro es “mal samaritano”. Estrictamente, a quien llamamos “buen samaritano” es simplemente un “samaritano”, y a quien denominamos, erróneamente, “mal samaritano”, no es “samaritano” en absoluto: en todo caso sería un “falso” samaritano. Veamos por qué. El adjetivo y sustantivo “samaritano” (del latín tardío Samaritānus), se aplica al “natural de Samaria, región de Palestina” y